El director de ‘Deadpool', Tim Miller, explica cómo acabó marchándose de la secuela del Mercenario Bocazas y terminó en ‘Terminator 6'.
Tim Miller va a ser el director de ‘Terminator 6‘. Lo contamos hace unas semanas. Con la bendición de James Cameron, ocupado completamente en ‘Avatar 2‘, Miller será el encargado de ‘Terminator 6‘ tras salir dirigir ‘Deadpool‘ (2016) y salir de ‘Deadpool 2‘ por diferencias creativas con Ryan Reynolds. Ahora, el cineasta ha explicado ciertas cosas de ese cambio. Dejamos sus declaraciones aquí:
“Sentí que había muchísimas más historias que contar lejos de allí. Pero estoy contento de que alguien más vaya a contar las aventuras de Deadpool. Hubo una sensación de alivio cuando fui consciente de que tenía que hacer algo nuevo antes que ‘Deadpool 2'. Creo que habría hecho una gran película, pero al mismo tiempo iba a ser la continuación de algo que ya había hecho antes. Esto me dio la oportunidad de hacer algo completamente diferente“.
Y sentencia:
“Creo que había mucho más que hacer con la saga de Terminator. Me refiero… Yo quería hacer ‘Deadpool 2'. Es más, iba a hacerla. Hasta que no fue así. Pero había que hacer algo después de eso. Entonces apareció David Ellison [tiene los derechos de la franquicia de Terminator] y empezamos a hablar, después de salir de ‘Deadpool 2', de cómo iba a ser la nueva película de Terminator“.
‘Terminator 6' pondrá el punto y final a una saga que estaba bastante tocada. Y que no ha sabido recomponerse a lo largo de este siglo XXI.
Ha sido el propio estudio Skydance el que ha confirmado tanto ‘Terminator 6‘ como a Tim Miller al frente del proyecto. Un cineasta que trabajará codo con codo con el mismísimo James Cameron. A pesar de que Cameron está bastante liado con las secuelas de ‘Avatar‘ (2009). Sin embargo, ¿después de la sexta entrega habrá futuro para la saga? Parece ser que no…
James Cameron ha dejado claro que, aunque sea un nuevo reboot, quiere que ‘Terminator 6‘ sea el punto y final de una franquicia que lleva dando palos de ciego durante todo este siglo XXI. No ha sabido recomponerse ni reconducir el estilo del pasado a un presente infestado de franquicias y superproducciones. Ni tampoco conseguir la identidad que logró hace tantos años, convirtiéndose en un clásico cinematográfico y una de esas sagas que todo el mundo debería ver. Aunque sea una sola vez en la vida. Películas de culto, vamos.
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