Dumbledore no resucitó en el final de Harry Potter, pero ¿por qué no lo hizo? Os explicamos los motivos de su «no resurrección».
Harry Potter trajo de vuelta a cuatro de sus seres queridos con la piedra de la resurrección en Las Reliquias de la Muerte. Pero, sorprendentemente, no revivió al fallecido Albus Dumbledore y en Screen Rant han explicado el porqué. Tras la muerte del director en El Misterio del Príncipe, éste le dejó a Harry dos objetos como herencia. La espada de Godric Gryffindor y la primera snitch dorada que capturó el protagonista en la primera película. Si bien no pudo recibir la espada, sí obtuvo la snitch, aunque venía con misterio. No pudo abrirla hasta que más tarde lo entendió. Cuando se sacrificó ante Lord Voldemort, la snitch dorada le reveló la piedra de la resurrección que resucitaría a sus seres queridos.
Cuando Harry Potter usó finalmente la piedra de la resurrección en el bosque, devolvió la vida a su padre, a su madre, a Sirius y a Lupin. Mientras se preparaba para morir a manos de Lord Voldemort por el bien común, estos seres queridos aliviaron sus temores sobre la muerte y lo consolaron hasta el momento en el que el Señor Tenebroso usó la maldición Avada Kedavra. Teniendo en cuenta que Dumbledore fue una de las figuras más importantes en la vida del protagonista, sorprendió a muchos que el director de Hogwarts no fuera uno de los resucitados. ¿Qué motivo empujó a Harry a hacer esto?
El amor es clave en todo este asunto
Dumbledore fue una presencia constante en la vida de Harry Potter. Sin embargo, al final de Las Reliquias de la Muerte el personaje prefirió resucitar a las cuatro personas con la que tenía una conexión más cercana desde el punto de vista sentimental. Hablamos de su padre, su madre, su mentor y su padrino. La estrecha relación de estos dos personajes no fue suficiente, ya que reflejaba una dinámica de maestro y alumno en la que el sabio mago y anciano guiaba al joven y atribulado en su camino a la destrucción del villano. El director fue importante para el desarrollo del muchacho, pero no había «amor» entre ellos. Las cuatro figuras que resucitó eran la única familia que realmente tuvo El-Niño-Que-Sobrevivió.
En definitiva, Dumbledore no profesaba un amor incondicional por Harry Potter. Únicamente buscaba el bien mayor y manipuló al muchacho todo lo que pudo y más para, finalmente, cumplir con la profecía.
