Aquí os dejamos nuestra reseña o review de ‘Capitán Marvel: Llegada’. Os contamos la historia del espía alien al que América adoró
Hoy venimos con la reseña o review de ‘Capitán Marvel: Llegada‘. Panini ha decidido que los clásicos merecen ediciones nuevas, mejores, y está cumpliendo. Recuperar el material que fundó las bases de Marvel resulta una meta de lo más alabada por los lectores. Y no podía olvidarse de un personaje que ha resultado histórico para la Casa de las Ideas. Enemigo de Thanos, centro de la Guerra Kree-Skrull, salvador del universo, el personaje que protagonizó la primera novela gráfica donde el protagonista moría con la promesa de no volver jamás. El Capitán Marvel es un personaje memorable, y en este tomo de ‘Capitán Marvel: Llegada‘ encontramos su origen, su nacimiento allá en el lejano final de los años 60.
Siempre es sorprendente rememorar el origen de un universo. Vale, al público igual le interesa más el origen de los nuevos Guardianes de la Galaxia porque son de este siglo, pero si quieres guardianes necesitas aniquilación Conquista, Aniquilación y a los Kree, y el origen de los Kree no es aquella guerra Kree – Skrull de Thomas y Adams (totalmente recomendable) sino en el Capitán Marvel, que nació casi por necesidad, y acabó siendo el eje de sucesos cósmicos y de que muchos autores crearan grandiosas obras, pero que sobre todo, es un Kree. Y aquí, en ‘Capitán Marvel: Llegada’, es donde nacen los Kree, aquí nacen realmente los conceptos que crearon a una de las razas más importantes del universo junto con Skrull y Shiar.
El origen del personaje es cuanto menos curioso, ya que la Casa de las Ideas no tenía entre sus filas un Capitán Marvel, algo que llamaba la atención. Dicho nombre pertenecía a otra editorial, y tras mucho luchar Marvel consiguió los derechos, pero no al personaje. Así que Stan Lee y su visión empresarial pergeño a un nuevo Capitán Marvel, sin relación alguna con el anterior personaje que acabo en manos de DC. Este carácter también ha sido llamado Shazam, ya que al decir la palabra un niño se trasforma en un superhéroe y tiene una familia entera de superhombres acompañándolo.
La historia empezada por Stan Lee y Roy Thomas es la de un hombre confuso cuya misión acaba siendo una carga, la heroicidad que Mar Vell siempre ha lucido ya no está al servicio del Imperio Kree, y empieza a dudar de la validez de los preceptos de su raza. En este punto llego Arnold Drake, un escritor que resulta menos conocido en España, pero que ayudó a dar forma a los X Men tras Lee, y que creo la Patrulla Condenada original. Siempre ha sido un guionista al que le han fascinado los héroes marginales, ¿y qué hay más marginal que un héroe de una raza varado en un planeta desconocido donde sus valores acaban convirtiéndolo en un héroe? Héroe de dos mundos, odiado por uno y sospechoso para el otro, el mejor caldo de cultivo para el drama.
Drake indagó mucho más en esos sentimientos de alienación que sentía Mar Vell, y los llevo al punto más álgido cuando cortó el único lazo que le unía con su misión, la doctora Una. Ese cambio fue el que convirtió a al Capitán del ejército Kree en el superhéroe Capitán Marvel. Era la época donde los héroes aparecían por doquier, y diferenciarse era algo básico, Mar Vell tenía que ser un héroe especial, el primer héroe cósmico. Así Zo, una entidad desconocida de vastos poderes lo dota de nuevas habilidades y lo devuelve al universo, para defenderlo. Aquí llegaba la historia del Capitán Marvel que todos conocemos, cambio de traje mediante, llegará a ser el kree que más defendió la Tierra, muriendo por ella y por sus habitantes.
Si en el campo del guión hubo varios autores, en el grafico ocurrió lo mismo. El dibujante encargado de iniciar esta nueva aventura fue el inolvidable Gene Colan, al que posteriormente sustituyo Don Heck. Colan estaba sorprendiendo allá donde trabajaba, su Daredevil ya era una obra maravillosa, y aún faltaba por llegar su increíble ‘Tumba de Drácula’, pero por el camino nos dejó una aventura llena de robots gigantes, cohetes, unirayos y explosiones por todos lados. En Capitán Marvel mantenía su capacidad para contar una historia llenándola de acción y de poderosas imágenes donde los negros eran muy importantes. Entre los extras del tomo el lector encontrara paginas originales de Colan, y puede admirar su lápiz sin el color, que añade un grado más de calidad a esta publicación. El arte del norteamericano es moderno para su época, e incluso actualmente pocos tienen la capacidad de impactar que él tenía hace 40 años. Heck llego después y con un estilo con menos sombras y más lineal mantiene esa línea narrativa de la Marvel, donde el dibujante acababa sus partes sin los diálogos, que se añadían posteriormente, y que a veces veía como su obra se llenaba de excesivos textos.
‘Capitán Marvel: Llegada’ es una obra que merece la pena repasar por su impacto posterior, es una aventura espacial que se acerca a cualquier película de los años 60 de ciencia ficción, con su tono inocente, pero también tiene ese miedo que la sociedad americana tenía a los espías e invasores. Y si además es Gene Colan uno de los dibujantes, sólo por disfrutar de su trazo hay que pensarse mucho el no adquirirlo.