En el año 2000 se estrenó una película de ciencia ficción que está considerada como una de las peores, de hecho, el guionista tuvo que disculparse en público.
Si eres fan de la ciencia ficción, es probable que hayas escuchado hablar de Campo de Batalla: La Tierra (Battlefield Earth). No precisamente por sus méritos cinematográficos, sino por todo lo contrario. Esta película, dirigida por Roger Christian y protagonizada por John Travolta, Barry Pepper y Forest Whitaker, se ha ganado un lugar en la historia del cine como una de las peores películas jamás realizadas.
La historia nos traslada al año 3000, donde la Tierra es un páramo desolado y la humanidad está al borde de la extinción. Mil años atrás, los malvados alienígenas llamados Psychlo aniquilaron las defensas del planeta y esclavizaron a los humanos. La última esperanza de la humanidad recae en Jonni Goodboy Tyler, un joven que deberá luchar por la supervivencia de su especie.
Hasta aquí, la premisa suena interesante, ¿verdad? Lamentablemente, eso es lo único que esta película de ciencia ficción tiene de intrigante.
Un desastre en todos los sentidos.
Campo de Batalla: La Tierra es un fracaso estrepitoso en todos los aspectos. Desde el guión hasta la dirección, pasando por las actuaciones, todo parece hecho con desgana y sin el más mínimo cuidado. Entre los principales motivos que la convierten en una película tan mala, podemos destacar:
Inspiración sectaria: La trama está basada en una novela de L. Ron Hubbard, fundador de la polémica Iglesia de la Cienciología. John Travolta, quien también es miembro de esta iglesia, produjo la película de ciencia ficción. Esta conexión con la Cienciología generó controversia y prejuicios desde el principio.
Actuaciones deplorables: Travolta, en su papel de Terl, el líder de los Psychlo, ofrece una actuación que raya en lo ridículo y lo inexpresivo. Los diálogos son forzados y las expresiones faciales parecen sacadas de una parodia. Barry Pepper y Forest Whitaker tampoco logran salvar la película con sus actuaciones.
Efectos especiales de baja calidad: Los efectos visuales son tan malos que parecen sacados de una película de los años 50. Las naves espaciales parecen maquetas mal hechas, y las explosiones son más cómicas que impactantes. En lugar de transportarnos a un futuro post-apocalíptico, la película nos hace cuestionar si estamos viendo una parodia de bajo presupuesto.
Guion absurdo: El guión es una mezcla de clichés y diálogos inverosímiles. Las motivaciones de los personajes son confusas y las decisiones que toman carecen de lógica. Además, la película intenta abarcar demasiado en su corta duración de 115 minutos, lo que resulta en una narrativa apresurada y poco desarrollada.
Fracaso en taquilla: Como era de esperar, Campo de Batalla: La Tierra fue un rotundo fracaso en taquilla. Apenas recaudó 21 millones de dólares en Estados Unidos, muy lejos de recuperar su presupuesto de 73 millones. El boca a boca negativo hizo que la audiencia huyera de las salas de cine tras el primer fin de semana.
En definitiva, Campo de Batalla: La Tierra es un ejemplo de cómo no hacer una película de ciencia ficción. Su legado perdura como una advertencia para futuros cineastas: no sacrifiquen la calidad en aras de una agenda personal o sectaria.
El guionista tuvo que disculparse y defendió su trabajo en una carta abierta en la que dijo:
“Permítanme comenzar disculpándome con cualquiera que haya ido a ver Battlefield Earth. No fue lo que pretendía: lo prometo. Nadie se propone provocar un choque de trenes. En realidad, compararlo con un choque de trenes no es realmente justo, porque la gente realmente quiere verlos.
Mi guión era muy, MUY diferente de lo que terminó en la pantalla. Mi guión era más oscuro, más valiente y tenía una historia de ciencia ficción muy convincente con personajes ricos. Lo que mi guión no tenía era cámara lenta en todo momento, inclinaciones holandesas, diálogos cursis, extraterrestres con botas KISS y todos con pelucas de Bob Marley.
Poco después, John Travolta se unió oficialmente al proyecto. Luego, varios directores de primer nivel expresaron interés en hacer la película, MGM tenía un presupuesto de 100 millones de dólares y ¡la vida era genial! Recibí notas de estudio que eran notas de estudio típicas. Nada demasiado loco. Incorporé las notas que sentí que funcionaban, eliminé las malas y las pulí. Lo envié al estudio, pensando que lo próximo que escucharía sería qué director está adjunto.
Luego recibí otro lote de notas. Pensé que era una broma. Cambiaron todo el tono. Sabía que estas notas acabarían con la película. Las notas querían que perdiera escenas clave, añadiera escenas ridículas, eliminara algunos de los personajes clave. Le pregunté a Mike de dónde venían. Él dijo: “De nosotros”. Pero cuando lo presioné, dijo: “Del campamento de John Travolta, pero estamos de acuerdo con ellos”.
No tengo idea de por qué querían ir en esta nueva dirección, pero esto es lo que escuché de alguien del grupo de John Travolta: De todos los libros que escribió L. Ron, este era el que el fundador de la iglesia más quería que se convirtiera en una película. Escribió extensas notas sobre cómo debería hacerse la película”. Dijo J.D. Shapiro.
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