Merodeadores 3. El Alfil Rojo y Época de siembra.

Merodeadores es quizás el título más extraño en cuanto a formación y objetivos de la nueva franquicia mutante. Piratas y forajidos que buscan liberar a sus hermanos prisioneros de otros países o agrupaciones que evitan que puedan alcanzar Krakoa. Y de paso, una corporación comercial poderosa y malvada que esquiva leyes y abre un mercadeo legal e ilegal para formar una economía para los mutantes. Y de paso, desestabiliza e intenta dominar a la humana.

Sin ser seguido de Gerry Duggan el que suscribe estas lineas, tengo que admitir que ha logrado mantener mi atención en una serie que a priori no llamaba mi atención. Pero está resultando interesante y bastante movida, sin dejar que los episodios más de “mercadeo” alteren el rumbo de estos libertadores bajo bandera negra. EN esta ocasión la elección del nuevo alfil de Kate Pryde se desarrolla durante una misión para desenmascarar una conspiración antimutante en China, y sirve de excusa para plantear la trama principal, la presentación de un nuevo Club del Fuego Infernal, uno humano, que no quiere que los mutantes dominen el mundo, y mucho menos, su economía.

Lucas Werneck y Matteo Lolli firman el arte de estos dos números, dejando un ejemplo de acción y dinámica superheroica, contando lo que Duggan quiere contar, y mostrando la acción como principal reclamo de la serie.

Sinopsis:

¡Agua salada y fuego infernal! Sebastian Shaw ha reclutado a un nuevo Alfil Negro, mientras continúa sus maquinaciones contra las dos reinas del Club Fuego Infernal. Mientras tanto, Los Merodeadores navegan desde el Atlántico al Pacífico.

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JOTA (J.C. Royo)

ISNI: 0000 0005 1791 9678 Desde que tengo memoria he leído cómics. Mi madre me compró el primero antes de aprender a leer bien, alguien le contó a la pobre que ayudaba a los niños a acercarse a la lectura. Aún busca a la persona que se lo dijo para agradecérselo apropiadamente, con un garrote.

Apasionado del mundo de la viñeta devoro todo cómic que se me pasa por delante. El americano es mi predilección pero el japonés y el europeo también llena mis estanterías. Si le añades los libros, las series de tv y las películas soy lo que hoy día llaman friki, y orgulloso de serlo.

Periodista con estudios audiovisuales y gusto por la comunicación a todos los nivéles, cuando me lo permiten escribo. No me caso con nadie y ya sea aburrido, trepidante, intenso o un gasto de papel, un cómic hay que leerlo y comentarlo para que esté de verdad vivo.