La doctora Quinzel contra el asesino en serie Joker, mente analítica contra mente retorcida. Así es la nueva re-imaginación del universo DC de la línea Black Label
Joker / Harley: Cordura Criminal es una nueva mirada a los personajes clásicos, desde una perspectiva diferente, más realista, pero con un aspecto fundamental: Ni Harley ni Joker han existido antes, solo existen una doctora especialista en perfiles psicológicos, y un asesino en serie que acaba de aparecer. Pero como siempre, se atraen mutuamente, cómo la luz a la polilla.
Hay muchos productos basados en los psychokillers, desde los primeros libros que estudiaban y clasificaban estos trastornos hasta las actuales series como Mentes Criminales o Mindhunter, resultando más cercana a la primera en proceso e intención que a la segunda. Esto no desmerece la obra, solo resalta el carácter menos forensico y más investigador de la propuesta. Kami García no pretende explicar o exponer una teoría sobre los asesinos en serie, sino describir uno desde su origen y su comportamiento. Que la protagonista sea una psicóloga experta en perfiles sirve para poder exponer claramente los puntos que definen a los asesinos, y de paso, nos permite aplicar a los mismos personajes esas características, que parecen encajar demasiado bien con ella.
Que los personajes tengan los nombres de los dos bufones enemigos de Batman no hace que sea una historia del murciélago. Batman existe en esta iteración de Gotham, pero ni es el némesis de Joker, ni Harleen está relacionada con ningún traje arlequinado. Es un mundo nuevo y diferente donde los personajes parten de cero y con nuevas características propias abandonando su pasado en otros mundos como pareja, o enemigos de Batman. Lo que deja la historia policíaca como centro de toda la trama.
El arte corre a cargo de Mico Suayan y Mike Mayhew, ambos autores que portan el realismo como bandera, pero que se diferencian en la obra por el uso que aplica Anette Kwok del color en las partes de cada uno, y sobre todo porque Suayan piensa en blanco y negro mayoritariamente en su dibujo, y Mayhew con color. Esa diferencia se nota en los contrastes, más suaves en el segundo, y muy marcados en el primero, para conseguir esa iluminación que solo entre negros y blancos poderosos se puede conseguir. EL dibujo de tinte fotorrealista encaja con la historia y el tono de la historia, que busca ser un caso policial que seguimos como lectores, más que como una aventura de superhéroes, que hubiera necesitado algo menos real, que diera ese enfoque fantástico a la historia.
Harley/Joker Cordura criminal es un buen cómic policíaco, con cercanía a series como Mentes criminales o Mindhunter, estando más cerca de la primera al no querer entrar en terrenos más técnicos y concentrarse en el procedimiento y los personajes para hacer avanzar la historia. Si los lectores gustan del thriller tienen una gran opción, y en caso de que no gusten de los superhéroes deberían darle una oportunidad a la obra por su buen hacer sobre una base real, que no tienen que ver nada con los mitos de Batman.