The King se estrenó en Netflix el día 1, dirigida por David Michod y protagonizada por Timothée Chalamet
En The King, Hal, un príncipe caprichoso y sin interés por ejercer su derecho al trono de Inglaterra, ha abandonado las responsabilidades reales para vivir en libertad entre la plebe. Ante la muerte de su padre, Hal se ve obligado a retomar la vida de la que quería huir para ser el nuevo rey: Enrique V. El joven monarca tendrá que aprender a lidiar con las intrigas palaciegas, una guerra y los lazos que le unen a su antigua vida, como la relación con su mejor amigo.
The King va de menos a más, pero atrapa desde el inicio gracias a un buen uso del desarrollo de los personajes, que se van dibujando poco a poco desde el comienzo. El ritmo y pulso de la trama son sublimes. El guion está muy bien pensado y equilibrado. El guion hace que todo vaya fluido, que todo encaje poco a poco y que nada parezca forzado y todo queda de una forma natural.
La película técnicamente, es una salvajada, la fotografía es sublime, preciosa, encantadora, haciendo resaltar lo bello y frío de cada escena. Además del uso de los plano-secuencia que están usados a la perfección y que encajan que da miedo. Y todo regado con el apartado sonoro, que es otra maravilla. Insisto que, técnicamente The King es una cinta muy mimada. Y que en ese aspecto hace que sea una de las mejores producciones de Netflix que he visto.
Respecto a las interpretaciones hay poco que decir, el reparto es muy bueno, en especial Chalamet, que ya no nos sorprende, todos sabemos que es un actorazo y que todo lo hace bien. Es un estupendo Enrique V. The King es una de esas cintas que no tiene pegas; todo virtudes. Excelente.
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