El rey de los ladrones busca superar a Ocean’s Eleven, pero le falta mucho.
Rey de los ladrones es una película británica dirigida por James Marsh, el director de La teoría del todo, protagonizada por Michael Caine, ganador de dos Oscar nos cuenta la historia de un veterano grupo de ladrones ya retirados planea dar un último gran atraco en una joyería de Londres. Sí, podrían ser Danny Ocean y compañía un poco más viejos, pero no es así.
La historia está basada en una gran historia real que ocurrió el 7 de abril de 2015, cuando el Reino Unido se despertó asombrado al descubrir que un grupo de veteranos, todos jubilados, habían conseguido abrir la cámara acorazada de una compañía de depósitos, el corazón de la compra y venta de diamantes en Londres.
Normalmente todas las películas, aparte de su estilo narrativo y su puesta en escena, su punto más fuerte lo suele tener en el reparto y aquí vuelve a suceder lo mismo, el director apostó por un reparto fuerte, al igual que en Ocean’s Eleven, pero en Ocean’s Eleven funcionó, aquí no. Se nota la experiencia que tienen los actores y las escenas fluyen prácticamente solas, pero aún así hacen una película que no llega a la suela de los zapatos a ninguna película de atracos.
Conclusión
El problema es el guion, pretender ser una comedia de atracos, pero no funciona, va claramente de más a menos y acaba aburriendo y el espectador pierde todo el interés en la película, de hecho yo la vi trozo a trozo porque se me hace muy difícil verla de un tirón sin pegar cabezazos, casi me parto la barbilla y es esternón. Le sobran los continuos gags sobre la vejez y su contenido es rutinario y repetitivo. Con un chiste sobre la próstata y sobre la impotencia es suficiente. Después de catorce chistes así, pues es un poco pesado.
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