Joe Russo y Anthony Russo le tienen mucho respeto a las películas de Star Wars. Y revelaron cómo fue que esta famosa saga influyó en sus cintas de Marvel.
En décadas pasadas, Star Wars estremeció a toda una generación de niños y adultos con las aventuras de Luke Skywalker y compañía. En la actualidad, las películas de Marvel van por el mismo camino y ocupan un lugar muy especial para millones de personas que crecieron a la par de Iron Man, Capitán América y los demás Vengadores. Por esta razón, los directores Joe y Anthony Russo le deben mucho a la saga creada por George Lucas.
En 2017, cuando las últimas dos entregas de Los Vengadores se encontraban en desarrollo, los cineastas declararon que aspiraban a convertir a Thanos en el Darth Vader de esta generación; o sea, en un villano que se quedara grabado en la memoria del público de una forma similar a lo que logró el malvado personaje creado por George Lucas para Star Wars: Episodio IV – Una Nueva Esperanza. Pero esa no es la única forma en la que Star Wars influyó en las películas de Marvel.
Una influencia importante
Joe Russo señaló que Star Wars: Episodio V – El Imperio Contraataca tuvo un impacto duradero en ambos cuando eran niños, y que esa sensación de asombro es la que han querido replicar con sus cintas en Marvel Studios, específicamente con Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame, y la influencia del episodio V de Star Wars es notoria en el final oscuro de la tercera entrega de Los Vengadores.
«Como Star Wars fue tan importante para nosotros cuando crecimos, tuvimos que hacer nuestro Star Wars: El Imperio Contraataca en Infinity War y Endgame. Esa fue realmente nuestra expresión de lo que esas películas comerciales significaban para nosotros cuando éramos niños y lo que tomamos de ellas, los patrones de estructura narrativa que fueron tan profundos para nosotros. Pudimos replicar esos patrones en esas películas», reveló.
Por otro lado Anthony Russo, considera que aunque las películas comerciales (como Star Wars y las de Marvel) sean vistas como «muy poco sofisticadas», igual provocan sensaciones sorprendentes en el público por muchas razones: «Puede haber este tipo de ritmos narrativos crudos que tal vez no suenen de una manera muy sutil o sofisticada, pero hay algo en su resonancia y hay algo en la forma en que el resto del cine rodea ese momento y luego la música y la iconografía y el drama de todo esto que de alguna manera crea emoción y una especie de excitación, estremecimiento y peligro, es solo un recordatorio para mí cuando estás apuntando con el dedo a algo que parece débil […] ese tipo de experiencia cinematográfica percibida es con lo que nos quedamos de una película».