Cyberpunk 2 ya es una realidad. La desarrolladora polaca CD Projekt acaba de anunciar sus planes de futuro y hay espacio para la secuela.
CD Projekt acaba de hacer oficial el anuncio de Cyberpunk 2. La maravillosa franquicia de videojuegos expandirá su universo después de haber triunfado en Netflix con el anime Edgerunner. Ha recuperado a una gran parte de sus jugadores tras el estreno de la serie de animación y quiere seguir extendiendo su leyenda. Por ese motivo, la desarrolladora polaca ha incluido la segunda entrega de este controvertido videojuego para continuar el legado que dejaron V, Johnny Silverhand y compañía. Una noticia que ha reventado internet, con las redes sociales volcándose inmediatamente entre la alegría y la esperanza.
https://x.com/CDPROJEKTRED/status/1577317892969857026
Cyberpunk 2 tiene actualmente el nombre de Proyecto Orion. Por el momento, no sabemos cuáles son los planes reales de CD Projekt con esta secuela. Sin embargo, la desarrolladora polaca ha anunciado también un montón de novedades con respecto a The Witcher, otra saga de videojuegos que vivirá una resurrección en la denominada «next gen». Así pues, la producción de la segunda entrega del mundo de Night City podría acabar extendiéndose en el tiempo y llegar con la siguiente generación de consolas. Es pronto para aventurarse, pero los planes de la industria se suelen hacer a largo plazo y esto solo es un anuncio.
¿Qué historia podría tener la segunda entrega?
Después de lo sucedido en 2077, muchos jugadores se preguntan cuál podría ser la trama de Cyberpunk 2 el día que llegue a ver la luz en el mundo de los juegos. Night City siempre tiene muchas historias que contar, pero hay algunas que son más interesantes que otras. Las cosas quedaron ciertamente cerradas para V, Johnny Silverhand y demás secundarios. Sin embargo, se podría retomar el universo futurista con nuevos personajes protagonistas y acompañantes. Quizás poner el foco en cuestiones como las guerras corporativas, que tan importantes fueron para el devenir de su lore. Una nueva guerra corporativa con neurodanzas que permitan explorar las pasadas sería ciertamente fascinante. Incluso aventurarse más allá del 2100 con un posible colapso de la civilización humana por la adicción a la cibertecnología.
