La película Rare Exports es una
comedia muy gamberra.
Santa Claus parece intocable, si bien el finlandés Jalmari
Helander se ha empeñado en desmitificar su figura. Dos de sus
cortometrajes están en el origen de ‘Rare exports’, producción en
la que alude a la supuesta leyenda negra del personaje, que no es
muy amable con los niños. Un planteamiento atrevido (y, aunque
resulte paradójico, no precisamente antinavideño) que propició su
triunfo en el Festival de Sitges de 2010, donde obtuvo los premios
de mejor película, director y fotografía. Una cosecha de galardones
que generó cierta polémica en su momento (algunos consideraron que
fue un reconocimiento excesivo).
La acción se desarrolla en un pueblo de Finlandia. Un niño tiene la sensación de que Santa Claus, en realidad un ser malévolo, existe y que se encuentra en las montañas de la zona. Allí se lleva a cabo una misteriosa excavación arqueológica que ha despertado algo a lo que deberán enfrentarse los lugareños. Quizá no estén preparados para ello.
‘Rare Exports gustará a los
aficionados al cine fantástico por su original premisa y las
sorpresas que esconde la historia, con detalles macabros incluidos.
Helander narra la trama desde la perspectiva del chico
protagonista, su rudo padre y los amigos de este. Dirige con
oficio, apoyado en una buena fotografía y una cuidada ambientación.
El problema reside en que, una vez que se descubren los giros
argumentales, el largometraje se estanca y no llega a sus últimas
consecuencias. El público se queda con ganas de más ante un
desenlace precipitado. También se echa de menos la falta de humor
negro (‘Un cuento gamberro de Navidad’, el subtítulo de ‘Rare
exports’, puede llevar a equívoco). Sin embargo, sus deficiencias
no impiden que la película entretenga. Una propuesta curiosa.
Puntuación para Rare Exports: 6/10





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