Planeta Comic recopila en un tomo de tapa dura los seis números, de Star Wars: Thrawn, serie limitada que adapta la novela homónima escrita por Timothy Zahn, sin haber pasado antes por el formato grapa.
En un universo donde lo que más brilla son los duelos con espadas de luz y los disparos de los blasters también se pueden encontrar conjuras e intrigas de índole político y militar que pueden asegurar el ascenso a cotas más elevadas del sistema o la más dura de las caídas con nefastas consecuencias si las decisiones no son las adecuadas y no necesariamente correctas.
Así es como Jody Houser, escritora de Faith o la adaptación a comic de la película Star Wars Rogue One, nos conduce a través de la temprana historia de Thrawn, un alienígena de la raza chiss del borde exterior de la galaxia, no humano, desde que ingresa en la Academia de la Flota Imperial hasta que alcanza las cotas más elevadas del organigrama militar del Imperio.

Por el camino Thrawn tendrá que superar un sinfín de obstáculos que acostumbran a tener como raíz las luchas intestinas que llevan a cabo los poderes fácticos del imperio, con un protagonismo destacado del gran Moff Tarkin, al que veremos defender sus intereses aun a costa de teóricos aliados. Pero en el Moff no encontrará a su único partidario el futuro almirante Thrawn, las luces y las sombras le llegarán de las fuentes más insospechadas.
Su ayudante Eli Vanto demostrará ser una verdadera piedra de toque ante aquellos que le subestimen. Su fidelidad a Thrawn será puesta en entredicho en varias ocasiones, la duda le llegará a someter en ocasiones. Pero está claro que como dicen de los chiss, no fanfarronean y no hacen promesas que no pueden cumplir. Thrwan hará todo lo posible por cumplir su palabra con Vanto.
Además la presencia de la díscola Arihnda Pryce, cuyos motivos incluyen la venganza a una grave traición, añade un toque de incertidumbre a las intenciones de Thrawn por ascender en el escalafón del Imperio. Si añadimos un villano carismático como el Cisne Nocturno, un antihéroe que se cruza en su camino y que con sus artimañas influirá en la mejora del prestigio del almirante, tendremos un panorama muy completo en el relato.

El dibujo de Luke Ross (Capitán América y Star Wars Darth Maul) no mete de lleno en el ambiente Star Wars con reproducciones fidedignas de entornos y naves bien conocidas por todos. Con una narrativa que plasma a la perfección la expresividad de los personajes que rodean a un hierático Thrawn, Ross consigue dotar de vida a los gestos cotidianos. La paleta de colores sobria que aporta Nolan Woodward termina de completar el entorno.
Star Wars: Thrawn no es ninguna obra maestra pero cambia sinceramente todo aquello a lo que estamos habituados en cuanto a la saga galáctica por excelencia. Aborda sin complejos cómo con tesón y determinación se puede llegar lejos, sin importar las consecuencias. Un punto de vista diferente, frío como la profundidad del espacio e incluso terco en la toma de decisiones. Thrawn no es un hombre convencional pero si convencido.
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