El director de Superman lanza un mensaje contundente sobre el futuro de los personajes más importantes del nuevo DCU.
Uno de los debates más eternos en el mundo de los superhéroes es el de la muerte. ¿Tiene sentido matar a un personaje si luego va a volver como si nada? ¿Qué impacto real tiene un sacrificio si todo puede deshacerse con magia, ciencia o un pozo milagroso?
Pues bien, James Gunn, director de Superman y cerebro del nuevo universo DC, ha zanjado el tema con una frase que no deja lugar a dudas: “En el DCU, si mueres, estás muerto.”
El origen de la polémica: ¿resurrecciones para todos?
Todo empezó con un comentario en Threads, la red social de Meta. Un fan lanzó una de esas frases que todos los lectores de cómics han oído alguna vez: “Nadie permanece muerto para siempre en DC”. Y Gunn, lejos de esquivarlo, respondió de forma tajante.
Sí, en los cómics de DC existen herramientas para revertir la muerte, como los famosos Pozos de Lázaro, esas piscinas místicas capaces de devolver la vida (y la juventud) a quien las toca. Pero Gunn tiene claro que no va a utilizarlos como comodín narrativo: “No me importaría usar el Pozo de Lázaro en una historia. Pero tendría que formar parte de la historia. No voy a matar personajes importantes solo para meterlos en el pozo y revivirlos.”
El pasado no se olvida: los errores del DCEU
Las palabras de Gunn tienen aún más peso si recordamos lo que ocurrió en el universo anterior. El caso más evidente: la muerte de Superman en Batman v Superman: El amanecer de la justicia. Una escena potente, basada en el cómic La muerte de Superman, que apenas duró una película. En Justice League, el Hombre de Acero ya estaba de vuelta como si nada.
Y ese fue el gran problema: no hubo tiempo real para que el público sintiera su ausencia, ni para que el universo construido a su alrededor evolucionara sin él. Todo se resolvió rápido, sin consecuencias reales. Una muerte vacía. James Gunn no quiere repetir ese error. Para él, la muerte debe tener peso narrativo, impacto emocional y consecuencias duraderas.
¿Entonces el Pozo de Lázaro no existe en el nuevo DCU?
Gunn ha dejado claro que sí contempla el uso del Pozo de Lázaro, pero con condiciones muy específicas. No será una herramienta para deshacer muertes a la ligera. Si aparece, será porque la historia lo necesita. Y si alguien vuelve, no será exactamente igual.
Este matiz es clave. El propio Gunn lo explicó con un ejemplo personal: Groot en Guardianes de la Galaxia. Muchos creen que Groot resucitó tras sacrificarse en la primera película, pero no es así: “El Groot de Vol. 2 en adelante no es el mismo. Es su hijo. El original murió.”
Un detalle sutil, pero importante. El legado sigue, pero el sacrificio permanece.
Las consecuencias para el nuevo DCU
Estas declaraciones nos dicen mucho más de lo que parece. Hablan de una visión firme, con reglas claras, y de un enfoque narrativo donde las emociones no se diluyen. En un universo donde todo es posible —magia, viajes en el tiempo, multiversos—, establecer límites puede ser justo lo que necesita DC para destacar.
Los espectadores se han cansado de muertes reversibles, de villanos que regresan sin explicación o de héroes que resucitan como si cambiar de camiseta. Gunn lo sabe, y está dispuesto a poner fin a esa tendencia: “Lo que estropea más las cosas es que la gente crea que no hay consecuencias. Que la muerte no significa nada.”
¿Qué pasará con personajes como Jason Todd?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Uno de los personajes más ligados al Pozo de Lázaro es Jason Todd, el segundo Robin, asesinado por el Joker y resucitado como el letal Red Hood.
Si Gunn adapta esta historia (y todo apunta a que lo hará en algún momento), está claro que no la tratará como un simple “muere y vuelve”. La resurrección de Jason sería parte central de la trama, con todo lo que implica: trauma, rabia, venganza y conflicto moral. Es decir, no será un truco barato, sino un viaje completo. Y eso, para los fans del personaje, es una gran noticia.
Un universo con reglas es un universo con futuro
Lo que Gunn propone es más que una decisión narrativa. Es un punto de partida ideológico para todo su universo. Si la muerte tiene peso, los actos tienen consecuencias. Y si las consecuencias importan, la emoción es real.
Esto no solo aplica a los héroes. También a los villanos, a los secundarios, a los aliados… Todos están jugando bajo las mismas reglas. Si alguien muere, no esperes verlo en la siguiente película como si nada.
Y esa promesa, aunque suene dura, también es liberadora. Porque significa que cada historia puede ser definitiva, cada sacrificio puede emocionar, y cada victoria puede costar algo real.
Lo que viene: Superman como punto de partida
El primer gran capítulo de este nuevo DCU será Superman, protagonizada por David Corenswet y dirigida por el propio Gunn. Y aunque aún no sabemos si la muerte tocará de cerca al Hombre de Acero, está claro que si lo hace… no será en vano.
Con estas reglas sobre la mesa, el universo DC tiene una oportunidad única: reconstruirse desde la emoción, el compromiso y la verdad narrativa. Sin atajos. Sin reinicios a mitad de camino. Sin resurrecciones gratuitas.
Solo buenas historias. Y eso ya es mucho decir.
