¡Último número de la serie! Bruce Wayne contra el Batman que ríe por la corona de pinchos, ¡y solo puede ganar uno!
Bruce Wayne está consumido por el veneno de Joker, el Batman que ríe ha dejado claro que solo un Batman que no controle nada y destruya todo lo malvado desde la oscuridad, es el mejor Batman. Pero un niño, corre por la mansión, recordando a sus padres que tienen que ir al cine a ver “El Zorro”.
Al final, Batman es Bruce Wayne y Bruce Wayne es Batman. Uno no podría vivir sin el otro, y no hay una barrera para separarlos, ser el mejor Batman es dejar de ser Bruce Wayne. Alfred ha sido durante toda la serie el pilar del murciélago, apoyo en su dolor en su cambio involuntario en un monstruo, y ayuda en su intento de superar a su versión alternativa y salvar Gotham. James Gordon sigue siendo padre, de un asesino, pero padre, y puede sentir miedo, pero nunca dejará de creer que puede salvarlo.
El gran clímax final llega a través de las versiones mas exitosas de Bruce Wayne, a veces con Batman, y otras sin él. Demostrar que para ser el mejor no puede quedarse a mitad, que hay que elegir, y que el Batman que ríe siempre es el mejor de todos ellos. Y la conclusiones: Tienen razón. Es el mejor, pero en nuestro mundo, solo es un monstruo, que desea tener razón, y dejar todo sumido en el mismo caos que le vio nacer.
Snyder ha necesitado una serie entera para plantear la duda de qué es Batman, porque necesita el control, y de su capacidad para hacer el bien, lo correcto, o eliminar el mal, que muchas veces no es lo correcto. Todo gira alrededor de Bruce, dos de ellos de hecho, Alfred y James Gordon, cada uno tiene sus miedos, sus debilidades y cada uno lucha a su manera, por Gotham, o por sus hijos en caso de estos dos últimos. Pero la lucha acaba siendo solo un medio para descubrir las verdades más ocultas de todos ellos, tienen miedo, pero también tienen esperanza, y no dejarán jamás de luchar por todo aquello en lo que creen y por los que quieren.
Todo se aclara, porque Batman es más que la suma de un traje y Bruce Wayne, es una fuerza de voluntad sin limite, impulsada por sentimientos, de culpa, de perdida, de dolor, pero lucha por algo justo, y tienen a su lado padres que le guían en un mundo en el que la oscuridad podría haberlo devorado, pero el amor de sus familias, evita que las sombras guíen el vuelo del murciélago.
Ultimo número y Jock deja todo en la escena de persecución entre los dos Batman, chorros de negros que corren y sangran por las páginas, dejando un reguero de miedo, dolor y fuerza. Todo esta desdibujado, porque ambos ven el mundo de una forma brutal, lejos del blanco y negro, solo hay negro y rojo, y el artista lo plantea dejando que todo fluya a través de manchas que parecen taladrar las paginas y pasar de una a otra sin esfuerzo. Pero el mundo no es bicolor, y Jock es capaz de devolver a sus personajes a la tierra en un página, y convertir el horror en derroche físico, lo espiritual acaba siendo golpeado y tumbado por el puño de un Batman que pocas veces ha derrochado tal energía.
El Batman que ríe no es la mejor historia de Batman, pero si la de su alter ego oscuro, porque no hay mucho más. Notable desarrollo, pero no nos dejemos engañar, el truco final del cambio de tercio justo al final, no es nuevo, está en los libros de misterio desde hace mucho. Este final inesperado que supuestamente existía desde el principio, que te habían dicho pero no viste (es una clave bastante difícil si no la has buscado tú), cierra la lucha y deja tiempo para el epilogo, que quizás sea el más esperado, pero no deja de ser el más deseado.
En conclusión, una obra que define cómo ven Scott Snyder y Jock, cada uno en su campo, a Batman, pero que será mucho más apreciada por los curiosos que quieran saber más del Batman que ríe, al que podemos apreciar mucho más que en sus anteriores incursiones, y que veremos mucho en el futuro, porque llega ‘El año del villano’, y a día de hoy, está entre los más grandes de DC.