Hoy se estrena La Pequeña Suiza, la película dirigida por Kepa Sojo y protagonizada por Jon Plazaola, Secun de la Rosa o Maggie Civantos.
La pequeña Suiza, narra las peripecias de los habitantes de un pueblo castellano enclavado en el centro del País Vasco llamado Tellería, que desea, tras 700 años de historia pasar a ser parte del territorio vasco. Tras la negativa del gobierno, un curioso hallazgo en el santuario del pueblo originará que los osados habitantes de Tellería pidan su anexión a Suiza.
Tenemos una comedia que vuelve a jugar con los conflictos nacionalistas y regionales; como hizo Ocho Apellidos Vascos y su secuela. Tenemos una comedia al más puro tipo español; una comedia que no asume riesgos y que tira de tópicos y de chistes fáciles y absurdos que, pese a recaudar mucho en taquilla, para la crítica son películas lentas, aburridas y predecibles. Y yo estoy de acuerdo con mis compañeros críticos; esta es una película sosa, plana, monótona y muy lenta.
La pequeña Suiza fotograma
La dirección de Kepa Rojo es un poco desacertada; un batiburrillo de sub-tramas que hacen que pierdas la atención sobre la trama principal y que, por ende, te aburras mucho más y que la película vaya de más a menos y se pierda el interés en ella. Durante la hora y media la película se las ve en apuros para hacer reír al espectador. La culpa es de un guion muy mal planteado y peor ejecutado. La mayoría de los chistes se repiten a lo largo de la película; se ve que tenían mucha imaginación. Los personajes son planos y poco definidos, no generan empatía.
El elenco es de rostros familiares, pero la película no está a la altura de esos actores, donde el más destacado es Plazaola. Fuerzan los acentos de las regiones y es lo más desagradable que he escuchado en mucho tiempo. No merece la pena gastarse el dinero en esta película.
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