Cuando HBO anunció que adaptaría The Last of Us, las expectativas eran casi imposibles de cumplir. El videojuego de Naughty Dog no era solo un título exitoso, era un fenómeno cultural que había elevado el listón narrativo en el mundo del gaming. Los fans conocían cada diálogo, cada giro de guion, y cualquier paso en falso podía convertirse en un desastre. Sin embargo, lo que ocurrió fue lo contrario: la serie no solo estuvo a la altura, sino que se convirtió en una de las producciones más aclamadas de la televisión reciente.
Pedro Pascal y Bella Ramsey, transformados en Joel y Ellie, nos demostraron que los infectados de cordyceps no eran el mayor atractivo de la historia, sino la humanidad que se escondía en cada rincón del relato. De pronto, la conversación semanal no giraba solo en torno a tramas y spoilers, sino a emociones compartidas, a debates morales y a esa necesidad de saber qué pasaría con personajes que ya parecían parte de nuestra vida.
Los protagonistas que lo iniciaron todo
Joel y Ellie: el inicio de un viaje inolvidable
The Last of Us (2025)
Desde el primer episodio quedó claro que Joel era mucho más que un simple protagonista de acción. Interpretado por Pedro Pascal, su dolor por la pérdida de Sarah lo convirtió en un hombre endurecido, dispuesto a todo por sobrevivir, incluso si eso significaba cerrar el corazón. Pascal aportó matices que lo hicieron creíble, un antihéroe contradictorio con el que empatizas aunque no apruebes todas sus decisiones.
En el otro extremo estaba Ellie. Con apenas catorce años, interpretada por Bella Ramsey, se erigió como el corazón de la historia. Sarcástica, valiente y profundamente humana, Ellie no es solo “la niña inmune”, sino la chispa que recuerda a Joel que aún queda esperanza. Ramsey hizo suyo el papel con tanta naturalidad que disipó cualquier duda inicial sobre si lograría estar a la altura del videojuego.
Los secundarios de la primera temporada que dejaron huella
Tommy – The Last of Us
Si algo supo hacer la primera temporada fue demostrar que The Last of Us no depende únicamente de su dúo protagonista. Cada personaje que apareció, aunque fuera por un solo episodio, dejó huella. Tess, encarnada por Anna Torv, aportó el pragmatismo de una superviviente que sabía cuándo luchar y cuándo aceptar lo inevitable. El hermano de Joel, Tommy, interpretado por Gabriel Luna, fue la prueba viviente de que aún se podía creer en un futuro mejor, incluso cuando el mundo insistía en lo contrario.
La joven Nico Parker se metió en la piel de Sarah, la hija de Joel cuya muerte en el primer episodio marcó a fuego el tono de la serie. Merle Dandridge, que ya había dado voz a Marlene en el videojuego, repitió su papel como líder de las Luciérnagas, recordándonos que incluso los movimientos que se autoproclaman justos pueden tener lados oscuros.
Pero si hay un episodio que se ganó un lugar en la historia de la televisión, ese fue el de Bill y Frank. Con Nick Offerman y Murray Bartlett, HBO se permitió una pausa en la violencia para regalarnos una historia de amor en medio del caos. Fue un relato íntimo, bello y devastador, que demostró que incluso en el apocalipsis hay espacio para la ternura.
El viaje también nos llevó a Pittsburgh, donde conocimos a Sam y Henry, interpretados por Keivonn Woodard y Lamar Johnson. Su tragedia rompió corazones y puso sobre la mesa que en The Last of Us la inocencia rara vez sobrevive. Y cuando llegó el turno de Riley, con la interpretación de Storm Reid, el público entendió de dónde venía el carácter de Ellie y por qué cada decisión futura dolería tanto.
La segunda temporada: nuevos rostros, nuevas heridas
The Last of Us (2025) – Ellie junto a Dina
La segunda temporada, basada en The Last of Us Part II, supuso un terremoto narrativo. Los espectadores sabían que se avecinaban cambios, pero pocos estaban preparados para la magnitud de lo que vendría.
El nombre que más ruido hizo fue Abby. Interpretada por Kaitlyn Dever, la guerrera implacable cuya vida quedó marcada por Joel, se convirtió en el epicentro de los debates en redes sociales. Dever aportó fuerza y vulnerabilidad a partes iguales, dejando claro que Abby no es solo un “villano”, sino un personaje tan complejo como los propios Joel y Ellie.
Junto a ella apareció Dina, interpretada por Isabela Merced, la chispa de luz que acompañó a Ellie en su viaje emocional. Su relación fue un recordatorio de que incluso en un mundo destrozado, el amor sigue siendo un acto de resistencia. En Jackson conocimos también a Jesse, con Young Mazino aportando humanidad y nobleza, convirtiéndose en un amigo leal en medio de tanta oscuridad.
Los Serafitas, ese grupo religioso extremista, se hicieron presentes a través de Lev y Yara. Kwaku Mills dio vida a Lev, un personaje que se convirtió en icono por su valentía al desafiar las normas de su comunidad. Natasha Mumba interpretó a Yara, la hermana que luchó hasta el final por protegerlo. Sus apariciones añadieron una capa de diversidad y reflexión sobre la intolerancia en un mundo donde la supervivencia debería ser lo único que importara.
El círculo de Abby se completó con Owen, Mel y Manny, interpretados respectivamente por Spencer Lord, Natasha Ofili y Danny Ramirez. Sus historias cruzadas mostraron que incluso en grupos que parecen antagonistas, hay amistades, amores y dilemas morales que los hacen tan humanos como los protagonistas. Y, en las sombras, comenzó a asomar Isaac Dixon, líder de los Lobos, interpretado por Jeffrey Wright, cuya autoridad y dureza lo posicionan como uno de los antagonistas más imponentes de la saga.
La tercera temporada: el foco cambia

En junio de 2025 llegó la confirmación oficial que sacudió al fandom: la tercera temporada de The Last of Us cambiará de protagonista. Craig Mazin y Neil Druckmann lo anunciaron en un evento de los Emmy, dejando claro que la historia ahora girará en torno a Abby, con Kaitlyn Dever tomando el relevo como protagonista central. Ellie seguirá apareciendo, y Bella Ramsey ya adelantó que estará en la temporada, pero con un papel mucho más reducido.
Este giro narrativo no es un simple movimiento de casting, es un cambio de paradigma. Significa que la historia se enfocará en la vida de Abby, en sus aliados y en sus enemigos, en un intento por humanizar al personaje más controvertido de la franquicia.
Eso abre la puerta a nombres que en el videojuego tuvieron un peso enorme pero que aún no hemos visto en la serie. Nora Harris, la médica interpretada originalmente en el juego por Laura Bailey, puede tener un recorrido más amplio en televisión. Mel y Owen podrían convertirse en personajes con arcos más detallados, explorando sus dilemas antes de su inevitable destino. Manny Álvarez es otro candidato para ganar protagonismo, con su mezcla de humor y lealtad.
Y aún falta por ver a Isaac Dixon en toda su gloria, un líder de los Lobos que HBO tiene la oportunidad de transformar en un villano de primer nivel. Del lado de los Serafitas, la figura de Emily, la líder espiritual, promete añadir nuevas capas de fanatismo religioso a la trama.
Además, no hay que olvidar que HBO ya ha demostrado que no tiene miedo de crear personajes originales, como Kathleen en la primera temporada. Así que es probable que veamos nuevas comunidades y líderes que expandan el universo, aportando sorpresas incluso a los fans más veteranos de los videojuegos.
¿Por qué nos engancha tanto este quién es quién?
Porque The Last of Us no trata de zombis, sino de personas. Los infectados son el telón de fondo, pero lo que realmente nos atrapa son los dilemas morales, los amores, las traiciones y las pérdidas. Cada actor y actriz ha conseguido que sus personajes se sientan de carne y hueso: desde Pascal y Ramsey, que cargan con el peso de la serie, hasta secundarios que aparecen en un solo episodio y se quedan grabados en nuestra memoria.
Los pósters oficiales que HBO lanza cada temporada no son simples imágenes promocionales. Son pequeñas declaraciones de intenciones. Cada nuevo rostro que aparece anunciado es un recordatorio de que, tarde o temprano, vamos a volver a sufrir, a emocionarnos y a debatir durante semanas en redes sociales.
Un mosaico que sigue creciendo
The Last of Us nació como un videojuego que revolucionó la forma de contar historias en consola, y hoy es una serie que emociona y divide a partes iguales. La primera temporada nos presentó a Joel y Ellie y a un grupo de secundarios inolvidables. La segunda nos llevó al terreno de Abby, Dina, Lev y Jesse, expandiendo el universo con valentía. Y la tercera, ya confirmada, pondrá a Abby en el centro con Kaitlyn Dever liderando la trama, prometiendo nuevas emociones y personajes que aún no han dado el salto de la consola a la pantalla.
En Cinemascomics lo tenemos claro: seguiremos atentos a cada póster, a cada anuncio de casting y a cada giro inesperado. Porque si algo define a The Last of Us es su capacidad para recordarnos que en este apocalipsis nadie está a salvo, pero absolutamente todos importan.




