La gran mentira se estrena en la cartelera española. Dirigida por Bill Condon y protagonizada por Helen Mirren e Ian McKellen.
Roy Courtnay es un estafador profesional que no puede creer su suerte: ha conocido online a la adinerada viuda Betty McLeish. A medida que ella le abre su corazón, Roy se sorprende a sí mismo al darse cuenta de que alberga sentimientos hacia ella, convirtiendo lo que debería ser una estafa fácil y sencilla en una de las situaciones más complejas de su vida.
La gran mentira es un gran entramado que es muy agradable de ver, que se disfruta en el visionado, pero que, a las horas de haberla visto se te olvida. No es de esas películas en las que te quedarás pensando porque te ha hecho reflexionar; esta no lo consigue ni vagamente; pero sí es cierto que puedes dejarte llevar por ella cuando la ves. Es la típica película que se ve para desconectar y descansar del mundo que tienes fuera. Mirren y McKallen están cómodos. Y eso se debe a que el guion es flojo, no supone un reto ni nada nuevo; así que Helen e Ian, que ya son expertos, se desenvuelven bien en lo fofo del guion.
Conclusión
La gran mentira nos cuenta, eso precisamente, una sucesión de engaños dentro de engaños, pero que son tan simples por culpa del guion y la dirección nula de Bill Condon que no te pierdes, no supone un dolor de cabeza. Nos plantea la estafa en la tercera edad, cosa que ya hizo Rey de Ladrones. Quizá lo mejor que tiene la cinta es la banda sonora que desde el inicio nos acompaña. Con todo esto podemos sacar la conclusión de que a La gran mentira no podemos pedirle mucho y si no le exigimos que sea una gran película, podremos salir contentos del cine. Simplemente siéntese y disfrute del talento de Mirren y McKallen. No piense en nada más.
