Puede que recuperar este clásico de finales de los años ochenta pueda parecer oportunista, al abrigo de la serie de televisión Chernobyl, pero Panini Comics acierta al reeditar esta gran obra del sello Epic de Marvel, Kaos y Lobezno: Fusión.
Kaos y Lobezno: Fusión. El accidente de la central nuclear Lenin, en las cercanías de las ciudades de Pripiat y Chernobyl, tuvo lugar el 26 de abril de 1986. Fue motivado por una prueba en la que debía cortarse el suministro eléctrico principal de uno de sus reactores. Una concatenación de errores terminó provocando la explosión del reactor número cuatro que levantó la tapa de dos mil toneladas de hormigón que lo cubría, con la consiguiente fuga de altos niveles de radiación que formaron una nube tóxica que afectó a buena parte de Europa.
Con esta premisa y la petición por parte de los dibujantes, Jon J. Muth y Kent Williams, de llevar a cabo una historia con Lobezno y Kaos como protagonistas, el matrimonio Simonson, formado por Louise (de soltera apellidada Jones) y Walter, dieron forma a una aventura que comienza precisamente narrando la secuencia de cómo tuvo lugar el accidente nuclear de la central situada en la actual Ucrania. En un mundo que aun se dividía en dos bloques, a pesar del gobierno aperturista de Mijail Gorbachov, no es de extrañar que los enemigos elegidos fueran de origen ruso.
Logan y Alex Summers inician su periplo en una pequeña ciudad de México, donde van a sufrir un asalto que les separará. El doctor Neutrón, el antiguo general conocido como Meltdown y una agente que responde al nombre de Quark se van a encargar de poner en aprietos a los mutantes. Cada uno de ellos adquiere un papel muy definido, desde aquel que lo plantea todo como una partida de ajedrez a la agente de campo peligrosa, pasando por el sujeto que más beneficiado se verá si sus planes salen como han acordado.
El dibujo se lo reparten entre Muth y Williams, encargándose el primero de dibujar a Kaos y el segundo a Lobezno. Lo cierto es que sus estilos pictóricos combinan a la perfección y no hay saltos que permitan distinguir claramente la labor de uno y otro. Lo que puede resultar chocante a los lectores es esa sensación de estar ante acuarelas difuminadas y algunos aspectos “deformed” en los cuerpos de los personajes.
La historia coloca por un lado a Logan en el papel de rescatador de su amigo, mientras deja atisbar que el pequeño de los dos Summers originales va teniendo los tintes que más adelante le convertirían en líder de diversas formaciones X. Incluso mediada la acción tendremos un enfrentamiento entre ambos motivado por la manipulación a la que se ven sometidos por sus rivales, que sin terminar de estar a la altura si muestran una gran profundidad en su planteamiento, sobre todo en lo relativo a Quark.
Cuando se han cumplido ya treinta años de su publicación original y veinte desde la última vez que se recopiló en tomo, por parte de Comics Forum, es de agradecer que Panini recupere ciertas historias que parecen haber quedado en el limbo y son de una calidad incuestionable. Un perfecto ejemplo de cómo a partir de un hecho real, muy dramático en este caso, se puede orquestar una trama que envuelva a superhéroes, espías y villanos para dejarnos una obra merecedora de estar en nuestras estanterías.
Sinopsis Oficial
Dos amigos. Dos mutantes. ¡Dos miembros de La Patrulla-X! Kaos posee la habilidad de disparar devastadoras descargas de plasma. Lobezno es un guerrero salvaje con una capacidad única de sanar, un esqueleto irrompible de Adamántium y afiladas garras del mismo metal. Después de que ambos sean emboscados en México por terroristas rusos, se verán atrapados en una red de traición e intriga internacional. Kaos y Lobezno: Fusión es un cómic legendario, publicado dentro del sello Epic, que sirvió como respuesta de Marvel a la catástrofe de Chernobyl. Publicado en 1988, apenas dos años después del aciago accidente, fue escrito por nada menos que Walter y Louise Simonson, autores de legendarias etapas de El Poderoso Thor o Los Nuevos Mutantes, que ya habían colaborado juntos en la mítica Factor-X, y contó con el impresionante arte de Jon J. Muth y Kent Williams, quienes ofrecieron una obra pintada capaz de producir insólitas atmósferas.
