Soy un gran amante del Batman del 66. No puedo evitarlo, así ha sido desde pequeño cuando pude verlo en reposiciones en televisión.
Esa película de Batman fue una de las primeras que tuve en DVD y la verdad es que con el tiempo no me he curado, he ido a peor.
Mi colección ha ido creciendo con cómics y figuritas, réplicas del coche, Heroclix y hasta un libro que he escrito y auto editado sobre esta inolvidable serie (y que se presenta el sábado 25 de marzo a las 18:30 en la librería Fénix Cómics de Barcelona). ¡Incluso un retrato mío caracterizado de ese Batman! Un regalo que me hizo mi amigo el ilustrador Conrado “Entiman” Martín, como parte de nuestro trabajo conjunto en el tomo “Vestidos para el éxito: 35 + 1 series llenas de estilo”.
Dejando de lado pasiones privadas por los años sesenta y fetichismos varios con Adam West, el motivo de esta pasión es muy sencillo: tantas décadas después sigue siendo una serie muy divertida.
Se concibió para serlo, no para ser tomada en serio (lo que erróneamente bastante gente hace). Era pura comedia, delirio pop en estado puro, diversión para toda la familia y un placer culpable en toda regla. Esa era su magia y la clave de su éxito. Eso, junto con un innovador tratamiento del color, un presupuesto envidiable para la época y contar con grandes nombres para dar vida a los villanos.
¡¡¡HASTA FRANK SINATRA QUISO SER UN BAT MALVADO!!!
Cierto es que juzgada hoy en día parece más una broma que otra cosa. Pero ahí está el error; en verla según lo que hoy consumimos. No se puede, todo producto debe serlo según su momento y sus tendencias; y en su momento esta serie fue un éxito y marcó tendencia, y a que tantas décadas después siga con vida me remito.
No, esto no es algo de nostalgia. No es una serie que se vea solo por haberla visto de pequeños y por los recuerdos. Esta serie es otra cosa, nunca ha dejado de estar viva. Ha tenido muchos herederos y referencias que van desde ‘Batman: The Brave and The Bold’ hasta ‘Los Simpson’, sus propios cómics, el regreso de Adam West y Burt Ward… Y no termina la cosa.
¿Qué este no es el Batman oscuro que debería ser? En fin, en ese momento en los cómics tampoco lo era. ¿Qué el Joker parece más un bufón que un adversario a temer? Pues lo que había en ese momento en las viñetas. ¿Qué comparten su casa con una adorable anciana tía de Dick Grayson? Pues eso, que también venía de las historias originales.
Y por si fuera poco, gracias a esta producción se trajo de vuelta a Alfred a los cómics, así que venga, todos a dar palmas. ¡Santas palomitas de maíz!
