Un lugar espectacular y muy turístico que apareció en Juego de Tronos está luchando por no desaparecer.
Los majestuosos árboles de los Dark Hedges, famosos por su aparición en Juego de Tronos y Transformers: El último caballero, enfrentan la amenaza de ser talados debido a problemas de seguridad pública. El informe del Departamento de Infraestructura ha revelado que varios de estos icónicos hayas, que se encuentran en Irlanda del Norte, se han vuelto inestables y representan un riesgo potencial para el público.
Originalmente, los Dark Hedges albergaban alrededor de 150 árboles que se destacaron en la serie Juego de Tronos, sirviendo como el camino hacia Desembarco del Rey. Sin embargo, debido a la popularidad del lugar, junto con daños causados por automóviles y turistas, la cifra se redujo a sólo 86 árboles. En un estudio reciente, se encontró que 11 de estos árboles son lo suficientemente inestables como para requerir su tala inmediata.
Poco a poco está desapareciendo.
La condición de los árboles ha empeorado desde su aparición en Juego de Tronos. Ahora, de los 80 árboles inspeccionados, 30 están en buenas condiciones, mientras que la mayoría presenta deterioro y uno ha muerto. Se ha recomendado la tala de 11 árboles, aunque seis de ellos están bajo protección de árboles, lo que requiere la aprobación del consejo para proceder con su eliminación.
Estos árboles de haya, plantados en el siglo XVIII, formaron parte de una escena icónica en la serie Juego de Tronos de HBO, donde Arya Stark escapa por el camino bordeado por los Dark Hedges. A pesar de la amenaza a la seguridad, hay quienes abogan por la preservación de estos emblemáticos árboles y argumentan que solo deberían eliminarse cuatro o cinco.
Dark Hedges en Juego de Tronos
Al margen de la serie y la película los Dark Hedges tienen un valor histórico y turístico significativo. Los concejales se enfrentan a la difícil tarea de sopesar la conservación de este patrimonio contra los riesgos para la seguridad pública. Los esfuerzos de rescate podrían salvar la mayoría de los árboles restantes durante al menos una década, lo que proporciona una ventana de tiempo para garantizar tanto la seguridad de los visitantes como la protección de este lugar emblemático.
La decisión final será crucial, ya que afectará no solo al destino de estos árboles históricos, sino también a la industria turística de la zona.
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