Edición en gran formato, tapa dura y con sobrecubierta de los tres episodios que componen la miniserie en la que Superman tuvo que buscar cómo evitar la previsible muerte de su némesis. Panini Comics saca el billete para viajar a la Fortaleza de la Soledad, a Kandor o al Siglo XXXI junto a la Legión de Superhéroes, lo que haga falta por apoyar.
Superman: Los últimos días de Lex Luthor. Filosofar sobre el bien y el mal
¿Qué debería hacer Superman? Lex Luthor se muere, ha contraído una enfermedad, sus células se descomponen a gran velocidad, y sus días se cuentan con los dedos de ambas manos o incluso con los de una sola. El mayor villano del Hombre de Acero se ha visto afectado por un experimento fallido que buscaba acabar con la vida del natural de Krypton. La lógica de cualquier otro ser humano sería dejarle a su suerte, incluso asegurarse de que se produce el fatal desenlace.
Pero ese comportamiento no cabe dentro del pensamiento de Superman, El hijo de Jor-El y de Lara Lor-Van, adoptado por Jonathan y Martha Kent a su llegada al Planeta Tierra. Su única respuesta posible es ayudar a evitarlo. Es uno de los motivos por los que una de las facetas inamovibles del personaje pasa por ser extremadamente humano. Clark hace lo que cualquiera debería hacer, desear lo mejor y trabajar para conseguirlo, no solo para uno mismo sino para todos los que nos rodean en esta bola de barro a la que llamamos hogar.
Pero todos somos conscientes de que existen pocas personas así en el mundo, que con todo en contra deciden hacer lo correcto, con o sin la esperanza de hallar un cambio, esperando que salvar esa vida no sea óbice para que luego haya que pagar unas consecuencias. De lo contrario nos encontraríamos con policías masacrando a delincuentes en lugar de buscar detenerlos y llevarlos ante la justicia. Esas normas que nos hemos dado a lo largo de los siglos están para forjar una característica común a los regímenes democráticos, responder ante la ley en su justa proporción.
El mal no compensa… o sí cuando eres corrupto y terminas almacenando bienes que no te corresponden en paraísos fiscales que allí te estarán esperando cuando cumplas tu pena. Pero no debería, lo mismo que se plantea Superman sin ninguna duda. ¿El mundo sería mejor sin Luthor? Seguramente, pero no a costa de hacer el bien.
Agotar cualquier recurso
El Hombre de Acero tomará la mano de Lex para arrastrarlo en pos de una cura a su problema médico. Primero visitarán la Fortaleza de la Soledad para buscar dentro de la ciudad embotellada de Kandor. Más tarde se trasladarán al futuro, al Siglo XXXI, a hacer una visita a los miembros de La Legión de Superhéroes.
Seguirán por Temiscira, a pesar de la opinión de Wonder Woman, pero Isla Paraíso tampoco supondrá la solución. Ni las profundidades de Tritonis, ni los Guardianes del Universo que supervisan a los Green Lanters, ni siquiera el planeta Rann y la colaboración de Adam Strange, Lex Luthor parece condenado a sufrir un destino nefasto.
Y cuando todo parecía indicar que Superman se vería derrotado por una enfermedad llega el giro de guión, aquel en el que cae el velo que ocultaba la verdadera traición y se desvela al verdadero villano de este Elsewhere. Ya sabéis que en Cinemascomics no somos amigos de destripar las historias por lo que aquí no vamos a reflejar este dato para que podáis sorprenderos igual que nosotros. A partir de ese momento van a entrar a jugar otros factores, como saltarnos el tópico del enemigo de mi enemigo es mi amigo.
El sacrificio
Superman dejará a un lado todo su poder para dar una oportunidad a Luthor, aun a pesar de exponerse a una muerte segura. Juntos no forman el mejor de los equipos, ni siquiera puede considerarse que en algún momento de sus existencias fueran a colaborar de ninguna manera, sobre todo si es Luthor el que tiene que dar el paso definitivo. Mark Waid termina logrando un desenlace creíble, muestra de un fino hilo que termina uniendo el destino de ambos contendientes.
El guionista de Alabama es un profundo conocedor del Universo DC (también de Marvel, pero eso queda para otra ocasión) por lo que el resultado es sobresaliente.
El dibujo recae en otra gran estrella del mainstream estadounidense, el británico Bryan Hitch, con ese estilo tan particular que a pesar de los años todavía recuerda en cierta medida a Alan Davis. No estamos ante la primera colaboración entre ambos artistas, ya estuvieron en la Justice League of America (JLA) allá por finales del Siglo XX.
Hitch completa el conjunto perfecto con su trazo limpio y le sienta de maravilla el formato enorme de la edición, sobre todo cuando estamos ante viñetas grandes o directamente ante splash pages o directamente dobles páginas de dibujo completo. Logra hacer muy creíble la evolución hacia la decrepitud de Luthor, sin dejar de lado la grandeza de un superhéroe que es capaz de dar absolutamente todo por invertir la situación, dejando a un Superman que lleva a cabo su papel hasta el extremo, sin importar las consecuencias, confiando siempre en que puede dar la vuelta al peor de los escenarios posible.
Si quieres descubrir una de las historias más profundas y emocionantes del Hombre de Acero, esta edición gigante es imprescindible (puedes hacerte con esta edición en Milcomics.com). Un viaje épico, moral y visual que solo Superman podía protagonizar. Cuéntanos si la has leído y síguenos en Google News para no perderte nuestra próxima reseña.
DC Black Label XL. Superman: Los últimos días de Lex Luthor
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Mark Waid y Bryan Hitch se reúnen para contar una historia de su superhéroe favorito. Lex Luthor se muere. Pero antes de que ocurra, quiere que el Hombre de Acero le ayude a encontrar una cura para su enfermedad. Aunque el mundo se prepare para decir adiós a su mayor enemigo, Superman acudirá a cada rincón del universo, cruzará todas las dimensiones y navegará el curso del tiempo con tal de salvar a su enemigo. ¿Por qué querría salvar a alguien que ha consagrado su vida a destruirle? ¿Será capaz de dar con la solución?
