Durante años, Sony ha tenido una relación de amor y frustración con los superhéroes de Marvel. La compañía, que controla los derechos cinematográficos de Spider-Man y de todo su universo de personajes, ha intentado expandir este legado con películas propias… con resultados bastante cuestionables. Basta recordar títulos como Morbius o Madame Web, que no solo fueron destrozados por la crítica, sino que también se convirtieron en memes virales más que en fenómenos de taquilla.
Sin embargo, todo parece indicar que esa etapa oscura podría estar llegando a su fin. El motivo tiene nombre y apellido: Ravi Ahuja, nuevo CEO de Sony Pictures desde enero de 2025. Y sus primeras declaraciones no han pasado desapercibidas.
El nuevo rumbo de Sony con los superhéroes de Marvel
En una reciente intervención en una conferencia del Bank of America, recogida por TheWrap, Ahuja hizo una reflexión que sorprendió por su honestidad. Hablando del estado actual del cine de superhéroes, comentó:
«Hubo un tiempo en el que cualquier cosa relacionada con superhéroes estaba casi garantizada para funcionar. Creo que el listón para las películas de superhéroes era relativamente bajo. A mediados de la década de 2010 prácticamente todas hacían negocios increíbles, pero ahora incluso las películas de superhéroes tienen que tener cierto grado de originalidad. Tienen que aportar algo diferente. Tienen que tener una conexión emocional. Deben ser eventos culturales que puedan ser comercializados de esa manera».
Una declaración que, dicho en otras palabras, viene a reconocer que Sony no puede seguir confiando en que cualquier proyecto con un personaje de Marvel en la portada funcione solo por llevar ese sello.
Venom: Habrá matanza
Lecciones del pasado: Venom, Morbius y compañía
La lista de tropiezos recientes de Sony es larga. Venom funcionó en taquilla gracias al tirón del personaje y al carisma de Tom Hardy, pero las secuelas fueron perdiendo fuelle. Venom: The Last Dance, la tercera entrega, acabó siendo un cierre con sabor amargo.
Luego está el caso de Morbius, que pasó a la historia no por su éxito, sino por la cantidad de bromas que generó en redes. El famoso “It’s Morbin’ time” se convirtió en un fenómeno cultural, pero no precisamente en el sentido que Sony esperaba.
Y cómo olvidar Madame Web, un experimento narrativo que nadie pidió y que acabó siendo uno de los mayores fracasos recientes de todas las entregas de superhéroes de Marvel. Si a eso sumamos los retrasos y la confusión alrededor de Kraven el Cazador, queda claro que Sony necesitaba urgentemente un cambio de estrategia.
Marvel Studios y el contraste inevitable
Mientras Sony lidiaba con sus tropiezos, Marvel Studios también ha tenido sus propios baches. No todo en el UCM ha sido oro puro tras Endgame, pero la diferencia clave está en cómo Kevin Feige y su equipo saben convertir cada estreno en un evento global. Vengadores: Doomsday, programada para 2026, ya es esperada como uno de los grandes acontecimientos del cine de superhéroes.
Sony parece haber entendido que si quiere competir en esa liga, debe aplicar esa misma lógica: no basta con sacar películas de superhéroes de Marvel, hay que construir experiencias.
Un futuro con más originalidad
Ahuja fue claro: la clave está en aportar frescura. En sus palabras, no se trata solo de marketing, sino de convertir cada estreno en un acontecimiento social:
«Es un poco de marketing, pero se trata de hacer de ello un evento al que la gente quiera ir al cine y ver juntos. Siempre ha sido así. Creo que ahora es incluso más difícil que antes».
En otras palabras, el nuevo CEO apuesta por recuperar la magia de la sala de cine, algo que en tiempos de streaming parece cada vez más complicado. Pero si se hace bien, funciona: la experiencia de ver una película de superhéroes rodeado de fans sigue siendo algo irrepetible.
¿Qué significa esto para Spider-Man?
El mayor activo de Sony sigue siendo, sin duda, Spider-Man. Y no hablamos solo de las películas en solitario dentro del MCU, sino también de las futuras producciones como Spider-Man: Brand New Day, que ya está en rodaje. Este proyecto, coproducido con Marvel Studios, podría ser la prueba de fuego de la nueva etapa de Sony.
Tom Holland como Spider-Man
Además, hay expectación sobre proyectos como la serie Spider-Noir con Nicolas Cage, que todavía está en desarrollo. Si finalmente ve la luz, podría ser un soplo de aire fresco en medio de tanto spin-off fallido.
El reto de convertir errores en oportunidades
Lo cierto es que Sony tiene una segunda oportunidad para demostrar que ha aprendido de sus errores con los superhéroes de Marvel. Películas como Venom, Morbius o Madame Web no serán olvidadas fácilmente, pero sí pueden servir como recordatorio de lo que no se debe hacer.
La lección es clara: no basta con explotar personajes por el simple hecho de tener sus derechos. El público exige historias con corazón, con emoción y con un plus de originalidad que las diferencie del resto.
El futuro pinta interesante
El panorama para los próximos años es incierto, pero a la vez prometedor. Con Spider-Man: Brand New Day en el horizonte y la lección aprendida tras varios tropiezos, Sony puede dar un giro de 180 grados en su manera de manejar los superhéroes de Marvel.
Si consigue aplicar las palabras de Ahuja y convierte cada estreno en un verdadero evento cultural, quizá pronto dejemos de hablar de fracasos y empecemos a recordar esta etapa como el punto de inflexión en el que Sony pasó de ser el estudio de los tropiezos a uno de los grandes referentes del género.
Al fin y al cabo, como dice Peter Parker, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y Sony está a punto de descubrir si está preparada para estar a la altura.
