El protagonista de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Simu Liu, ha decidido alzar la voz contra uno de los debates más candentes de Hollywood: la entrada de la Inteligencia Artificial en la industria del cine. Y lo ha hecho con la contundencia de alguien que sabe lo que significa abrirse camino entre focos, cámaras y jornadas interminables de rodaje.
¿De verdad la solución para hacer más películas es reemplazar a las personas por algoritmos? Parece que Simu Liu lo tiene clarísimo: no.
El comentario que encendió la chispa de Shang-Chi
Todo comenzó cuando el empresario Kevin O’Leary propuso una idea “brillante” (según él) para reducir los costes de producción. En una entrevista, defendió que la Inteligencia Artificial podría sustituir a los figurantes humanos. Sí, esos extras que pasan horas y horas en el set para dar vida al fondo de una escena.
“En casi cada escena hay hasta 150 extras. Esas personas deben permanecer despiertas durante 18 horas, completamente vestidas, en el fondo. No son necesariamente protagonistas, pero son necesarias para que todo se vea real. Y eso cuesta millones de dólares hacerlo”, dijo O’Leary. “¿Por qué no simplemente poner agentes de IA en su lugar? No son los actores principales, sólo están visualmente. Podrías ahorrar millones de dólares y hacer más películas. El mismo director, en lugar de gastar 90 millones, podría gastar 35 y hacer dos películas”.
Hasta aquí, el argumento podría sonar eficiente… si no fuera por el pequeño detalle de que hablamos de personas, no de píxeles.
La respuesta de Simu Liu: sin filtros y con razón
Simu Liu no tardó ni un suspiro en reaccionar. Desde su cuenta de X (antiguo Twitter), publicó un mensaje que rápidamente se volvió viral:
“Claro, culpa a los extras que ganan entre 15 y 22 dólares la hora tratando de sobrevivir, y no a la gente de arriba que gana millones”.
Simu Liu como Shang-Chi
Zas. Directo, claro y sin diplomacia hollywoodiense. Liu, que conoce bien la dureza de trabajar desde abajo, antes de ser un superhéroe de Marvel fue doble, modelo y hasta contable, quiso dejar muy claro que la IA no puede ser la excusa para precarizar aún más a quienes ya tienen los empleos más inestables del sector.
Y sí, puedes imaginar que las redes ardieron. Pero antes de seguir, te lanzo una: ¿tú qué opinas? ¿Es justo sustituir figurantes por inteligencias artificiales para “ahorrar costes”? Cuéntanoslo en los comentarios y, de paso, síguenos en Google News para no perderte ningún debate de este calibre.
Hollywood dividido: entre lo humano y los algoritmos
Simu Liu no está solo en esta batalla. Grandes figuras del cine llevan meses alzando la voz. Guillermo del Toro, por ejemplo, fue tajante: “Preferiría morir antes que usar IA en mis películas”, llegó a decir, comparando esta tecnología con el experimento de Victor Frankenstein. Nada mal como metáfora.
Del Toro no exagera. En los últimos meses, los anuncios de actores digitales han provocado un auténtico terremoto en la industria. El caso más sonado ha sido el de Tilly Norwood, una “actriz” completamente generada por ordenador. Su existencia encendió todas las alarmas, especialmente en el sindicato de actores SAG-AFTRA, que no tardó en publicar un comunicado durísimo:
“Para ser claros, Tilly Norwood no es una actriz. Es un personaje creado por un programa informático entrenado con el trabajo de innumerables intérpretes profesionales, sin permiso ni compensación. No tiene experiencia vital, no tiene emociones y, según lo que hemos visto, el público no está interesado en ver contenido generado por ordenador desconectado de la experiencia humana. No resuelve ningún problema; crea uno nuevo: usar actuaciones robadas para dejar sin trabajo a actores reales, poniendo en peligro sus medios de vida y devaluando el arte humano”.
¿Te suena fuerte? Lo es. Y lo que está en juego no es solo la creatividad, sino la esencia misma del cine: contar historias humanas.
La otra cara de la moneda
Por supuesto, hay quien defiende que la Inteligencia Artificial puede ser una herramienta útil. Algunos estudios la usan para recrear decorados imposibles o rejuvenecer actores en pantalla. Pero una cosa es usar la IA como apoyo, y otra muy distinta es reemplazar personas.
Simu Liu no critica la tecnología en sí, sino el modo en que se está usando como atajo para reducir costes sin pensar en el impacto humano. Es el eterno debate: ¿lo barato sale caro? En este caso, podría costarle el alma al cine.
El valor de los “extras” que hacen grande una película
En su mensaje, Simu Liu recuerda algo que a menudo se olvida: las películas son un trabajo colectivo. Esos figurantes que pasan desapercibidos en pantalla también forman parte del arte cinematográfico. Son los que llenan un estadio, los que caminan por las calles de una ciudad ficticia o los que dan vida al fondo de un plano.
Sin ellos, el cine perdería esa sensación de realidad. Reemplazarlos por algoritmos no solo restaría autenticidad, sino que también eliminaría miles de empleos. Y eso, según Liu, es una línea que Hollywood no debería cruzar.
Un debate que apenas comienza
El comentario de Simu Liu no es una simple queja en redes; es el reflejo de un cambio profundo en la industria. Mientras algunos ven la IA como el futuro del cine, otros temen que pueda convertirlo en algo deshumanizado.
Simu Liu
Lo cierto es que, si algo ha demostrado Liu desde Shang-Chi, es que no le teme a los desafíos. Quizás esta nueva batalla, fuera de la pantalla, sea la más importante de todas.
Porque, seamos sinceros: el día que dejemos que las máquinas actúen, lloren y amen por nosotros, ¿seguirá siendo cine de verdad?
Simu Liu ha encendido un debate que apenas empieza. Y, como en sus películas, promete acción, emoción y algún que otro golpe inesperado. Pero, esta vez, no contra un dragón místico, sino contra un enemigo mucho más silencioso: la sustitución de la humanidad por código binario.
¿Tú de qué lado estás? Comenta qué opinas sobre la Inteligencia Artificial en el cine.




