Los nuevos X men contra el proyecto militar ultrasecreto que creó a Lobezno, Masacre y Fantomex. ¡Y ninguno de ellos fue el más poderoso de sus experimentos!
Pasamos el meridiano de New X men, la saga ideada por Grant Morrison, y recuperamos la pista que dejamos en anteriores entregas con Fantomex, la nueva Arma Plus, y las dudas de Scott Summers con Jean. El Fénix ha vuelto, y que la Reina Blanca merodee a su hombre no es algo aceptable.
Emulando lo que hizo grandes a los X Men, el escritor escocés abre y retoma tramas para continuar con las estructuras de acción y drama que Chris Claremont desarrolló en sus años en el título. En este caso entramos en el clímax del triángulo amoroso entre Scott, Jean y Emma. Nadie espero nunca que la Reina Blanca fuera capaz de enamorarse, y menos de un hombre X, y aún menos del más “estirado” de ellos. Pero Cíclope está casado, y nada menos que con Jean Grey. Pero el matrimonio está en peligro, la manifestación de la fuerza Fénix que está mostrando esta última empieza a asustar a Scott, ya perdió a su mujer por culpa del ente, ahora tiene miedo que no pueda salvarla, y que al final, el Fénix devore a Jean, y pierda a su mujer. Pero ese miedo hace que se acerque a otra telepata.
Pero mientras las dudas y las peleas amorosas acaban en tragedia, Fantomex trae la guerra a los terrenos de la Patrulla. El programa Arma X que dio forma a Lobezno, ha seguido trabajando, pero lejos, muy lejos, y no ha terminado. De hecho, no terminó con Logan, Fantomex y otros se convirtieron en arma XI, XII, hasta la última y más peligrosa. NO es la antigua Arma X, es Arma Plus, y su objetivo, el supersoldado más poderoso que jamás se imaginaron, destino, un gobierno que podría utilizarlo como arma. Pero no pueden controlarlo, y les toca a las antiguas armas y los hombres X detenerlo.
Las tramas se suceden con velocidad, pero nunca se cierran totalmente, el asesinato que se investiga, los descubrimientos sobre Pico y Ángel, dejan espacio para dudas, para un misterio futuro. Al estilo de Claremont, Morrison deja tramas para cerrar más adelante, y continuar con nuevas, dejando la expectación y las expectativas de los lectores en lo alto, pidiendo más.
Y por si fuera poco, Phil Jimenez, continúa unos números más hasta la llegada del gran atractivo de este tomo: Chris Bachalo el dibujante es conocido por ser capaz de llenar toda la página de detalles, ornamentos, y hasta de convertir las viñetas en marcos barrocos, pero en este caso, su inventiva se transforma en mostrar lo que Morrison necesita, amenaza y oscuridad, y cuando es necesario, vacío y miedo. El británico exprime las posibilidades del artista, que se encontraba en un momento creativo brutal, haciendo un trabajo brutal y detallado para mostrar el mundo de Arma Plus, tecnológico, casi biológico, y terrorífico.
Quizás es uno de los mejores tomos para el que suscribe estas líneas. El drama amoroso, la investigación de asesinato, la fuerza Fénix amenazando en la sombra. Y el retorno del pasado para mostrarse aún más peligroso de lo que era. Todo bien hilado, y dibujado con pulso y fuerza. Estos eran los New X Men de Morrison, rápidos, duros, y adictivos, y tantos años después, sigue siendo una de las mejores épocas de la franquicia.