Desde que se formaron Los Vengadores, hasta este volumen, su formación más estable podría considerarse la del cuarteto loco del Capi, ni siquiera la original que inició el camino. Panini Comics asiste tembloroso a como los miembros activos van dejando a un lado su actividad en el grupo.
Entre piques anda el juego
No son Los Vengadores precisamente un grupo homogéneo, cada uno es de su padre y de su madre e incluso podemos apreciar que existen rencillas, personalidades díscolas y pequeños conflictos con el ego de cada uno. Asumir la marcha del que se había convertido en el faro del equipo, un Capitán América que da muestras de uno de esos principios de duda que después incluso protagonizarían una etapa de su propia vida, es el primero de los clavos que parecen cerrar el ataúd de la formación de Los Héroes más Poderosos de la Tierra.
Pero no va a ser el único, la aparición de Magneto nos privará de la compañía de Mercurio y La Bruja Escarlata, que pasarán a un ciclo paralelo de la historia que se nos va a narrar en estas páginas.
En ellas también asistimos a la génesis del moderno Caballero Negro, la toma del manto del villano Nathan Garrett por parte de su sobrino, Dane Whitman. Juntando todo tenemos una de las tres tramas principales, pero a pesar de tener la sensación de contar con un relevo para los héroes que nos van dejando, nos encontramos con todo lo contrario, Goliat, La Avispa y Ojo de Halcón no hacen más que poner tierra de por medio con cualquier posibilidad positiva de regenerar a Los Vengadores con savia nueva.
Ni siquiera Hércules llegará a integrarse en el grupo, suya es la segunda de las tramas que Roy Thomas nos va a contar en paralelo. Su búsqueda de los olímpicos va a tener su desencadenante en el número #50 de la colección americana, un combate contra el titán Tifón que aun resuena en el Monte Olimpo.
Crecer o disminuir

¿Y cuál es la tercera de las tramas que vamos arrastrando en Los Vengadores? La pérdida de la capacidad de crecimiento de Goliat, lo que va a provocar que Hank Pym se centre en volver a su faceta como Hombre Hormiga, con el consiguiente diferencial de poder que debilita la posición de tener un hombretón fuerte en el grupo (entonces no había una Hulka que pudiese tomar esas riendas con un toque femenino, ni una Carol Danvers como Ms. Marvel, ni…). Los Vengadores parecen abocados a desaparecer si no aparecen nuevos miembros en el horizonte o algunos de los originales que dejaron el equipo se muestran disponibles a volver.
Dejaremos para el siguiente tomo de Los Vengadores, la aparición de los refuerzos necesarios, aunque alguno ni siquiera alcance estatus de miembro. Con estos mimbres ya tenemos una composición de las dificultades que presentan los héroes en el ideario de La Casa de las Ideas.
De nada sirve ser invencibles y arrasar con todos los villanos de un simple golpe, las debilidades siempre han hecho más grandes a nuestros protagonistas, más reales, más cercanos a los lectores, que cometen errores, que batallan cada día con mucho esfuerzo para conseguir sacar sus vidas adelante. Lecciones para toda una vida ofrecidas en formato papel, que nos hablan de superación y de comprensión, que apartan el egoísmo a favor del bien de cada uno, porque lo mejor no tiene por qué ser pertenecer a un grupo de superhéroes cuando tu vida camina por otros derroteros.
La evolución a una historia continua
Aunque no era algo nuevo, si apreciamos en estos episodios de Roy Thomas y John Buscema en Los Vengadores, una tendencia a alargar las tramas a lo largo de los episodios aquí contenidos. No se limitan a ir cerrando números autoconclusivos o que apenas abarquen las historias un par de episodios. No, la tendencia es hacia una narrativa más grandiosa, a aventuras que se extienden, a diferentes niveles, principales y secundarias, dejando patente que empieza a existir un plan preconcebido y ese plan es bueno. La sensación del lector denota profundidad en las tramas, el drama se apodera de la colección y no va a ser flor de un día.
Buscema se va a ver apoyado en algunos episodios por las tintas de George Tuska, incluso un número estará dibujado íntegramente por Tuska. Pero por otra parte, tanto Stan Lee como Thomas aprecian el arte de Big John, dejando que pase a tinta sus propios lápices, sin duda un gran acierto.
A Buscema, de todos modos, siempre le han sentado bien las tintas de profesionales de trazo firme, como él mismo. Entre los ejemplos más relevantes podemos hablar de su hermano Sal, de Joe Sinnott o Tom Palmer, con el que vivió una segunda etapa dorada en los ochenta durante lo que se conocen como Los Vengadores de Roger Stern. Un tomo de lectura ágil que nos deja al descubierto que hasta Los Héroes más Poderosos de la Tierra muestran debilidades que les hacen humanos, si Thor nos lo permite.
Biblioteca Marvel Los Vengadores Tomo 9
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Es más que un cómic: es una máquina del tiempo. El Hombre Hormiga regresa al grupo. Magneto camina sobre la Tierra. El Caballero Negro vive de nuevo. ¿Por qué han desaparecido Mercurio y La Bruja Escarlata? Hércules contra Ares, en los salones del Olimpo. Y el regreso de El Coleccionista. Contiene los correos de lectores de la edición original y la cronología que lo sitúa todo en contexto. ¡Biblioteca Marvel, como siempre y mejor que nunca! ¡No puedes perderte esta edición histórica!




