Cuando pensamos en el origen del cine de superhéroes moderno, es fácil señalar a Spider-Man de Sam Raimi o a X-Men del año 2000. Pero más de una década antes de que el UCM arrasara, hubo una película de culto que lo adelantó todo: Darkman (1990), una obra olvidada pero revolucionaria, que mezclaba terror, acción y drama en un envoltorio que hoy consideramos puro ADN de cómic.
Dirigida por Sam Raimi y protagonizada por un joven Liam Neeson, Darkman no estaba basada en ningún cómic, pero lo parecía. Con estética pulp, violencia estilizada y un antihéroe trágico, fue una anomalía en su época y hoy se estudia como uno de los primeros intentos serios por construir un superhéroe cinematográfico original.
Sam Raimi quería adaptar a The Shadow, pero creó su propio monstruo y consiguió una película de culto
Antes de que Marvel le diera las llaves de Spider-Man, Sam Raimi soñaba con adaptar The Shadow o Batman, pero ninguna editorial le concedió los derechos. La solución fue radical: inventar su propio superhéroe.
Así nació Darkman, un científico desfigurado que usa máscaras sintéticas para ocultar su rostro mientras busca venganza. El personaje se inspira tanto en El Fantasma de la Ópera como en Frankenstein y The Shadow, lo que lo convierte en un auténtico avanzado del género. Por eso, ahora se considera una película de culto.
Visualmente, Darkman tiene todas las señas del Raimi que luego perfeccionaría en Spider-Man: cámaras frenéticas, zooms imposibles, villanos grotescos, y acción entre el caos y lo operático.
Si no existiera Darkman no hubiera existido Spider-Man de 2002, una de las mejores entregas del cine de superhéroes y que todavía se usa de referencia.
Darkman (1990)
¿De qué trata esta película de culto?
La historia sigue al brillante científico Peyton Westlake, quien está desarrollando un nuevo tipo de piel sintética que podría revolucionar la medicina reconstructiva. Sin embargo, esta piel tiene una gran limitación: se degrada después de 99 minutos de exposición a la luz.
Todo cambia cuando unos criminales liderados por el mafioso Robert Durant irrumpen en su laboratorio buscando un documento incriminatorio vinculado a su novia, la abogada Julie Hastings. El ataque deja a Peyton gravemente desfigurado y dado por muerto. Tras sobrevivir de milagro, se somete a un tratamiento experimental que lo deja sin sensibilidad al dolor, pero con inestabilidad emocional.
Peyton adopta la identidad de Darkman, un ser en las sombras que usa su tecnología de piel sintética para asumir diferentes rostros y vengarse de quienes le destruyeron la vida. A medida que se sumerge en su cruzada, lucha por mantener su humanidad mientras se aleja cada vez más de la vida que conocía.
La película de culto mezcla acción, horror y tragedia, y es considerada un clásico de culto por su estilo visual, narrativa oscura y enfoque atípico del héroe enmascarado.
¿Qué la hace tan adelantada a su tiempo?
Un antihéroe emocional antes de que estuviera de moda. Décadas antes de que Marvel nos presentara a Tony Stark luchando con el alcohol o a Moon Knight con su disociación, Darkman ya hablaba de un héroe que lidiaba con el dolor, la locura y la pérdida de identidad.
Darkman (1990)
La película explora la desfiguración tanto física como emocional, y lo hace sin suavizar nada. El resultado es una historia que hoy se siente más valiente que muchas de las producciones actuales del género.
Un universo expandido… antes de los universos compartidos
Darkman tuvo dos secuelas directas a vídeo (sin Liam Neeson), cómics, juguetes, videojuegos y hasta un proyecto de serie de televisión cancelado. Universal intentó crear una franquicia… en 1990.
Es decir, lo que Marvel Studios haría años después, Raimi y compañía lo intentaron con recursos mínimos y sin una base de fans preexistente.
¿Por qué no tuvo éxito en su momento?
Por muchas razones: la competencia con películas más tradicionales, un marketing confuso, y que simplemente el mundo no estaba listo. Darkman era demasiado extraña para el mainstream y demasiado mainstream para el público de culto en su momento. Pecado mortal para la taquilla. Por eso, tan solo recaudó 48 millones de dólares, aunque su presupuesto fue de 16 millones, así que el resultado final no fue tan malo.
Pero su legado está más vivo que nunca. No solo porque su director terminó redefiniendo el cine de superhéroes con Spider-Man, sino porque muchas de sus ideas como el trauma, la estética gótica y la sátira, están en el ADN del género actual.
¿Dónde puedes verla hoy?
Darkman está disponible en alquiler y compra digital en plataformas como iTunes, Google Play y Amazon. Además, existe una edición en Blu-ray remasterizada por Shout! Factory, muy valorada por los coleccionistas.
Si nunca has visto Darkman, o si solo la recuerdas vagamente, ahora es el momento de recuperarla. En un tiempo donde los superhéroes dominan las pantallas, esta película de culto de 1990 se siente más relevante que nunca.
Porque antes de que existiera el UCM, antes de que DC intentara construir su universo, hubo un hombre que lo perdió todo y se convirtió en Darkman.
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