Puede que nadie lo viera venir, pero una de las tramas clave de Los 4 Fantásticos: Primeros pasos parece sacada directamente de uno de los mayores éxitos del cine de ciencia ficción de 2019.
La nueva película de Los 4 Fantásticos ya está en cines y ha dado mucho de qué hablar, no solo por su ambición visual, sino por su argumento central, que lleva a los héroes del UCM a enfrentarse a una amenaza cósmica sin precedentes. A partir de aquí, si aún no la has visto, ten en cuenta que hay spoilers importantes sobre la trama. Porque uno de los giros más llamativos del guion podría no ser tan original como parece…
Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, la nueva apuesta del UCM, ha sorprendido a muchos con su argumento: Reed Richards idea un plan desesperado para salvar a la humanidad moviendo el planeta Tierra fuera del sistema solar, usando una red de dispositivos llamados Puentes. Pero si ese concepto te suena demasiado familiar, no estás solo.
Porque ese mismo punto de partida —y gran parte de su desarrollo— ya había sido explorado en 2019 en La Tierra Errante, una superproducción de ciencia ficción basada en una novela de Liu Cixin, autor ganador del Premio Hugo. La película fue un fenómeno en taquilla, recaudando más de 700 millones de dólares a nivel mundial y consolidándose como la gran epopeya interestelar del cine chino. Y ahora, parece que Marvel se ha inspirado —demasiado— en ella.
Una trama compartida (con diferentes trajes)

En La Tierra Errante, la humanidad se enfrenta a una amenaza catastrófica: el Sol está envejeciendo y pronto destruirá la Tierra. Para evitar la extinción, las naciones del mundo se unen y construyen gigantescos propulsores sobre el planeta, con el objetivo de moverlo hacia un nuevo sistema estelar, Alfa Centauri. Pero el viaje no será fácil: Júpiter, gravedad, hielo, ciudades subterráneas y una IA llamada MOSS que tiene sus propios planes.
En Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, Reed Richards también se enfrenta a un apocalipsis inminente. Galactus va a destruir la Tierra, y la única opción viable es teletransportar el planeta a otro lugar del universo. Para lograrlo, debe activar una red de estaciones que rodean el globo —los llamados Puentes— y que extraen una cantidad colosal de energía.
Pero no lo hace solo. Al igual que en La Tierra Errante, los gobiernos del mundo acuerdan cooperar, compartir recursos y coordinarse para construir esta red tecnológica masiva. Incluso se muestran escenas donde se ahorra energía a escala global para permitir que los Puentes funcionen a máxima potencia. Una unidad global frente al colapso que, una vez más, remite al argumento original de la cinta.
Dos películas. Dos amenazas cósmicas. Dos intentos de mover la Tierra. Una coincidencia… ¿o una “inspiración”?
¿Y qué dicen los cómics?

Aunque el concepto de “puentes” parece recién inventado para la película, lo cierto es que ya existía en los cómics de Marvel, aunque con un propósito completamente distinto. Tras los eventos de Civil War y Invasión Secreta, Reed Richards construyó El Puente, un dispositivo para observar otras realidades del multiverso y estudiar cómo algunas líneas temporales habían evitado el caos.
Este concepto fue clave en sagas como la del Consejo Interdimensional de Reeds, los Celestiales Locos o el arco de las incursiones multiversales previas a Secret Wars. Incluso existió una versión portátil del Puente, usada por los Illuminati, y otra por el Creador (Reed de Tierra-1610). Sin embargo, nunca se utilizó para mover físicamente el planeta Tierra ni como red energética global, como sí ocurre en la película.
Propulsores planetarios vs. Puentes
La diferencia más clara entre ambas es estética: La Tierra Errante imagina una Tierra convertida en nave espacial, con motores de fusión gigantes incrustados en la corteza, alimentados por minerales extraídos en minas subterráneas. Todo tiene un peso técnico, mecánico, tangible.
En cambio, Marvel propone una solución más abstracta, con “puentes” de energía que Reed Richards activa como si fueran nodos en un videojuego. Pero la idea de construir estructuras alrededor del planeta para impulsarlo fuera del sistema solar ya estaba en el cine… y con muchos más detalles científicos.
¿Una idea original?
Vale la pena recordar que La Tierra Errante no es solo una película de ciencia ficción: es una adaptación directa de un relato corto de Liu Cixin, autor de El problema de los tres cuerpos, saga que Netflix también ha adaptado. Es decir: no es una ocurrencia reciente ni un guion hollywoodense desechado, sino parte del corpus más importante de la ciencia ficción asiática contemporánea.
La novela de Liu se publicó mucho antes del guion de Primeros pasos, y su adaptación en 2019 fue ampliamente distribuida por Netflix, con millones de visualizaciones fuera de su país de origen. El concepto de mover la Tierra ya estaba en el imaginario global antes de que Reed Richards se pusiera a programar portales.
¿Inspiración o apropiación?
No se trata de acusar a Marvel de plagio —al menos no directamente—. En la ciencia ficción, las ideas viajan, evolucionan, se remezclan. Pero sí es llamativo que una película del UCM utilice una trama tan parecida, tan específica y tan poco explorada previamente en el cine occidental, sin ninguna mención directa a sus posibles influencias.
Más aún cuando La Tierra Errante fue un fenómeno cultural en su país, al punto de generar una secuela que actuó como precuela, estrenada en 2023 con motivo del Año Nuevo chino (disponible en España en Prime video). El propio director, Frant Gwo, anunció la continuación pocos meses después del éxito de la original y prometió un enfoque más emocional en los personajes y una mejora sustancial en los efectos visuales.
La producción se llevó a cabo entre octubre de 2021 y marzo de 2022, con el regreso de Wu Jing, a pesar de que su personaje había muerto en la primera entrega, y la incorporación de grandes nombres como Andy Lau y Zhang Fengyi. Solo con ese anuncio, La Tierra Errante pasó de película taquillera a saga nacional de ciencia ficción, con ambición global y una identidad visual inconfundible.
¿Por qué importa?
Porque esta comparación pone sobre la mesa algo más profundo: la creciente influencia de la ciencia ficción no anglosajona en el imaginario global. China ya no solo produce películas para su mercado interno: ahora exporta conceptos, narrativas y ambiciones visuales que marcan el paso incluso a los grandes estudios de Hollywood.
Y si Marvel —con todo su músculo industrial— empieza a adoptar estos marcos narrativos, tal vez estamos viendo el principio de una nueva era de hibridación creativa, donde el blockbuster ya no se cocina solo en California.
La Tierra Errante está disponible en Netflix desde 2019. Los 4 Fantásticos: Primeros pasos ya está en cines. La pregunta es inevitable: ¿quién movió mejor la Tierra?




