Después de mucho tiempo desaparecida de las librerías, Planeta Cómic nos trae una nueva edición de Frankenstein, la obra de Mary Shelley con las ilustraciones del genial Berni Wrightson. Una obra clásica interpretada en una serie de imágenes que engrandecen más si es posible este relato de ciencia ficción y horror gótico.
Cuando Berni Wrightson nos abandonó, nos legó una serie de obras maravillosas que lo engloban dentro de los grandes dibujantes de cómic, su larga carrera le permitió lograr grandes obras, y grandes fiascos, pero su trabajo en las 44 láminas que ilustran Frankenstein de Mary Shelley, pueden ser el mejor ejemplo de su nivel de maestría.
No creo que Frankenstein o el moderno Prometeo necesiten mucha presentación. Obra seminal de la ciencia ficción moderna, de los científicos locos, de los robots, del terror de la ciencia sin moral, Mary Shelley, de soltera Mary Wollstonecraft, convirtió un mal sueño en una pesadilla metafórica de muchos de los sentimientos que sufrió durante lo que fue una agitada vida marital con Percy Shelley. Pero de su vida infeliz surgió una obra imperecedera que habla del abandono, de la arrogancia del hombre, de la ambición sin medida, del castigo cruel del despreciado. Hay tanto de esta novela que cada año siguen apareciendo estudios sobre ella o en relación con ella. Por ello, no añadiré nada más sobre ella, bueno, solo una cosa, leedla.
Pero en este caso nos atañe algo muy especial para cualquier lector de cómics, la presencia de Berni Wrightson en esta obra. El autor que co-creó a la cosa del pantano y llego a dibujar una criatura parecida a la de Shelly en la serie, con más parecido a la criatura de Karloff en la película de James Whale, todo sea dicho, se propuso acabar una serie de ilustraciones basadas en escenas del libro como proyecto personal. Tardó siete años en finalizar las 44 láminas de Frankenstein. Entre sus trabajos remunerados creaba un homenaje personal a una obra que amaba, y dejaba lo mejor en ella. Lo que es para el que suscribe estas lineas, la mejor adaptación gráfica de la novela de Shelly que podemos encontrar, y que hace de esta edición una de las mejores que jamas podrás comprar de la misma.
Berni Wrightson decidió que una tarea así, no podía realizarse a la ligera, el tiempo que le llevó así lo indica, pero el cuidado que tuvo solo planeándola deja clara su implicación. Para poder llevar a cabo su tarea, eligió un arma difícil de utilizar, la pluma, su intención, el mayor parecido al grabado que pudiera conseguir. El resultado, espectacular. Pero no solo la herramienta elegida influye, como maestro de las sombras que era, cada lamina es una composición maravillosa de luz y oscuridad, cada una está viva dentro de sus márgenes, cada luz, sea natural o artificial, cambia el escenario, cada detalle tiene una sombra natural a la luz presente. El nivel de detalle, el cuidado de la iluminación, de las sombras, la elección de cada escena y su impacto, todo, es una obra colosal que no deja a nadie indiferente.
La elección de cada una de las paginas donde la lámina aparece es un ejemplo de perfección, cada una de ellas encaja en la secuencia narrativa perfectamente, dando a la pesadilla pergeñada por Mary Shelley un volumen nuevo, físico, tan impresionante que no podemos dejar de admirar el terror de Victor ante su criatura, o el dolor y el odio de la misma cuando enloquece.
Si esta no es la mejor representación de Frankenstein que podemos ver e papel, está muy cerca de serlo. EL legado de Berni Wrightson es impresionante, pero NO ha sido un cómic, donde era un maestro, donde dejó su mayor esfuerzo, sino en transformar una novela en algo vivo, y aterradoramente hermoso.
En esta nueva edición se ha cuidado con mimo la presentación, pero no solo eso. Cuenta con una de las versiones del texto más antiguas, donde el parentesco de Victor y Elizabeth era de sangre y no solo político. Esto deja claro el cuidado que ha tenido Planeta para darle un carácter especial a la obra de Shelly, y al trabajo de Wrightson, y eso es algo que todos los aficionados agradecemos.