Hay programas que nacen para ser amados… y otros que se convierten en tema de conversación por motivos totalmente opuestos. Lo curioso es cuando una producción logra ser ambas cosas al mismo tiempo. Eso es exactamente lo que ha pasado con All’s Fair (Todas las de la ley), la que muchos críticos ya llaman la peor serie de 2025, pero que se ha convertido en un auténtico fenómeno de streaming. Sí, has leído bien: odiada por la crítica, adorada por el público.
¿No te parece fascinante que en plena era de la sobreoferta televisiva, lo que triunfe sea algo que casi nadie recomienda?
En los últimos días, las redes han estallado con opiniones encontradas. Mientras Apple TV presume de los 100 puntos perfectos de Pluribus, la nueva creación de Vince Gilligan (Breaking Bad), o el cómic 100 Nights of Hero celebra su adaptación de matrícula de honor, All’s Fair se lleva el trofeo inverso: un vergonzoso 5 % en Rotten Tomatoes. Y sin embargo, ahí está, en lo más alto del top de Hulu y Disney+.
La paradoja es deliciosa: la serie de 2025 más vapuleada por la crítica es, al mismo tiempo, una de las más vistas del año. ¡Qué maravilla de contradicción!
La serie de 2025 más polémica del año
Creada por Ryan Murphy, el mismo de American Horror Story y Glee, All’s Fair parecía tener todos los ingredientes del éxito: un reparto estelar, un tema potente y el sello del rey de las series polémicas. La trama sigue a un grupo de abogadas especializadas en divorcios que montan su propio bufete. Mujeres brillantes, carismáticas, con un pie en el drama y otro en el escándalo.
El reparto es de lujo: Naomi Watts, Sarah Paulson, Glenn Close, Niecy Nash-Betts, Kim Kardashian y Teyana Taylor. Solo con esos nombres ya parece una apuesta ganadora, ¿no crees? Pero no todo es oro lo que reluce. Los críticos han sacado las garras.
All’s Fair (Todas las de la ley)
Según The Wrap, el “sarcasmo de Murphy se ha podrido en desprecio”, y Vulture la definió como “televisión algodón de azúcar: pegajosa, bonita… y empalagosa”. Duro, ¿eh? Otro medio la calificó directamente como una de las peores series del año. Y aún así, el público no ha parado de reproducirla.
La magia del morbo: cuando lo malo vende más
Hay algo hipnótico en ver una serie que todos dicen que es terrible. Es como si una parte de nosotros necesitara comprobarlo por sí misma. Esa curiosidad morbosa se ha convertido en el motor de All’s Fair, que según los datos de FlixPatrol, debutó como el número 1 en Hulu en Estados Unidos y llegó al puesto 2 global en Disney+.
Y ojo al detalle: el único contenido que la supera son los cortos de Fortnite x Los Simpsons, que apenas duran once minutos. Así que si contamos las horas de visionado, All’s Fair podría estar todavía más arriba.
Lo cierto es que la serie de 2025 ha despertado algo que pocos esperaban: el placer culpable de ver un desastre. ¿Quién no ha disfrutado alguna vez de una película tan mala que resulta divertida? Pues Murphy ha convertido esa sensación en arte.
Todas las de la ley
El secreto del éxito (aunque duela admitirlo)
Si lo piensas bien, All’s Fair reúne varios factores que explican su éxito pese al desastre crítico. Primero, el reparto: ver a Glenn Close y Naomi Watts en el mismo plano ya atrae curiosos. Segundo, la estrategia de lanzamiento: Disney+ la estrenó en varios países a la vez, generando conversación global. Tercero, el tono. Aunque muchos la tachan de superficial, otros la encuentran descaradamente entretenida.
El portal Decider fue el único medio que la defendió, asegurando que la serie “sabe perfectamente que es exagerada y camp, y por eso funciona”. Vamos, que el secreto podría estar en que All’s Fair no se toma demasiado en serio. Y eso, en un mundo saturado de dramas oscuros y mensajes profundos, puede ser refrescante.
Además, hay algo casi terapéutico en ver un culebrón de abogados ricos discutiendo entre cócteles y secretos de alcoba. Tal vez no sea arte, pero es entretenimiento. Y eso, al final, es lo que la gente busca cuando llega a casa después de un día de locos.
Ryan Murphy lo vuelve a hacer (para bien o para mal)
No sería la primera vez que Ryan Murphy divide al público. Ya lo hizo con The Politician o Ratched. Tiene un talento especial para crear mundos visualmente irresistibles y personajes tan exagerados que parecen de cómic. En All’s Fair, lleva eso al extremo, y aunque los críticos le han pasado factura, parece que el público lo está premiando.
Quizás el truco esté en que la serie de 2025 más vilipendiada no intenta complacer a nadie. Es un espectáculo de lujo, ritmo y caos, una fantasía de poder y frivolidad en la que todo brilla demasiado, se grita demasiado y se siente demasiado. Y de algún modo, eso engancha.
¿El nuevo fenómeno “tan mala que es buena”?
Cada cierto tiempo aparece una serie que desafía toda lógica. Pasó con Emily in Paris, con Riverdale, y ahora con All’s Fair. Historias que, pese a las críticas, se vuelven virales. La fórmula es simple: estética llamativa, diálogos imposibles y toneladas de drama.
Y si algo deja claro esta serie de 2025, es que la audiencia manda. Las puntuaciones de los críticos pueden influir, pero no dictan el gusto del público. Al final, lo que se comparte en redes, lo que genera memes o se convierte en guilty pleasure, es lo que termina dominando las listas.
El veredicto final
¿Es All’s Fair realmente la peor serie del año? Puede que sí. ¿Es también una de las más vistas? Sin duda. Y eso dice mucho sobre nosotros como espectadores. Tal vez buscamos historias que no nos exijan demasiado, que nos hagan reír sin querer, que nos permitan desconectar del mundo real.
Así que la próxima vez que leas que una producción es un desastre, no te fíes demasiado. Puede que justo esa sea la serie de 2025 que termines viendo de un tirón el fin de semana.
Y ahora te pregunto directamente: 👉 ¿Tú qué harías? ¿Verías una serie solo para comprobar si es tan mala como dicen? Dímelo en comentarios.




