Una nueva visión de uno de los villanos más subestimados de Batman llega a las librerías. Y nunca volverás a ver igual a Oswald Cobblepot, el Pingüino
Un hombre con un arma y dos balas contra un imperio criminal. El que fuera el dirigente de los bajos fondos de Gotham cayó ante la traición de su hombre de confianza. El Pingüino fue destronado por el Hombre del Paraguas y ha vuelto para recuperar lo que es suyo. John Ridley y Giuseppe Camuncoli nos presentan a un Cobblepot muy diferente. Humillado y humilde, que necesita lo que nunca necesito para recuperar su poder, amigos.
Tercera entrega de Un Mal día de DC Comics, esta vez protagonizada por el Pingüino. Un personaje que ha pasado por muchas transformaciones durante su vida literaria. Ha sido un ladrón con un estilo propio, el jefe de una banda, un criminal reinsertado y redimido por el amor y finalmente un arrogante y duro señor del crimen con todo el poder en sus manos.
Pero John Ridley no está interesado en ninguno de esos aspectos, se interesa en el hombre que trepó hasta lo más alto y qué ocurriría si el rey cayera de la montaña. Sin aliados, sin dinero, sin influencia, sin poder, solo es un hombre de aspecto divertido, parecido a un pájaro que no puede volar. Las motivaciones de Cobblepot siempre han sido muy básicas, el poder, el dinero, la arrogancia, pero despojado de todo ello nos encontramos a un hombre que sigue dispuesto a todo para recuperar aquello que cree merecer.
Un visión distinta de Cobblepot
Despojado de todo lo que hacía que pudiera usar a secuaces y matones, el Pingüino se muestra por primera vez contrito y humilde, pero no menos arrogante, Pide ayuda a aquellos que consideraba aliados, pero no amigos, para recuperar lo suyo. ¿Y dónde está Batman? Muy ocupado. Tras la caída de Cobblepot el Hombre del Paraguas tomó el poder y no respeta las reglas, una oleada criminal lleva meses arrasando las calles y el murciélago no puede abandonar su guerra. Pero, dejar hacer al Pingüino acabaría con la guerra, su regreso estabilizará Gotham, el precio es asumible ¿debe Batman dejar que se cometa un crimen para detener otros muchos?
Ridley plantea una buena historia que aún sin ser canon es capaz de remitir a las mejores historias que hemos leído del Pingüino. Su pasado familiar, el abuso que sufrió de niño, la presión social y todo lo que lo convirtió en lo que es está patente e importa, tanto como el cambio que sufre para poder seguir siendo el jefe criminal más grande de Gotham. Sabe por qué fue derrotado una vez, y no volverá a olvidarse de ello.
El arte de Un mal día 3
Y la mejor compañía que podía tener en el dibujo de esta historia es el arte de Giuseppe Camuncoli. El italiano ha trabajado con Lobezno, Spiderman, y muchos otros personajes disfrazados, pero el Pingüino no lleva capucha, su rostro no oculta nada. De forma que acomete esta historia como una obra de noir pura, con grandes contrastes de negros y un trazo suelto, seco y directo. Cam Smith aporta detalle y el resultado final es un cómic notable de personajes oscuros en un mundo sucio.
Estamos ante un buen cómic de genero negro protagonizado por personajes del universo de Batman, el mejor superhéroe para esta temática. Lo que demuestra que se puede hacer un buen cómic de cualquier género con los superhéroes y que un mal día fue una gran idea.
