En X Force, las operaciones secretas de Krakoa funcionan porque alguien las maneja, quizás Lobezno, Sabia, no, Henry McCoy, es el cerebro que maneja los hilos, porque la Bestia ya no es tan buena persona.
X Force nos trae dos números muy diferentes entre sí. El primero nos descubre a una Bestia muy diferente de lo que habíamos visto, a un estratega, un líder, y sobre todo, un hombre dispuesto a lo que sea para llegar a su objetivo. El siguiente que inicia una trama nueva, es sobre Domino, la mutante con suerte, que ya no la tiene. La experimentación a la que la sometieron ha estropeado sus poderes, pero sigue siendo una mercenaria y espía experta, y alguien corre por ahí con sus poderes, y no va a permitirlo.
En el terreno artístico tenemos a Stephen Segovia y Oscar Bazaldúa. Ambos sobradamente preparados para la acción y la espectacularidad del título. Pero me gustaría destacar al segundo, por su evolución, y por cómo ha llegado a un nivel notable, pudiendo codearse con los grandes en títulos como X Force.
Estamos ante la colección que más importa tras La Patrulla X, y esto es debido a que sus trabajos son los peores, los más desagradables, sus componentes no buscan ser héroes, hacen lo que les toca y siguen su camino, y esa pelea en la sombra, es lo que hace que Krakoa este protegida, sus intereses y sus objetivos son públicos, sus defensores, actúan en la sombra.