Desde hace décadas, Alien y Predator han sido sinónimo de terror, ciencia ficción y adrenalina en estado puro. Dos criaturas implacables, diseñadas para infundir miedo, que se convirtieron en auténticos iconos del cine. Pero todo está cambiando desde que Disney decidió comprar 20th Century FOX. Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual.
Disney ha empezado a cambiar a Alien y Predator, suavizando sus características más salvajes y rompiendo reglas de oro que habían definido a estas franquicias durante más de cuarenta años. El resultado: criaturas que ya no dan el mismo miedo y que parecen domesticadas, como si el estudio buscara hacerlas accesibles para un público más amplio. Pero, ¿qué significa realmente este cambio para dos de las sagas más queridas del cine fantástico?
Alien y Predator: Los monstruos que definieron una era
Antes de hablar de lo que Disney está haciendo con ellos, hay que recordar quiénes eran Alien y Predator en sus orígenes. El Xenomorfo, creado por H. R. Giger para la película Alien, el octavo pasajero (1979), no solo era una criatura extraterrestre. Era la materialización de una pesadilla biológica: un depredador perfecto, sin remordimientos ni emociones, que convertía cada rincón oscuro de la nave Nostromo en un lugar mortal.
Por su parte, Predator llegó en 1987 con Arnold Schwarzenegger como rival humano. El Yautja, con su camuflaje, sus armas futuristas y su código de honor de cazador, se convirtió en una de las criaturas más carismáticas del cine de acción. Mientras Alien representaba el terror claustrofóbico del espacio, Predator encarnaba la amenaza letal que acecha en la jungla. Dos caras de la misma moneda: la caza y la supervivencia.
El legado antes de Disney
Durante años, ambas sagas expandieron sus universos con altibajos pero siempre manteniendo una esencia común: el miedo. Aliens: El regreso (1986) amplió la mitología del Xenomorfo con la reina y convirtió la película en un clásico de la acción. Predator 2 llevó al cazador a la ciudad, demostrando que no hacía falta selva para sentir su amenaza.
Más tarde llegarían los experimentos de Alien: Resurrection (1997), que intentó domesticar a las criaturas con resultados desastrosos, y los inevitables cruces con Alien vs Predator en 2004 y 2007. Aunque no todas las entregas brillaron igual, Alien y Predator mantuvieron su identidad: eran enemigos, eran letales y no perdonaban a nadie.
Alien: Earth y el problema de la mascota
Y entonces apareció Disney con sus nuevas producciones. La serie Alien: Earth ha encendido todas las alarmas entre los fans. En lugar de mostrarnos al Xenomorfo como el monstruo implacable que conocemos, la trama introduce a Wendy, un híbrido humano-máquina que logra conectar con la criatura como si fuera una especie de mascota.
Wendy con los Xenomorfos en Alien: Earth
Sí, has leído bien: el mismo Xenomorfo que en el pasado despedazaba marines coloniales ahora parece un animal de compañía letal. El giro narrativo parece aceptado dentro de la historia, como si convivir con estas criaturas fuera algo posible. El resultado es inquietante, pero no por miedo, sino porque el tono de Alien y Predator empieza a perder su filo.
Predator: Badlands y el cazador convertido en héroe
Con Predator la situación no es muy diferente. Predator: Badlands (2025) muestra al Yautja no como el villano de la función, sino como el protagonista. Disney apuesta por darle un rol heroico, acompañado de un androide que se alía con él en la caza de un enemigo todavía mayor.
Predator: Badlands
La premisa no es mala en sí misma, pero se aleja de lo que siempre fue Predator: un cazador implacable que buscaba a los humanos como trofeos. Convertirlo en héroe no solo cambia las reglas del juego, sino que lo transforma en un personaje con el que empatizar. De nuevo, se repite el patrón: la alianza entre lo humano (en este caso robótico) y lo extraterrestre, que acaba provocando más muertes de personas de paso.
Alien y Predator ya no serán los mismos
Lo que está haciendo Disney con Alien y Predator no significa necesariamente que las franquicias estén arruinadas. De hecho, muchos espectadores pueden disfrutar de estas nuevas versiones que buscan ampliar el espectro de público. Sin embargo, lo que sí está claro es que ya no serán los mismos.
Predator y Alien
El Xenomorfo como mascota y el Yautja como héroe representan un cambio de paradigma. Se acabó el terror asfixiante de Ridley Scott o la tensión brutal de John McTiernan. En su lugar, llega una reinterpretación más ligera, más domesticada, y que probablemente encaje mejor en la maquinaria de entretenimiento global de Disney.
El problema es que, al hacerlo, se sacrifica gran parte de lo que convirtió a Alien y Predator en leyendas del cine. Ya no son monstruos que acechan en las sombras ni cazadores que no dan tregua. Ahora son personajes adaptados a un nuevo público, con menos oscuridad y más espectáculo.
Será interesante descubrir qué hacen con las siguientes entregas
El futuro de Alien y Predator bajo el paraguas de Disney está lleno de incógnitas. Puede que estas sagas encuentren nueva vida gracias a la reinvención, o puede que pierdan la esencia que las convirtió en clásicos del terror y la acción. Lo único seguro es que nunca volverán a ser lo mismo.
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Recuerda que todas las entregas de ambas franquicias están disponibles en Disney Plus.
