La inmortal obra de Bram Stoker, Drácula, fue adaptada de forma ilegal por Friedrich Wilhelm Murnau. Ahora Diego Olmos transforma la iteración expresionista en una novela gráfica.
Planeta cómic presenta Nosferatu: Una sinfonía del horror la nueva obra de Diego Olmos: una adaptación al cómic de la película clásica de Murnau sobre el vampiro que viaja desde Transilvania en busca de sangre y sexo.
El conde Orlock nace del plagio
La obra de Stoker fue llevada al cine en 1922 sin autorización, cambiando lo necesario para no incurrir en delito, pero finalmente la viuda del escritor ganó el juicio que obligaba a destruir todas las copias por uso sin permiso de la obra de su fallecido marido. Nosferatu estuvo a punto de desaparecer para siempre, pero gracias a algunas colecciones privadas y universidades sobrevivieron ejemplares que hoy nos permiten conocer lo que fue, quizá, una de las mejores adaptaciones del mito vampírico.
Fiel a la historia en un medio con más posibilidades
“Cien años después, el español Diego Olmos decide adaptar la historia al formato de novela gráfica.” Su cómic permite volver a disfrutar de Nosferatu, con algunas diferencias, sobre todo en lo artístico. La adaptación sigue fielmente los acontecimientos y personajes, con un diseño potente y manteniendo la trama original. La diferencia está en la forma de leer: mientras la película muda recurría a carteles para narrar, aquí tenemos diálogos y descripciones directas en cada escena. Eso aporta más fuerza y velocidad al relato. Algunos momentos asfixiantes del film se repiten aquí, con explicaciones añadidas que reducen un poco la atmósfera, pero ganan en claridad y en capacidad de narrar.
Adaptando la imagen expresionista alemana al cómic

Nosferatu, una sinfonía del horror es un cómic con un arte impresionante. Olmos combina tinta, lápiz y color en una paleta de negros, blancos, grises, algún amarillo y, sobre todo, el rojo, para narrar la historia de ese abogado que viaja a Transilvania, conoce al señor de los muertos y lo conduce hasta su amada. Igual que en el expresionismo alemán de la película, aquí el autor aprovecha sombras duras y contrastes fuertes. No usa tramas, pero logra transmitir el mismo terror que la cinta, con escenas impactantes creadas no solo a partir de la película, sino también de su propia interpretación de lo que ocurría entre secuencias.
Todos los personajes, incluso los secundarios, tienen gran presencia. Algunas escenas son brutales, y el monstruo resulta aún más horrible gracias a la expresividad del dibujo, liberado de los límites del maquillaje antiguo. Nosferatu aquí es casi un Hyde moderno. Los héroes, incluido Van Helsing, aparecen más poderosos, activos y presentes que en la obra original.
La sensación primitiva del horror trasladada a viñetas.
El tomo se completa con una galería de diseños y bocetos, algunos no incluidos en el cómic, que muestran la fuerza del trabajo de Olmos. En un breve texto final explica la razón de esta adaptación: el recuerdo de aquel miedo infantil que producía esa extraña figura en escenas breves, cuando muchos no vimos la película entera. Ese mismo horror de la cinta se mantiene en cada página de este libro.
Nosferatu
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Hutter, empleado de una agencia inmobiliaria de Wisborg, es enviado a Transilvania para negociar la venta de varias propiedades del castillo del conde Orlok. Pronto descubrirá, horrorizado, que Orlok es un ser diabólico; un vampiro sediento de sangre que sembrará una terrible pesadilla de muerte y peste negra por toda Europa, destruyendo, no sólo la vida de Hutter, sino también la de su amada esposa y su pequeña ciudad, Wisborg.




