El amor es un tema que siempre ha estado presente en las aventuras de Spiderman y la presencia de Gwen Stacy era muy grande al principio de sus historias. Panini Comics saca el pañuelo para enjuagar las lágrimas de Peter Parker cuando su chica se aleja.
Sentimientos encontrados
Lo decíamos al iniciar esta reseña de Spiderman, el amor siempre ha sido parte de su leit motiv. Gwen Stacy fue la primera que ocupó un importante lugar en el corazón no solo de Parker sino también en el de los lectores. Pero no ha sido la única, aunque solo Mary Jane Watson terminó llevando al altar a Peter allá por los años ochenta.
Pero en su legado hemos tenido a Betty Brant (ella tuvo el honor de ser la primera), a Felicia Hardy, a Carlie Cooper, a Debra Whitman, a Liz Allan… y seguro que los seguidores de Cinemascomics pueden añadir alguna más. Pero en este momento de la vida del trepamuros era la hija del Capitán Stacy la que monopolizaba las miradas de Parker. Y justo venimos de despedir a Karen Page como interés amoroso de Daredevil que nos encontramos con otro momento difícil para el interés romántico de un superhéroe.
La señorita Stacy estaba loca por los huesos de su chico pero las circunstancias que envolvían a su padre terminaron por marcar cierta distancia con su enamorado. En ese momento George Stacy estaba bajo la influencia mental de un villano que ya apuntaba maneras, incluso invadiendo los laboratorios del que puede ser considerado el gran enemigo de Spidey, Norman Osborn, el Duende Verde.
Se trataba de Kingpin, un Wilson Fisk que se implicaba mucho más en sus planes que tiempo después, que parece tomar más decisiones desde su despacho para hacer la vida imposible a los chicos buenos.

Kingpin empezó como villano aquí
Porque Fisk, considerado a día de hoy la némesis principal de Daredevil, no era un rival aparecido en la colección del cuernecitos, sino que sus primeros días de gloria los vivió dirigiendo los bajos fondos que visitaba Spiderman. Y no solo eso, aunque no de forma tan marcada y personal, Fisk ha seguido a lo largo de los años protagonizando una Guerra de Bandas detrás de otra, en la que no paraban de surgirle rivales por hacerse con el dominio de la economía sumergida de la ciudad de Nueva York.
En estas páginas estamos ante la aparente finalización de una de esas guerras pero el bando de El Camaleón junto a Cabeza de Martillo no parece haberse dado por enterado y sigue rivalizando con Kingpin.
A modo de entremés, previo al plato fuerte principal de este volumen, tenemos la visita de Medusa, de Los Inhumanos. La esposa de Rayo Negro pretende encontrar los lazos que puedan unir a su raza con los humanos pero su encuentro con Spiderman tampoco va a servirle para dar un paso adelante en ese aislacionismo tradicional que han llevado los usuarios de las nieblas terrígenas.
A modo de chiste fácil nos encontramos con la empresa de lacas para el pelo que pretende aprovecharse de la melena de la reina inhumana, lo que nos recuerda que siempre habrá alguien que quiera aprovecharse de nuestra fama mediática para obtener un rendimiento económico, usando la imagen del famoso a cambio de poco o nada, cayendo el porcentaje de mayor beneficio del lado de la empresa.
El dilema paternal
Y llegamos al episodio que cierra el tomo, el Annual #5 de The Amazing Spider-Man. Aquí nos enfrentaremos por primera vez al desarrollo de la trama que irá ampliando la información que teníamos acerca de los padres de Peter Parker. Hasta ese momento apenas sabíamos nada, solo que Peter había sido criado por sus tíos Ben y May. Ahora se nos revelaba que Richard y Mary Parker tuvieron una vida mucho más interesante de lo que nadie podía imaginar, habían sido agentes secretos del gobierno estadounidense, ni más ni menos.
Además se anunciaba que su muerte había tenido lugar siendo traidores a su patria, trabajando para Cráneo Rojo y sus ideales nazis.
Spiderman logrará encontrar respuestas y limpiar su nombre, no sin esfuerzo, con lo que hallará ese punto de reconciliación que necesitaba para seguir adelante. Aunque imaginar lo contrario hubiese dado mucho juego e incluso hubiese supuesto implicaciones más personales.
Pero estábamos a finales de los años sesenta, en plena Guerra Fría, y no hubiese sido muy políticamente correcto por parte de Stan Lee. John Romita (bocetos), embellecido por Don Heck (acabados), llevan el mayor peso de la parte gráfica de estos episodios, dejando el Annual a cargo de Larry Lieber, el hermano de Stan. Unos episodios de máxima tensión, no solo por los enemigos del trepamuros sino por la importancia de las relaciones, que podemos ver cómo se desarrollan desde lo más profundo del corazón de Peter Parker.
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Biblioteca Marvel 93. El Asombroso Spiderman 13
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Es más que un cómic: es una máquina del tiempo. ¡Spidey se enfrenta a Kingpin mientras Mary Jane se coloca bajo los focos! ¿Podrá el trepamuros salvar a Gwen Stacy y su padre, el Capitán Stacy? ¡Medusa ha llegado a la ciudad! Y al fin... ¡Los padres de Peter Parker! Contiene los correos de lectores de la edición original y la cronología que lo sitúa todo en contexto. ¡Biblioteca Marvel, como siempre y mejor que nunca! ¡No puedes perderte esta edición histórica!




