John Cena no siempre fue la superestrella de Hollywood que conocemos hoy. Antes de convertirse en Peacemaker, robar escenas en Fast & Furious o liderar comedias gamberras, el actor vivió un inicio en el cine que lo hizo replantearse si realmente estaba hecho para la gran pantalla. Y, según ha contado él mismo, cometió un error enorme que casi le cuesta su futuro en la industria.
La confesión llega en una entrevista con Vanity Fair, donde John Cena hace balance de sus primeros pasos en Hollywood. Con toda la sinceridad del mundo, admite que no entendía la paciencia que requiere un rodaje y que odiaba los largos tiempos de espera entre escenas. El contraste con la locura de la WWE, donde cada noche actuaba frente a multitudes enardecidas, fue tan grande que lo hizo sentir fuera de lugar.
John Cena y su primera gran decepción en el cine
El debut de John Cena como protagonista llegó con The Marine (2006), conocida en España como Persecución extrema. Rodada en Australia, la película lo alejaba del ruido constante de la lucha libre para encerrarlo en una disciplina totalmente distinta. Así recuerda ese choque de mundos:
«Cuando fui a rodar The Marine en 2004 o 2005, acababa de tener un arranque de fuego en la WWE. Era campeón mundial, viajaba 320 días al año y cada noche la audiencia enloquecía. Y de repente vuelo hasta Australia para encontrarme con un silencio de biblioteca, rodando una sola explosión al día. Lo odié. Lo odié porque no estaba preparado. No apreciaba la paciencia que exige el cine».
En esas palabras, John Cena reconoce que su gran error fue no entender el proceso. En lugar de disfrutarlo, lo vivió con frustración y sin gratitud, lo que marcó negativamente sus primeras películas.
John Cena en The Marine (2006)
Una carrera que pudo terminar demasiado pronto
El propio John Cena admite que no ponía el corazón en la interpretación. Lo hacía, básicamente, como una herramienta de marketing para atraer más público a sus combates de lucha libre. Y lo explica con brutal honestidad:
«Cuando pienso en mi carrera, me doy cuenta de que no valoré esas oportunidades. Hice un montón de películas malas, y por eso estuve un tiempo sin rodar. En realidad deberían haberme echado de Hollywood. No apreciaba nada, quería estar en otro sitio. Solo veía las películas como un vehículo para vender más entradas de wrestling. Eso está bien, pero no ponía el alma en mis personajes ni valoraba el trabajo de todo el equipo en el set».
Ese reconocimiento muestra a un John Cena mucho más maduro, consciente de que la gratitud y la paciencia eran dos ingredientes que le faltaban en aquel entonces.
¿De qué iba The Marine (Persecución extrema)?
Para entender mejor el contexto, conviene recordar de qué trataba aquella primera película de John Cena. En The Marine (2006), Cena interpretaba a John Triton, un exmarine que vuelve a casa tras ser dado de baja en Irak. Poco después, su esposa Kate es secuestrada por una peligrosa banda de criminales liderados por Rome (Robert Patrick). A partir de ahí, Triton inicia una persecución implacable por carreteras, bosques y moteles, dejando un reguero de explosiones y acción noventera.
Aunque la cinta fue criticada por su guion sencillo y su tono exagerado, se convirtió en un clásico de videoclub y marcó el inicio de John Cena en el cine. Hoy, con perspectiva, el propio actor la recuerda más como un aprendizaje doloroso que como un logro.
El giro en la carrera de John Cena
A partir de 2015, todo cambió. John Cena empezó a sorprender a críticos y espectadores con su vis cómica. Su papel en Trainwreck (2015), de Judd Apatow, mostró que tenía un talento inesperado para la comedia. Luego llegaron películas como Blockers (2018) y Bumblebee (2018), donde se consolidó como un actor capaz de alternar entre acción y humor.
El gran salto definitivo lo dio de la mano de James Gunn en The Suicide Squad (2021), interpretando a Christopher Smith, alias Peacemaker. El personaje se volvió tan popular que HBO Max le dio su propia serie, que ahora acaba de estrenar su segunda temporada.
Peacemaker
John Cena hoy: paciencia, gratitud y éxito
Lo que en un inicio fue un error que casi lo hunde, se convirtió en una lección vital para John Cena. Ahora entiende que la paciencia en un rodaje no es tiempo perdido, sino el espacio donde se construyen las escenas que luego brillan en pantalla. Y, sobre todo, aprendió a valorar cada oportunidad que Hollywood le dio.
Del luchador que solo quería vender entradas al actor que arranca carcajadas y protagoniza sagas millonarias, John Cena ha recorrido un camino impresionante. Y lo mejor de todo es que no tiene intención de parar: entre la segunda temporada de Peacemaker y sus próximos proyectos en cine, todavía queda mucho de él por ver.
En definitiva, el mayor error de John Cena fue no apreciar el proceso del cine en sus inicios. Pero ese mismo tropiezo lo obligó a crecer, a tomarse en serio la actuación y a convertirse en uno de los actores más carismáticos de su generación.
