Los tipos malos 2 no solo ha llegado pisando fuerte: directamente ha desbancado a Los 4 Fantásticos del número uno con una recaudación de 1.249.244 euros en su primer fin de semana. La película de DreamWorks Animation se convierte así en la mejor apertura del año para una película de animación en España, arrastrando a 172.442 espectadores a las salas. Con una media de 3.539 € por cine y un 23,58% de cuota de mercado, el éxito está más que asegurado… y todo apunta a que hay cuerda para rato.
Pero más allá de los números, lo interesante está en lo que propone esta secuela dirigida por Pierre Perifel (a quien entrevistamos hace poco en Cinemascomics junto a Santi Millán y Gemita, las voces españolas de Sr. Tiburón y Sra. Tarántula). ¿Qué tal funciona esta segunda parte? ¿Sigue teniendo la misma chispa? Spoiler: el lobo y su banda todavía tienen colmillo.
Una pandilla (supuestamente) reformada
En esta nueva entrega, los carismáticos animales criminales que conquistaron al público en 2022 intentan mantenerse en el lado bueno de la ley. Pero claro… cuando te llaman el Sr. Lobo, el Sr. Tiburón o la Srta. Tarántula, el pasado no se olvida tan fácilmente.
Todo comienza con un espectacular atraco en El Cairo (sí, como suena), ambientado cinco años antes, donde nuestros protagonistas ponen a prueba sus habilidades con un robo a lo Fast & Furious pero en versión animada. Es la excusa perfecta para dejar claro que la acción y el ritmo visual de Los tipos malos 2 está a otro nivel. La animación es dinámica, juguetona y muy, muy divertida.
Después del atraco, regresamos al presente. Los chicos malos ahora son “chicos buenos”… o lo intentan. Pero una nueva ola de robos sofisticados apunta a que alguien está imitando su estilo. ¿Vuelven los malos hábitos? No exactamente. Ahora llega el auténtico giro: ellas. Las Tipas Malas.
Las Tipas Malas arrasan… literalmente
Uno de los mayores aciertos de esta secuela está en la presentación del nuevo trío de villanas que no solo agitan la historia, sino que elevan el nivel del juego. Kitty Cat, una leoparda de las nieves tan astuta como imponente, se convierte en la gran amenaza a batir gracias a una interpretación poderosa de Danielle Brooks.
A su lado, Pigtail, una jabalí con acento búlgaro y cerebro de ingeniera, aporta ingenio y fuerza bruta en partes iguales, con una energía magnética gracias a Maria Bakalova. Y cerrando el tridente, Doom, una cuerva con sentido del humor afilado como su pico, encuentra en Natasha Lyonne el tono perfecto entre sarcasmo y caos.
Este trío no solo cambia el juego, lo reinventa. Y lo mejor de todo es que no son solo “la versión femenina” del grupo original. Tienen entidad, motivaciones claras y una química explosiva con los protagonistas.
Comedia desigual, acción espectacular
¿Funciona la película como comedia? A ratos. La primera mitad intenta tirar de referencias, humor autorreferencial y guiños que no siempre aterrizan bien. Hay un momento en el que parece que la historia va a derrapar entre homenajes a El equipo A, Reservoir Dogs y menciones políticas metidas con calzador.
Pero justo cuando parece que la cosa va cuesta abajo, Perifel pisa el acelerador. La segunda mitad, que incluye una persecución frenética con un cohete y una secuencia en una estación espacial al más puro estilo Bond, levanta el vuelo de forma inesperada y gloriosa.
La música de Daniel Pemberton vuelve a brillar, y los diseños, tan marcadamente estilizados, hacen que cada escena sea visualmente adictiva. El ritmo final convierte la cinta en algo más que una secuela simpática: en una aventura digna de franquicia.
Reparto con garra… y colmillo
En versión original, Sam Rockwell (Sr. Lobo), Marc Maron (Sr. Serpiente), Craig Robinson (Sr. Tiburón), Anthony Ramos (Sr. Piraña) y Awkwafina (Srta. Tarántula) repiten con gusto sus papeles. El doblaje español, por su parte, sorprende positivamente: Pedro Alonso, Santi Millán, Gemita y Joaquín Reyes logran mantener el tono irreverente y darle personalidad local al grupo.
Además, regresan personajes secundarios que enriquecen el universo, como la gobernadora Diane Foxington (Zazie Beetz), el villano reformado Profesor Mermelada (Richard Ayoade), y Misty Luggins (Alex Borstein), ahora ascendida a comisaria, con un tono mucho más cómico que en la primera entrega.
¿Y el futuro?
Los tipos malos 2 se guarda un as bajo la manga en los últimos minutos. Un nuevo objetivo, un enemigo reformado que podría volver a las andadas, y una escena post-créditos que plantea lo que muchos ya esperan: una tercera parte más ambiciosa y con tintes de aventura espacial. ¿El Sr. Lobo en modo Austin Powers? No lo descartemos.
Sin reinventar la rueda, pero sí acelerándola
Los tipos malos 2 demuestra que la animación familiar puede ser fresca, vibrante y con personalidad. Aunque le cuesta encontrar el tono en su primer tramo, la película remonta con fuerza gracias a una dirección energética, nuevos personajes carismáticos y una animación sobresaliente.
No es la secuela perfecta, pero tiene alma, garras afiladas y mucho estilo. Y lo mejor de todo: consigue que queramos más.
Puedes ver nuestra entrevista exclusiva con el director Pierre Perifel
