En 1985, Doc Brown construyó una máquina del tiempo en un DeLorean. Cuatro décadas después, seguimos sin superarlo.
Se cumplen 40 años del estreno de Regreso al futuro y la ficción televisiva sigue empeñada en demostrarnos que jugar con el tiempo no solo es posible, sino necesario. Lo que empezó como una fantasía adolescente se ha transformado en uno de los subgéneros más fascinantes de la televisión actual: series de ciencia ficción con viajes en el tiempo como protagonista que desafían nuestra percepción de la realidad, la identidad y el destino.
Porque el tiempo, en estas historias, no es solo una línea recta. Es un enemigo, un rompecabezas, una herida que nunca cierra. Y en las mejores series de este tipo, lo importante no es solo a dónde vamos, sino lo que dejamos atrás. O lo que estamos dispuestos a romper para cambiarlo todo.
Dark: el destino como un bucle eterno
Cuando hablamos de series de ciencia ficción y viajes en el tiempo, Dark no es una opción, es una obligación. Esta producción alemana de Netflix revolucionó el género al convertir un misterio familiar en un laberinto temporal que atraviesa generaciones.
Todo empieza con la desaparición de un niño. Pero lo que parece un caso policial clásico se transforma en una epopeya filosófica sobre el determinismo, la culpa y la imposibilidad de escapar de lo que somos. Cuatro familias, más de un siglo de historia y una cueva que es mucho más que una entrada al pasado: es una trampa.
Dark exige atención. Nada de ver un capítulo mientras miras el móvil. Cada escena, cada mirada, cada objeto puede tener peso en otra década. Y cuando todo encaja, el efecto es devastador. Una joya del género que, más que contarte una historia, te obliga a vivirla.
Seven Days: acción, conspiraciones y sólo una semana para evitar el desastre
Entre 1998 y 2001, Seven Days fue una de esas joyas escondidas de la televisión de ciencia ficción. Su premisa era sencilla, pero adictiva: gracias a tecnología alienígena, un agente puede retroceder exactamente siete días en el tiempo para evitar tragedias a nivel nacional o global.
Frank Parker, interpretado por Jonathan LaPaglia, no es un héroe tradicional. Es sarcástico, imperfecto y muchas veces sobrepasado por las consecuencias de sus decisiones. Cada episodio se convierte en una contrarreloj, con dilemas morales, ciencia especulativa y una constante sensación de urgencia.
Aunque con un enfoque más clásico y noventero, Seven Days sigue funcionando gracias a su ritmo, su tono y su capacidad para hacer que el espectador se pregunte: ¿qué haría yo si pudiera rehacer la última semana de mi vida?
12 Monkeys: del apocalipsis al amor eterno (y vuelta a empezar)
Inspirada en la película de Terry Gilliam, que a su vez se inspiró en La Jetée, 12 Monkeys comenzó siendo una adaptación más y acabó convirtiéndose en una de las series de viajes en el tiempo más completas y emocionales de la década.
James Cole es un viajero del tiempo enviado al pasado para detener una plaga que arrasa con la humanidad. Pero el virus es solo el principio. La serie despliega una red de conspiraciones, loops temporales, versiones alternativas de los mismos personajes y preguntas que no se responden con ciencia, sino con corazón.
Porque 12 Monkeys habla del sacrificio, de la soledad de quien sabe demasiado, del amor que persiste incluso cuando la línea temporal se borra. Y lo hace con coherencia, con inteligencia y, lo más difícil de todo: con un final a la altura.
Travelers: cuando salvar el futuro implica destruir tu presente
En un futuro distópico, los humanos descubren la forma de enviar conciencias al pasado. Pero no a cuerpos aleatorios, sino a personas que están a punto de morir. Así empieza Travelers, una de las series más inteligentes y emocionalmente devastadoras de los últimos años.
Los protagonistas deben asumir identidades que no les pertenecen: esposos, adictos, padres, trabajadores. Y mientras intentan cambiar el futuro con pequeñas intervenciones, también tienen que lidiar con el caos emocional de vivir una vida que no es suya.
La serie brilla por su guion, por la evolución de sus personajes y por su visión ética del viaje en el tiempo. Porque ¿qué pasa si salvar el mañana significa romper lo que amas hoy?
Timeless: aventuras, historia y corazón
Timeless es una carta de amor a la historia con sabor a blockbuster. Un equipo dispar (soldado, programador, historiadora) debe impedir que una organización altere el pasado para cambiar el futuro.
Cada episodio es un viaje a un momento clave: el Hindenburg, la Guerra Civil, el feminismo afroamericano, el nacimiento del rock. Pero no se queda en la recreación histórica: lo usa como telón de fondo para hablar de legado, sacrificio y cómo incluso el acto más pequeño puede cambiarlo todo.
Con una química espectacular entre sus protagonistas y un ritmo trepidante, Timeless no solo entretiene: también emociona. Y lo hace preguntándose, capítulo a capítulo, si vale la pena alterar el pasado si eso implica perderte en el proceso.
Doctor Who: el clásico que nunca envejece
No se puede hablar de series de ciencia ficción y viajes en el tiempo sin mencionar al Doctor. Desde 1963, Doctor Who ha reinventado el género y a sí misma con cada regeneración del protagonista.
El Doctor es un alienígena con capacidad de regenerarse en un nuevo cuerpo y personalidad. Con su TARDIS (una cabina azul que viaja por el espacio-tiempo), vive aventuras que van desde la Roma antigua hasta el fin del universo.
Pero más allá de sus monstruos, planetas y paradojas, Doctor Who destaca por su corazón. Sus mejores episodios no son los más espectaculares, sino los más humanos. Los que hablan de pérdida, compasión, miedo y esperanza. Porque al final, la pregunta no es dónde estás en el tiempo. Sino con quién.
Dirk Gently: caos, paradojas y un detective que nunca busca pistas
Basada libremente en las novelas de Douglas Adams, Dirk Gently’s Holistic Detective Agency es una de las series más inclassificables (y brillantes) del género.
Dirk es un detective que cree que todo está conectado, aunque no tenga sentido. Junto a su ayudante Todd (Elijah Wood), se ven atrapados en una espiral de viajes en el tiempo, asesinatos, cultos, tiburones, gatos que desaparecen y samuráis que cortan el alma en dos. Literalmente.
Es una serie que parece absurda hasta que todo encaja. Y entonces te das cuenta de que bajo ese caos hay una historia sobre destino, conexión y lo que significa tener fe en que el universo te lleve a donde debes estar. Es rara. Es maravillosa. Y no se parece a nada.
Fringe: entre realidades, líneas temporales y lo imposible
Aunque su enfoque va más allá del viaje en el tiempo, Fringe merece su lugar por cómo utiliza líneas temporales divergentes y realidades paralelas para construir una historia profundamente humana. Olivia Dunham, Peter Bishop y su excéntrico padre Walter enfrentan crímenes imposibles, tecnologías prohibidas y consecuencias que alteran el curso de la historia.
A lo largo de sus cinco temporadas, la serie se transforma desde un procedimental con tintes sobrenaturales hasta una épica de ciencia ficción que plantea: ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por salvar a quienes amas en otro universo?
The OA: fe, ciencia y dimensiones
Una joven ciega desaparece. Siete años después, vuelve con la vista recuperada y un relato imposible sobre otros planos de existencia, secuestros científicos y movimientos coreografiados que abren portales temporales. Así empieza The OA, una serie tan inclasificable como fascinante.
Creada por Brit Marling y Zal Batmanglij, esta producción de Netflix es un ejercicio de libertad narrativa que mezcla ciencia ficción, metafísica, trauma y redención. El viaje en el tiempo no siempre tiene forma de máquina: a veces se mide en dolor, en conexión, en fe. The OA es para quienes buscan algo más que respuestas.
Outlander: amor, historia y viajes en el tiempo a corazón abierto
Basada en las novelas de Diana Gabaldon, Outlander combina historia, romance, drama y ciencia ficción en una fórmula única. Claire Randall, una enfermera británica de los años 40, viaja accidentalmente al siglo XVIII a través de un misterioso círculo de piedras en Escocia.
Lo que comienza como un accidente se convierte en una epopeya emocional: entre guerras, culturas enfrentadas y secretos familiares, Claire debe aprender a vivir en un tiempo que no es el suyo. Y en el centro de todo, su historia de amor con Jamie Fraser, tan apasionada como imposible.
Outlander no solo trata sobre saltos temporales: habla de destino, resistencia y la fuerza de quienes, aún a contratiempo, luchan por el amor y la libertad.
El Ministerio del Tiempo: salvar la historia es cosa de funcionarios
Una patrulla secreta del gobierno español se encarga de evitar que intrusos del pasado o del futuro alteren momentos clave de la historia. Esa es la premisa de El Ministerio del Tiempo, una de las series más ingeniosas y queridas de la ciencia ficción en habla hispana.
Con humor, rigor histórico y una galería de personajes entrañables, la serie explora cómo el tiempo puede ser usado como herramienta política, personal o incluso artística. Amelia Folch, Julián Martínez y Alonso de Entrerríos nos recuerdan que cambiar el pasado no solo altera el futuro… también a uno mismo.
El Ministerio del Tiempo no solo homenajea la cultura española: también propone una visión profundamente humanista del viaje en el tiempo, donde la memoria, la pérdida y la identidad están siempre en juego.
Loki: dioses, líneas temporales y caos multiversal
Desde su primera aparición en Disney+, Loki se consolidó como una de las piezas clave del multiverso Marvel. La serie sigue al dios del engaño tras su fuga en Avengers: Endgame, cuando es detenido por la AVT (Autoridad de Variación Temporal), una organización encargada de mantener la “sagrada línea del tiempo”.
Lo que sigue es una aventura existencial y metafísica donde se exploran las variantes, las líneas de tiempo ramificadas, los dilemas éticos del control y la libertad… y el nacimiento del caos absoluto. A través de su vínculo con Sylvie, una versión alternativa de sí mismo, Loki se ve obligado a enfrentarse a su pasado, su destino y su capacidad de redención.
Visualmente espectacular, filosóficamente ambiciosa y emocionalmente sorprendente, Loki es mucho más que una serie de superhéroes: es un ensayo sobre lo que significa tener libre albedrío en un universo diseñado para evitarlo.
Future Man: viajes, humor y caos temporal
Si Terminator, The Last Starfighter y Rick y Morty tuvieran un hijo bastardo, se llamaría Future Man. Esta comedia irreverente sigue a Josh, un conserje adicto a los videojuegos que se ve arrastrado a una guerra por el futuro después de completar un juego imposible. ¿La trampa? El juego era una prueba enviada desde el año 2162.
Con referencias a clásicos de la ciencia ficción, humor autorreferencial y una cantidad obscena de paradojas temporales, Future Man es una carta de amor caótica y sangrienta al género. Porque a veces, salvar el tiempo requiere romperlo por completo.
El tiempo no es un truco: es una prueba
Las mejores series de ciencia ficción y viajes en el tiempo no usan los saltos temporales como truco, sino como espejo. Nos enfrentan a quienes fuimos, quienes somos y quienes podríamos haber sido. Nos hablan de arrepentimiento, de esperanza, de amor perdido y de segundas oportunidades.
En este 40 aniversario de Regreso al futuro, es imposible no mirar atrás con cierta nostalgia. Pero también con una sonrisa. Porque mientras existan series que se atrevan a desafiar las reglas del tiempo, también existirá la posibilidad de que, en algún rincón de la televisión, volvamos a encender el condensador de fluzo.
Y entonces, como diría el propio Doc Brown: ¡abrocharos los cinturones, que vamos a alcanzar las 88 millas por hora!
