Antes de conquistar Hollywood con El Señor de los Anillos, Peter Jackson tenía otra obsesión: una buena película de terror. Y no cualquier terror. Uno sangriento, desvergonzado y muy ochentero. De hecho, el director neozelandés ha confesado en varias ocasiones que la película que cambió su vida no fue una gran superproducción, sino una joya del cine de serie B. Y sí, estamos hablando de Dawn of the Dead (Zombi: El regreso de los muertos vivientes – 1978), la obra maestra de George A. Romero.
Jackson lo tiene claro: si no fuera por esa cinta de zombis rodada con apenas medio millón de dólares, probablemente nunca habría dirigido nada. Ni Bad Taste (1987), ni Braindead (1992), ni mucho menos El Señor de los Anillos. Así de grande fue su impacto.
De la sangre al anillo: un camino que empezó con esta película de terror
Peter Jackson es conocido por llevar la Tierra Media al cine con una ambición nunca vista. Pero lo que muchos no saben es que empezó su carrera dirigiendo películas gore con presupuesto casi inexistente. Su estilo, lleno de humor negro, vísceras y locura visual, tiene una raíz muy concreta: George A. Romero y sus muertos vivientes.
Cuando Rotten Tomatoes le pidió a Jackson que compartiera sus películas favoritas, el director incluyó títulos como King Kong (1933), Uno de los nuestros (1990), Tiburón (1975) y en segunda posición, casi con reverencia, la película de terror Dawn of the Dead (1978).
«Fue una película que me voló la cabeza. Moldeó mi sentido del humor y mi estilo de cine splatter», dijo Jackson.
Y no exageraba.
Dawn of the Dead (Zombi: El regreso de los muertos vivientes – 1978)
Dawn of the Dead: la chispa que encendió su creatividad
En una época donde los zombis eran aún una rareza en el cine, Romero rompió esquemas. Con Dawn of the Dead, no solo continuó la historia iniciada en Night of the Living Dead, sino que reinventó completamente el género. Situar la acción en un centro comercial, con muertos vivientes como metáfora de una sociedad consumista, fue tan audaz como efectivo.
Jackson, al verla de joven, no solo entendió cómo se podía hacer una película de terror con pocos medios, sino que descubrió que el género podía ser divertido, crítico, bestia y profundo al mismo tiempo. Esa mezcla lo marcaría para siempre.
El laboratorio Jackson: terror casero con sabor Romero
Antes de ser el «Rey de los Anillos», Jackson era el rey del gore neozelandés. Películas como Bad Taste, Meet the Feebles y sobre todo Braindead (conocida en España como Tu madre se ha comido a mi perro) son un homenaje directo a Dawn of the Dead.
Las tripas, los monstruos grotescos, el humor negro… todo estaba ahí. Pero también algo más importante: la filosofía de que con poco se puede hacer mucho. Jackson, como Romero, exprimió hasta el último dólar y el último plano.
Y aunque después dio el salto a producciones millonarias, esa chispa indie y salvaje nunca se apagó.
Dawn of the Dead (Zombi: El regreso de los muertos vivientes – 1978)
Más que zombis: el legado real de Dawn of the Dead
Romero no sólo filmó muertos andantes. Filmó lo peor de los vivos. En Dawn of the Dead, el verdadero peligro no son los zombis, sino los humanos aprovechando el fin del mundo para dar rienda suelta a su miseria. Un mensaje tan válido en 1978 como en la actualidad.
Esa mirada cínica, esa crítica social disfrazada de película de terror sangrienta, es lo que hizo que Jackson conectara con la cinta. No era solo gore. Era una idea poderosa disfrazada de producción barata.
Y eso, precisamente, es lo que Jackson replicó en su cine inicial. Desde muñecos drogadictos a curas karatekas, todo tenía una intención más allá de lo grotesco.
Una película de terror que aún hoy manda en el género
Con un presupuesto minúsculo y un rodaje caótico, Dawn of the Dead logró algo impensable: convertirse en uno de los títulos de terror más influyentes de todos los tiempos. Sus ideas siguen presentes en cada nueva película de zombis, en series como The Walking Dead, en videojuegos, y hasta en The Last of Us.
Incluso su remake de 2004, dirigido por Zack Snyder, no consiguió superar el impacto del original. Y eso que fue un buen remake. Pero la versión de Romero sigue siendo la Biblia del zombi moderno.
De Romero a Jackson: la conexión que lo cambió todo
Lo interesante es cómo la influencia de Romero no se quedó solo en las pelis de zombis de Jackson. También se nota, aunque más sutilmente, en su forma de construir personajes, tensión y atmósferas en proyectos más grandes.
El Señor de los Anillos, por ejemplo, tiene momentos oscuros, escenas de desesperación y figuras monstruosas que parecen salidas de una pesadilla… y eso no es casualidad. El director que amaba el splatter sigue dentro del cineasta épico.
Un consejo final de Jackson: mira Dawn of the Dead
Peter Jackson no es el único que ama Dawn of the Dead. Pero que un director de su calibre diga que esa es la película de terror que cambió su forma de ver el cine, es motivo suficiente para revisitarla.
Ya sea por curiosidad, por amor al terror clásico o por querer entender cómo una película de zombis puede inspirar a una leyenda del cine, Dawn of the Dead merece su lugar en tu lista.
Y cuidado: después de verla, puede que también te entren ganas de coger una cámara y liarte a rodar tu propio apocalipsis.
