AVISO DE SPOILERS DEL CAPITULO 6 DE LA SEGUNDA TEMPORADA: Puede que The Last of Us haya tenido episodios irregulares en su segunda temporada, pero todo eso queda atrás con el lanzamiento de su episodio 6, un capítulo íntimo, brillante y emocional que, según muchos fans, es lo mejor que ha ofrecido la serie hasta ahora. Y no es para menos: Pedro Pascal regresa como Joel en lo que podría ser su última aparición, y lo hace dejando una huella imborrable.
A diferencia de la acción explosiva del episodio 2, este capítulo baja las revoluciones para ofrecernos una historia mucho más personal y poderosa. Lo que vemos aquí es puro The Last of Us: relaciones humanas fracturadas por el dolor, la culpa, y el amor más sincero.
Joel y Ellie: un viaje emocional que llega a su clímax
El episodio de The Last of Us funciona casi como una película dentro de la serie. A través de una serie de flashbacks centrados en los cumpleaños de Ellie, se nos muestra la evolución —y deterioro— de su relación con Joel. Desde la alegría compartida hasta la creciente distancia entre ellos, cada escena revela matices que en el videojuego de The Last of Us Parte II se sentían más fragmentados.
Lo que en el juego dividía la narrativa y rompía el ritmo, aquí se convierte en una estructura coherente, compacta y profundamente emocional. El equipo creativo de The Last of Us liderado por Neil Druckmann, Halley Gross y Craig Mazin ha entendido la crítica de los fans del juego y la ha convertido en una virtud del formato televisivo.
Las escenas que rompen el corazón
Dos momentos se quedan grabados con fuerza: Joel cantando “Future Days” por primera vez a Ellie, y la visita al museo espacial donde ella sueña con viajar al espacio. No son solo recuerdos bonitos: son símbolos de la paternidad no biológica que Joel ha asumido, de cómo se ha entregado a ser algo más que un protector.
Ver a Ellie rejuvenecida, inocente, feliz… sabiendo lo que está por venir, hace que cada sonrisa sea más dolorosa. Bella Ramsey, como siempre, entrega una actuación impecable, transformándose sin esfuerzo en la adolescente que alguna vez fue Ellie.
El pasado de Joel, el trauma generacional y la sombra del padre
Uno de los grandes aciertos del episodio es su apertura ambientada en 1983, en Austin, donde conocemos al padre de Joel y Tommy. Interpretado por Tony Dalton, este personaje revela una faceta completamente nueva en la historia: la raíz del trauma de Joel. Esa figura paterna abusiva deja claro por qué Joel actúa como actúa. No solo teme perder a Ellie. Teme convertirse en su padre.
Esta línea de trauma generacional se entrelaza con una de las escenas más difíciles del episodio: Joel reacciona mal al descubrir que Ellie ha fumado marihuana y se ha besado con una chica. Aunque luego acepta su error, esa reacción inicial añade complejidad y verdad. En el videojuego, Joel siempre fue más comprensivo con la sexualidad de Ellie. Aquí, HBO nos recuerda que Joel es humano, con contradicciones, influencias culturales y miedos mal gestionados.
Este conflicto lo humaniza aún más. No justifica su actitud, pero nos permite entenderla. Y cuando finalmente acepta y apoya a Ellie tal como es, entendemos que Joel ha roto el ciclo. Ha sido mejor que su padre.
The Last of Us: El adiós que no queríamos, pero necesitábamos
El episodio culmina con una escena devastadora: Ellie y Joel en el porche, hablando por fin con total sinceridad. Ellie lo confronta sobre los Fireflies, y Joel, por primera vez, le dice la verdad. El silencio, las miradas, las lágrimas contenidas… todo habla de una relación que ha estado marcada por las mentiras, pero que aún guarda la esperanza de la redención.
Y aunque ya sabemos que Joel no vivirá para ver si Ellie lo perdona completamente, al menos se despiden sin odio. Es un cierre íntimo, doloroso, pero justo. Una despedida que honra todo lo que han sido y lo que aún podrían haber sido.
El legado de Joel queda en buenas manos
Aunque Joel muere, la serie deja claro que el protagonismo ya ha pasado a Ellie. Y no es un traspaso forzado, sino natural. Joel le dice a Ellie, en una frase que resume toda la serie: “Si algún día tienes una hija… espero que lo hagas mejor que yo”. Y ese mensaje lo cambia todo.
Ellie, ahora con toda la carga emocional a cuestas, tendrá que decidir si perpetúa el ciclo de violencia o si lo rompe. Ese es el verdadero corazón de The Last of Us.
¿El mejor episodio de la serie?
Muchos lo comparan con “Long, Long Time”, el aclamado episodio 3 de la primera temporada centrado en Bill y Frank. Y aunque ambos son relatos íntimos de relaciones personales en medio del apocalipsis, el episodio 6 de la segunda temporada no necesita competir. Brilla con luz propia.
Es el tipo de capítulo que te deja pensando, llorando y reflexionando. Que demuestra por qué esta serie va mucho más allá de los zombis y las esporas. The Last of Us es, y siempre ha sido, sobre el amor, la pérdida y la dificultad de seguir adelante.
