Ben Affleck vuelve a empuñar calculadora y pistola en El contable 2, una secuela que, pese a lo improbable que pareciera, no solo existe, sino que funciona como un disparo certero al corazón del cine de acción más pasado de rosca y autoconsciente. Dirigida de nuevo por Gavin O’Connor y con guion de Bill Dubuque, la película retoma la historia de Christian Wolff ocho años después de la original, ofreciendo una dosis de fan service que no se molesta en disimular su disfrute por lo absurdo y lo excesivo.
Un regreso a la fórmula más divertida del cine de acción
El contable 2 es un thriller de acción disfrazado de drama familiar, o viceversa. Affleck interpreta una vez más al impertérrito Christian, ese justiciero del excel con TEA, que combina habilidades contables con movimientos de combate letales. Lo acompaña Jon Bernthal como Braxton, su hermano y compañero de matanzas, en una química explosiva que recuerda por momentos a una versión ultraviolenta de Dos hombres y un destino.
Cuando ambos están en pantalla, el metraje se ilumina, no por el contenido moral de sus actos (casi inexistente), sino por el magnetismo con el que Affleck y Bernthal entienden el tono de la película: testosterona con un guiño.
Una trama imposible, pero efectiva
La trama es lo de menos. Todo comienza con el asesinato del personaje de J.K. Simmons, quien pone en marcha una investigación que involucra crimen organizado, redes de trata de personas, un sicario con memoria fragmentada y una red de adolescentes neurodivergentes con habilidades tecnológicas que harían sudar a los X-Men.
Todo eso mezclado en un caos narrativo que se sostiene porque lo que importa es llegar al siguiente tiroteo.
Acción desenfrenada con sabor autoparódico
Y tiroteos hay muchos. La acción es sucia, brutal, a veces elegante y otras veces hilarante. La escena del line-dance merece una mención especial: pocos momentos combinan tan bien lo ridículo con lo entrañable como ver a Affleck intentando coordinar pasos mientras escanea amenazas potenciales.
Esa dualidad define el tono de la película, que oscila entre la burla y el respeto por su protagonista, un hombre que lo mismo hackea sistemas bancarios que dispara a la rodilla de un mafioso.
Personajes carismáticos y con evolución
Esta secuela se permite relajar la rigidez del personaje de Christian, apostando por un enfoque más humanizado y humorístico. Affleck se siente cómodo en su papel, incluso cuando sus líneas rozan lo caricaturesco.
Bernthal, por su parte, se adueña de cada escena, construyendo un Braxton más tridimensional, que oscila entre el fraternalismo brutal y una fragilidad inesperada.
Representación arriesgada (y debatible)
El personaje de Anaïs (Daniella Pineda), que tras un traumatismo craneal desarrolla habilidades de savant asesina, puede generar debate. Aunque se agradece la inclusión de personajes neurodivergentes, el guion cae en clichés que vinculan neurodivergencia con superpoderes, algo que debería manejarse con más sensibilidad.
Dirección sólida y estética funcional
En lo técnico, El contable 2 cumple. Gavin O’Connor dirige con solvencia, la fotografía opta por tonos fríos que reflejan la emocionalidad reprimida de los protagonistas, y la banda sonora acompaña sin destacar especialmente.
Un placer culpable sin remordimientos
Lo más destacable es cómo la película abraza su propio disparate. Sabe lo que es: un placer culpable elevado por el carisma de sus protagonistas y una puesta en escena que no se toma demasiado en serio. Es una película perfecta para ver en streaming, entre amigos, con palomitas y risas.
¿Es una gran película? No. ¿Es divertida y mucho mejor de lo que parecía? Definitivamente sí. En estos tiempos, eso ya es decir mucho. Christian Wolff no es el héroe que el cine necesita, pero sí es el contable justiciero que algunos estábamos esperando.
El contable 2 no redefine el cine de acción, pero recuerda al espectador que, a veces, no hace falta más que dos hermanos con problemas y un arsenal para pasar un buen rato.
¿Has visto ya El contable 2? Cuéntanos qué te ha parecido y si estás listo para una tercera entrega de esta inesperada saga cargada de acción y números mortales.
El contable 2
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Christian Wolff tiene talento para resolver problemas complejos. Cuando un viejo conocido es asesinado, dejando tras de sí un críptico mensaje para "encontrar al contable", Wolff se ve obligado a resolver el caso. Al darse cuenta de que son necesarias medidas más extremas, Wolff recluta a su hermano Brax, distanciado y muy letal, para que le ayude. En colaboración con Marybeth Medina, subdirectora del Tesoro de Estados Unidos, descubren una conspiración mortal y se convierten en objetivo de una despiadada red de asesinos que no se detendrán ante nada para mantener sus secretos enterrados.
