Mentiras, humillaciones y sexo, esas son las tres palabras para resumir Babygirl, y la verdad es que no hay mucho más en la peli que eso. No es más que la nueva 50 Sombras de Grey, pero con unos personajes que no tienen personalidad o solo tienen una cualidad que les hace odiosos.
La historia sigue a Nicole Kidman, que interpreta a una gran empresaria, insatisfecha con su marido en la cama, que al conocer a un joven becario que puede cumplir todas sus fantasías se embarca en un juego de mentiras y encuentros clandestinos, todo mientras pone en peligro todo lo que considera importante.
El concepto no está mal, nada nuevo, pero sólido
Aun así es completamente impotente. ¿Cómo te va a importar lo que hacen los personajes si no te importan ellos mismos? Ninguno de ellos tiene nada que les haga atractivos o interesantes como personas. Kidman no tiene ninguna cualidad positiva que supero el desprecio que crea verla como una mentirosa, Antonio Banderas, el marido, te daría pena si tuviera algo de personalidad aparte de ser un cornudo, y Harris Dickinson interpreta a un personaje que se supone que es carismático y poderoso, pero su actuación es sosa y de niño tímido que no quiere mirar a los ojos a nadie.
Nicole Kidman en Babygirl
Con personajes tan poco empáticos es imposible que queramos ver su viaje. Aunque el punto de la historia sea que sean malas personas, es crucial que los personajes tengan algo que nos guste. Por ejemplo Walter White era un hombre inteligente, roto y desesperado por ayudar a su familia, por eso en vez de ser un simple criminal es una figura trágica que cae; sin embargo, Babygirl hace un esfuerzo explícito par explicar que todas las cualidades malas del personaje de Kidman son de nacimiento y no tiene nada bueno dentro de ella.
No hay nada peor que empezar algo y dejarlo a medias
Al principio empieza explicar que Kidman pertenecía a una secta cuando era una niña, lo que crea una expectación, no de que la peli se conviertan en un horror cósmico que trate con terrores más allá de la comprensión humana, sino de la historia de una persona herida y rota que intenta currarse de su pasado. Pero no, la peli no trata en ningún momento de su pasado.
Es más, intentan transmitir una sensación de trance a través de la peculiar música, le da un aire extraño de misticismo que no tiene nada que ver con la historia o el tono. Entre el falso ambiente que da las expectativas que intentan presentar, da la sensación de que tenía una idea que empezaron a desarrollar, pero que abandonaron sin arreglar lo que ya tenían colocado. Aun así, las actuaciones son bastante buenas. Kidman está irreconocible al meterse en este rol y transformarse para meterse en escenas tan perversas.
Babygirl no tiene nada más que un morbo vacío, sin personajes que le den una columna con la que mantenerse en pie. Los personajes no son entretenidos y tampoco es la película.
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