Termina el actual paso de Philip Kennedy Johnson en el inicio de publicaciones en Marvel de los xenomorfos, esta vez sin la compañía de Salvador Larroca, con el brasileño Julius Ohta a los lápices. Panini Comics manda un mensaje a Weyland-Yutani y la respuesta no va a gustarnos.
No todo vale para mantener el interés
Cambiamos de registro para centrar el protagonismo en un nuevo grupo de personajes dispares que han decidido vivir sus vidas alejados de la influencia de los SS.UU (Sistemas Unidos). Son un grupo de sintéticos que desprovistos de derechos para ser considerados miembros de la sociedad civil llevaron sus caminos por una vía conjunta que les apartó del radar de los gobiernos, en el planeta conocido como Europa-5, para no ceñirse a lo que podemos considerar como una actitud xenófoba por parte de los humanos que los crearon para ser su viva imagen y realizar aquellos trabajos para los que estaban mejor diseñados y más penosidad conllevaban.
Nora, Seth, Eli, Astrid y Freyja toman el relevo de sintéticos tan conocidos, por el aficionado a la saga Alien, como Bishop o David, interpretados en su momento por Lance Henriksen y por Michael Fassbender, para alinearse del lado de los humanos con ciertas reticencias para conseguir una cura que se haya en Tobler-9, un planeta donde los humanos podrían sobrevivir con muchas dificultades y donde se halla una cura para la radiación en dosis letales que han sufrido por un accidente nuclear en otro lugar, Demeter-2. La contraprestación es muy jugosa, obtener reconocimiento para ellos y todos sus congéneres de creación artificial como ciudadanos de pleno derecho de los SS.UU. y sin ocultarles que sobre Tobler-9 se encontrarán con algo más hostil que la radiación, una raza muy agresiva que parece ser no es capaz de detectar a los sintéticos como una amenaza, los xenomorfos.
Echar de menos a Gabriel Cruz

Notar la ausencia de Salvador Larroca a los lápices pudiera no resultar muy extraño, es una gran estrella del cómic americano. Lo que verdaderamente me preocupa es que a quién he echado de menos es al alter ego virtual de su figura, el anterior protagonista de los tomos que ya hemos podido disfrutar y que gozaba de la apariencia física de Salva, Gabe Cruz. Los sintéticos que nos van a conducir a lo largo de la historia no terminan de cubrir el hueco de ese carismático ex-jefe de seguridad de Weyland-Yutani. Y aunque Cruz ya pasó a mejor vida, las discusiones sobre lo adecuado que es ofrecerse para tan complicado propósito no terminan de resultar manidas. Podemos tachar de original poner a semejantes protagonistas pero sin embargo los clichés sobre ayudar a los humanos sí o ayudar no, aportan muy poco.
Por supuesto, como buena historia de Alien, no todo puede resultar tan sencillo como poner un pie sobre un planeta, andar con cautela y conseguir el objetivo sin un derramamiento de sangre o en su defecto el de un fluido artificial de color y textura similares a la leche entera o incluso un poco más espesa. Tobler-9 esconderá un gran nido de xenomorfos, una reina poderosa e incluso la inesperada presencia de humanos que han conseguido sobrevivir al desastre y no esperan aguantar mucho más una vez que los sintéticos no se ven capaces de controlar los instintos de los alienígenas de doble mandíbula, con su saliva de ácido corrosivo.
Calibrando las alas
Philip Kennedy Johnson se despide de la colección sin terminar de narrar por completo alguno de los cabos sueltos que hemos ido viendo a lo largo de las dieciocho entregas que ha llevado a cabo. Para este cierre se rodea del arte de Julius Ohta que nos deja un gran sabor de boca, tanto por las escenas repletas de acción como por la representación que hace de cada estadio evolutivo de los xenomorfos y por esa imponente reina que, desde su colosal tamaño, consigue encoger nuestro corazón y nos provoca un temblor de piernas de solo imaginar que nos tuviésemos que enfrentar con ella cara a cara.
El futuro nos depara más episodios de Alien bajo la batuta de Declan Shalvey al guion y dibujos del italiano Andrea Broccardo, que lleva colaborando con Marvel más de un lustro pero al que sobre todo hemos podido ver en la franquicia de Star Wars. No ha sido un mal comienzo el que hemos vivido con Philip Kennedy Johnson a los mandos, esperemos que no decaiga el ritmo ni el nivel, aunque aquí mismo tengamos el ejemplo de lo que es pinchar un poco en hueso con unos personajes que no consiguen enganchar del todo.
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