La nueva red de datos móviles implica un avance exponencial en muchos sectores. El de los juegos para móvil, concretamente, se beneficiará enormemente de esta nueva tecnología.
La red 5G se encuentra en un estado muy avanzado de implantación en España. En la actualidad ya ha alcanzado, aproximadamente, el 70% de la cuota de cobertura. Entre sus ventajas, respecto de sus predecesoras, encontramos un enorme salto en materia de velocidad (hasta 10 GBps), una notable reducción de la latencia (a unos 2 milisegundos) y la capacidad de conectividad ampliada (muchos dispositivos conectados al mismo tiempo y la opción de unir dispositivos que antes no eran compatibles).
Todo ello va a tener una gran repercusión en diferentes ámbitos, como el transporte, la sanidad, la seguridad y, por supuesto, el ocio digital; más concretamente, los juegos para móvil están manifestando una importante transformación. Si hacemos memoria, los primeros juegos que aparecieron, ya hace más de 20 años, para estos dispositivos eran de una gran sencillez. Con la evolución de los terminales y de la red, han ido adquiriendo calidad y variedad, así como se han ampliado los catálogos. Con la llegada del 5G, esta evolución adquiere una nueva dimensión.
Todos tenemos en mente el lanzamiento de nuevos juegos adaptados a estos avances tecnológicos, pero la mejora de algunos de los juegos existentes también es una opción muy a tener en cuenta. Un buen ejemplo de ello es Wild Rift, la versión para móvil del popular League of Legends. Esta adaptación no ha conseguido la valoración de su “hermano mayor”, que es, a día de hoy, uno de los títulos más relevantes de los eSports, tanto por su audiencia, como por el seguimiento en otras áreas, como los portales de apuestas que cubren las principales competiciones de LOL. Wild Rift es susceptible de muchas mejoras en la jugabilidad; pero el hecho de que la tecnología de redes móviles avance, puede implicar una evolución gráfica y de funcionamiento que le acerque al nivel de su versión para PC.
Un avance con grandes implicaciones en el sector
Pero, exactamente, ¿Cómo afecta este avance a los juegos (tanto nuevos como existentes)? Uno de los factores clave es, sin lugar a dudas, la velocidad en la transmisión de datos. Los actuales juegos desarrollados para móvil pretenden conseguir calidades y una complejidad similar a los que podemos encontrar para consola o PC; por tanto, los paquetes a descargar o la necesidad de streaming (si jugamos desde la nube) es mucho mayor. La nueva velocidad va a facilitar mucho este proceso que, de otra manera, requeriría mucho tiempo de espera y las más que posibles interrupciones durante las partidas. Algo parecido ocurre con la latencia, el tiempo en que el dispositivo tarda en conectarse a la fuente; al ser mucho menor, la experiencia del usuario es mucho más satisfactoria y tiene una mejor continuidad.
La conectividad también es un elemento muy relevante. En primer lugar, por el número ampliado de usuarios que pueden acceder, simultáneamente, a esta red. Este hecho facilita, considerablemente, las partidas multijugador, que cada vez son más comunes; especialmente, en juegos como los que triunfan en los eSports, como los MOBA o los “shooters” tácticos. Por otra parte, la capacidad de conectar diversos “gadgets inteligentes” a la red permite que nuevos periféricos formen parte de los juegos, lo que puede ser muy interesante para la experiencia del jugador en diversos títulos lanzados para móvil. Esto acabaría con algunas limitaciones que han tenido, históricamente, los juegos en este formato.
Por supuesto, existen otras ventajas de esta quinta generación de redes móviles. Por ejemplo, la reducción del consumo energético a la hora de conectarse a la red, algo que agradecen tanto los usuarios como el planeta. Pero, a grandes rasgos, estas son las principales bondades del 5G que tienen un impacto directo en el ecosistema del “gaming”. Este reflejo se irá haciendo cada vez más patente a medida que la implantación de la red esté más avanzada y los desarrolladores de juegos lancen más títulos ya adaptados a esta tecnología, aunque ya podemos encontrar representativas muestras en los catálogos disponibles en la App Store de Apple o en la Play Store de Google. Pero, por supuesto, la evolución no se detiene y es cuestión de tiempo que estemos ante el 6G. Algunos ya lo sitúan como operativo a finales de esta década.
