El guionista estrella Ram V toma las riendas de la serie más longeva del hombre murciélago, Detective Comics. Una nueva época llena de magia y misterios dibujada por Rafael Albuquerque
En Detective Comics, tras los ataques del Joker y el Espantapájaros Gotham se encuentra en un estado de relativa tranquilidad. La caída de la Torre Arkham y la infección parasitaria han sido controladas y los ciudadanos sólo sufren el habitual crimen de bandas y mafiosos. Pero en el horizonte brilla una nueva amenaza venida de oriente. Orgham llega a través del mar, en un barco dorado, cargado de regalos y antecedido por muerte y conspiración, y Batman no tiene ninguna pista de que buscan.
Ram V, pronunciando UVE y no quinto como se ha hecho repetidas veces (abreviaturas de su nombre real Ramnarayan Venkatesan), llega con una envidiable trayectoria plagada de títulos exitosos y premiados. Con un estilo muy literario y lleno de influencias de sus raíces hindúes, ha escrito tanto para Marvel como para DC e independientes como Vault. Pero enfrentarse a una serie de Batman es algo muy diferente, la exigencia es alta, y por el momento cumple de sobra.
En Gotham la llegada de siniestros personajes es algo que debería ya ser hasta común. Pero Orgham es diferente. Sus raíces se hunden en la historia de la ciudad de formas desconocidas y han regresado para regarlas y que vuelvan a ser fuertes. Son líderes económicos, pero también trabajan en las sombras para conseguir sus objetivos.
El mejor detective del mundo pasa de ser cazador a presa, y los nuevos enemigos reclutan sea por su voluntad propia o a la fuerza a los mayores enemigos de Batman. La solución para descubrir el origen y el objetivo de la nueva organización es acudir a la mujer que una vez amó, la madre de su hijo, la señora que dirige la Liga de las Sombras: Talia Al’Ghul.
La historia

El guionista tiene un ritmo pausado, deja que la atmósfera llene la trama, la oscuridad, el misterio y la exoticidad ganan terreno a cada capítulo. En una correcta presentación en este tomo podemos conocer al enemigo, pero en realidad sabemos poco más que leyendas y vemos sombras. Se lee de un suspiro y también por eso le falta algo de empaque, hay demasiado estilo y poco contenido en el guion, vendiendo muchas veces el interés al dibujo de Albuquerque.
Y eso no es un error, ni de lejos. La capacidad narrativa del artista es notable, capaz de llenar espacios entre el texto con imágenes potentes pero llenas de cinética. Con un uso de los negros tan poderoso que atrapa a los personajes y la narración, dejando que el mundo sea tétrico y oscuro y las sombras estén llenas de reflejos de espadas. Su elección para dibujar esta época de Batman es una de las más acertadas que DC ha tomado en años, su estilo hace crecer el de Ram V, su mística literatura se convierte en sombría amenaza con el arte de Rafael Albuquerque.
Además seguimos contando con una serie en entregas cortas dentro de Detective Comics. Esta vez son Simon Spurrier y Dani los autores de esta saga: La Coda. Una historia de misterio para Jim Gordon, el ex comisario ayuda a su ex subalterno Bullock con un caso extraño que involucra a un joven con un extraño tatuaje.
Conclusión
Detective Comics ha mantenido desde Renacimiento un nivel alto en su recorrido, si bien cuando Tom King cogió velocidad en su época superó a esta serie, cuando los grandes eventos retorcía la serie madre Detective mantuvo el tipo con su propio desarrollo con autores como Mariko Tamaki. Y sigue en esa línea, demostrando que no siempre la más popular es la mejor.
[penci_review id=»303003″]




