Matrix dirigida por las hermanas Wachowski y protagonizada por Keanu Reeves fue todo un fenómeno el año de su estreno. Hoy rememoramos este título de culto de la ciencia ficción.
Matrix sigue a Thomas Anderson (Keanu Reeves) un brillante programador de una respetable compañía de software. Pero fuera del trabajo es Neo, un hacker que un día recibe una misteriosa visita…
Estamos ante un clásico del cine, una de las películas más originales dentro de la ciencia ficción, una película que en sí misma es difícil de escribir y de ejecutar. Matrix sigue la fórmula de El viaje del héroe, tan usada en el cine. La película comienza muy bien, con la fugitiva huyendo de la policía y del agente Smith. Cierto que es una persecución que no está muy conseguida, pero muy bien estructurada, en cambio.
Empieza con tensión y muy ágil, pero luego
se desinfla un poco cuando conocemos a
Neo, el
hacker informático. Interpretado por un Reeves que quizá deja que
desear por su falta de recursos. Lo que logre que no se
empatice con él.
La escena de la persecución donde Morfeo guía a Neo en su oficina no puede ser más irrisoria, una escena muy absurda. ¿Por qué Neo le iba a hacer caso a un hombre al que no conoce de nada? Pues porque el guion así lo pide. Quizá el agente Smith sea uno de los personajes mejor construidos de toda la película. Luego Morfeo le enseña a Neo «el mundo de lo real» y a partir de ahí, la película cojea en muchos aspectos.
En el último acto tenemos la persecución, el rescate de Morfeo, donde vemos las mejores escenas de la película, pero que dejan patentes la falta de creatividad y de gusto artístico cuestionable como es de las hermanas Wachowski. Quizá Reeves no fue la mejor opción para hacer de Neo, de hecho Reeves no es capaz de girar el cuello por sus numerosos accidentes y queda menos creíble que un clic de Famobil.
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