Napoleón (Ridley Scott, 2023) ha llegado a los cines, pero no ha sido precisamente un éxito. Y hay cuatro razones para justificar su caída.
Existen 4 claves que explican por qué Napoleón es una mala película. El tan esperado estreno de la película biográfica dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Joaquin Phoenix como el icónico líder y Vanessa Kirby como Josefina de Beauharnais ha dejado perplejos a muchos espectadores y críticos. La expectación por la vida del “Gran Corso” se ha visto empañada por una serie de deficiencias notables.
Unas diferencias que han llevado a catalogar esta cinta como una desafortunada adaptación de la vida de Napoleón. Desde luego, hay motivos para creerlo así. Y estas son las razones que lo explican y justifican.
1) Una mala aproximación histórica
La película presenta una visión fragmentada y descontextualizada de la vida de Napoleón. Si bien resume algunos de sus momentos más famosos, carece del contexto histórico necesario para comprender el trasfondo y la importancia de esos eventos. La falta de profundidad en la representación de los hechos históricos deja al espectador con una visión superficial. Y sin el entendimiento completo de la época y las circunstancias que rodearon la vida del gran emperador francés.
2) Una pésima caracterización de Joaquin Phoenix
A pesar del talento de Joaquin Phoenix como actor, su interpretación del “Gran Corso” ha sido duramente criticada. La falta de captura de la esencia y carisma de Napoleón, así como la ausencia de matices en su representación, ha dejado un vacío en la pantalla. Joaquin Phoenix no logra transmitir la complejidad y la profundidad emocional que se esperaría de un personaje tan influyente en la historia mundial. Una de las personas más importantes de la Historia. Y la mayor leyenda de la Europa moderna.
3) Una película sin narrativa ni desarrollo de personajes
La película de Napoleón carece de una narrativa sólida y un desarrollo significativo de los personajes. La historia avanza de manera desordenada, sin un hilo conductor claro que conecte los eventos o que permita una comprensión profunda de los protagonistas. La falta de exploración de los personajes principales y su evolución a lo largo de la trama deja a la audiencia desconectada y sin conexión emocional con la historia.
4) Un panfleto británico en contra de Napoleón
Una de las críticas más contundentes ha sido la percepción de que la película se convierte en un panfleto con tintes británicos en contra de Napoleón. La representación sesgada y poco equilibrada del personaje, así como la elección de eventos y su interpretación, parecen reflejar una mirada parcial que busca denigrar la figura histórica en lugar de presentar una visión objetiva y completa de su vida.
En definitiva, la película sobre Napoleón dirigida por Ridley Scott ha sido ampliamente percibida como una decepción en la representación del “Gran Corso”. Su falta de contexto histórico, la interpretación deslucida de Joaquin Phoenix, la ausencia de una narrativa convincente y el sesgo evidente en su enfoque han llevado a que esta adaptación sea considerada una oportunidad desperdiciada para ofrecer una mirada auténtica y significativa a la vida y legado de uno de los personajes más influyentes en la historia mundial.
Una lástima que la película de Napoleón no haya conseguido materializar la historia del “Gran Corso” europeo como se esperaba. Desde luego, tenía todos los ingredientes para ser un éxito. Sin embargo, prefirieron hacer un repaso por los grandes momentos de su vida y hacerlo sin narrativa, ni emoción, ni tensión dramática, ni épico, ni nada de nada. Próximamente, habrá una adaptación de la vida del emperador galo de la mano de Steven Spielberg en formato serial. Quizás entonces hagan justicia con él.
