Vivir para siempre es un don y a la vez una maldición, ya que Wolverine y Thor demuestran que la inmortalidad no es nada fácil.
Los fans de Marvel saben perfectamente que la muerte no siempre es el final. Los héroes fallecen y regresan con tanta frecuencia que de vez en cuando hay eventos cruzados para justificarlo todo. Sin embargo, existe una pregunta interesante: ¿Qué le ocurre psicológicamente a un héroe con la inmortalidad o si vuelve a la vida? Wolverine y Thor comparten la devastadora respuesta.
A raíz del evento Empyre de Marvel, She-Hulk (Hulka) regresa a la vida por tercera vez, pero esta vez algo no está bien. Mientras lucha contra un villano, se encuentra con otro héroe que ha regresado de la muerte, Wolverine. Después de lidiar con el villano, los dos van a un bar para que Jennifer Walters pueda preguntarle a Logan sobre sus experiencias con la muerte. Él le dice que hay cosas que no le ha dicho a nadie acerca de volver a la vida, cosas más grandes que él. Jennifer aclara que solo quiere saber cómo manejó emocionalmente su resurrección. A su manera hosca, Wolverine responde que es demasiado abrumador si lo piensas demasiado y que ella solo necesita tratarlo como si nunca hubiera sucedido.
Esta respuesta no le satisface.
Wolverine y Thor son grandes luchadores, pero puede que su filosofía de vida no pueda aplicarse a otros. She-Hulk cree que no puede simplemente ignorarlo todo como le ha propuesto Logan. Mientras hacen ejercicio, Jennifer dice que es inmortal como su primo y le pregunta a Thor cómo es haber vivido durante siglos. Thor muestra lo mucho que ha crecido desde sus días como un joven dios arrogante. Reflexiona sobre la reciente desaparición de Galactus, un ser que ha sobrevivido a la muerte de universos enteros. Puede sonar sombrío, pero Thor le asegura a Jennifer que ningún ser es verdaderamente inmortal y que todo muere para siempre, incluso los dioses.
Uno de los beneficios de la continuidad del cómic es la capacidad de explorar un personaje con literalmente cientos o miles de historias escritas sobre él, como ocurre con Wolverine y Thor. En cambio She-Hulk es un personaje secundario que ha muerto para representar la gravedad de una situación. Algo que los fans de Marvel no siempre aceptan. Por eso existen este tipo de cómics, donde los héroes reflexionan sobre las consecuencias de la inmortalidad o de regresar de la muerte.
