En Hollywood hay estrellas que parecen tener un imán eterno para los grandes proyectos, y si hablamos de nombres que nunca dejan de sonar, Will Smith es uno de ellos. Desde que conquistó a toda una generación como el «Príncipe de Bel-Air» hasta que se transformó en héroe de acción en taquillazos como Independence Day, Men in Black o Soy leyenda, el actor ha sabido mantenerse en la primera fila del entretenimiento mundial. Y ahora vuelve a dar un golpe sobre la mesa con un acuerdo colosal que lo une a Paramount Pictures y que promete devolverlo al centro de la conversación cinéfila durante los próximos años.
Este movimiento no es un contrato cualquiera, sino un pacto de varios proyectos que coloca a Will Smith y su productora Westbrook como socios estratégicos de uno de los gigantes más antiguos de la industria. Paramount no solo quiere que el actor protagonice nuevas películas, también busca que su visión creativa guíe la creación de producciones diseñadas para conquistar al público global. En otras palabras: cintas pensadas para funcionar en todo el mundo, con historias que enganchen a distintas generaciones al mismo tiempo.
Paramount busca talento, y Will Smith tiene la llave
Will Smith
La noticia llega justo después de la fusión de Paramount y Skydance Media, un movimiento corporativo que dejó claro que la compañía quiere pelear fuerte en la nueva era de Hollywood. Primero fueron los hermanos Duffer (Stranger Things), que firmaron con el estudio tras años ligados a Netflix. Y ahora, con la llegada de Will Smith, la apuesta por fichar a los nombres más potentes del panorama queda más que confirmada.
Según Deadline, el acuerdo incluye tanto películas basadas en propiedades intelectuales ya conocidas como proyectos originales. Entre los primeros títulos sobre la mesa destacan Rabbit Hole y Sugar Bandits, dos propuestas muy diferentes pero que muestran la versatilidad de Smith como estrella. Y aunque todavía no se conocen todos los detalles, la idea es clara: Paramount quiere que su nueva alianza con Westbrook sea una fábrica de éxitos de taquilla.
El actor sigue acumulando proyectos en paralelo
Conviene recordar que Will Smith no ha estado precisamente quieto en los últimos tiempos. Además de este contrato con Paramount, el actor ha tenido en desarrollo proyectos como la adaptación de la novela de ciencia ficción Resistor o la película de Netflix Fast & Loose, que en un principio iba a dirigir Michael Bay pero que terminó quedándose sin capitán por diferencias creativas.
Todo esto muestra que Smith continúa siendo uno de los actores más solicitados, incluso en una etapa de su carrera donde podría permitirse bajar el ritmo. Su Oscar por King Richard solo reforzó la idea de que sigue siendo un valor seguro tanto en lo comercial como en lo artístico.
¿Podría volver Hancock?
Uno de los detalles más curiosos de este nuevo panorama es que podría abrir la puerta a secuelas que los fans llevan años esperando. Entre ellas destaca Hancock, aquella atípica cinta de superhéroes estrenada en 2008 donde Will Smith interpretaba a un héroe con problemas de alcohol y muy mala fama. La película no fue unánimemente alabada, pero sí se convirtió en un éxito económico y con el tiempo en un título de culto para muchos seguidores.
El propio actor ha hablado en más de una ocasión de su interés en retomar la historia, e incluso deslizó que le gustaría compartir pantalla con Zendaya en una hipotética segunda parte. El gran obstáculo es que Hancock pertenece a Sony/Columbia, pero si algo nos enseña este nuevo acuerdo con Paramount es que todo es posible cuando se trata de grandes estudios y franquicias.
Secuelas que ya están en camino
Más allá de las especulaciones, lo cierto es que Will Smith tiene sobre la mesa dos continuaciones muy concretas. Por un lado, Soy leyenda 2, que volverá a sumergirnos en el mundo postapocalíptico que arrasó en taquilla en 2007. Y por otro, la posibilidad de seguir estirando la saga Bad Boys junto a Martin Lawrence, con quien ya ha demostrado tener una química imbatible.
Will Smith y Martin Lawrence
Estos proyectos, sumados al flamante contrato con Paramount, hacen que la agenda del actor esté más apretada que nunca. Y lo más interesante es que no se trata solo de actuar: a través de Westbrook, Smith se asegura un papel activo en la producción, lo que significa que tendrá mucho que decir sobre el rumbo creativo de sus próximas películas.
El regreso definitivo a la cima
Para los fans, este acuerdo es mucho más que un titular llamativo: es la confirmación de que Will Smith sigue apostando fuerte por el cine de gran escala. Tras algunos tropiezos y momentos de pausa, el actor parece decidido a recuperar el trono como una de las estrellas más taquilleras de Hollywood. Paramount, por su parte, gana un socio que aporta experiencia, carisma y un historial de éxitos difícil de igualar.
Si algo ha demostrado Smith a lo largo de su carrera es que sabe reinventarse. Pasó de rapero televisivo a ídolo del cine de acción, luego a protagonista de dramas serios y, finalmente, a productor con visión global. Ahora, con este acuerdo gigante, parece que se abre una nueva etapa en la que su nombre volverá a estar en boca de todos, dentro y fuera de la pantalla grande.
En definitiva, la alianza entre Paramount y Will Smith no es solo una jugada comercial, es una declaración de intenciones: preparar el terreno para una nueva oleada de películas que hagan vibrar al público y reafirmen al actor como uno de los pocos que todavía pueden garantizar expectación mundial con cada nuevo proyecto. Los próximos años serán clave, y todo apunta a que los fans tendrán más de una sorpresa reservada.
