Hay personajes del Universo Marvel que entran en escena como si fueran secundarios… y acaban quedándose grabados en la cabeza del espectador. No por explosiones ni trajes espectaculares, sino por actitud, carisma y esa sensación incómoda de “aquí había algo más”. Y sí, Walton Goggins sabe perfectamente que su paso por Marvel dejó esa espinita clavada.
Desde hace años, el MCU se ha acostumbrado a lanzar pistas que parecen importantes y luego se evaporan. Algunas regresan cuando menos lo esperas, como Mephisto colándose por fin en Ironheart o el regreso de viejas amenazas en Spider-Man: Brand New Day. Otras, en cambio, siguen flotando en el limbo. Y ahí es donde entra Sonny Burch.
Sonny Burch, el villano que olía a algo más grande
En Ant-Man y la Avispa conocimos a Sonny Burch, un traficante de tecnología del mercado negro con sonrisa venenosa y maneras de tipo peligroso. No llevaba capa ni tenía poderes, pero se movía con soltura en ese submundo criminal que tanto le gusta a Marvel cuando quiere dar textura a su universo. Y Walton Goggins lo interpretó con ese tono entre chulesco y amenazante que se le da tan bien.
Burch no iba por libre. Eso era lo interesante. Estaba obsesionado con hacerse con el Túnel Cuántico de Hank Pym, pero no solo por ambición personal. Trabajaba para un misterioso “Benefactor”, una figura en la sombra que disparó teorías de todo tipo. ¿Norman Osborn? ¿El Líder? ¿MODOK? Durante meses, la imaginación voló alto.
El problema es que Marvel nunca volvió a mirar atrás. Ant-Man y la Avispa: Quantumanía se fue de cabeza al Reino Cuántico, dejando atrás ese terreno más terrenal, criminal y sucio donde Sonny Burch encajaba como un guante. Y con eso, la trama del Benefactor quedó en un cajón. Cerrado. Y olvidado.
Walton Goggins
Walton Goggins lo tuvo claro desde el principio
Lejos de resentimientos forzados, Walton Goggins ha hablado del tema con una mezcla de sinceridad y resignación. En una entrevista reciente, el actor dejó caer lo que muchos pensaban: ahí había más historia que contar. Según él, llegó a comentarlo con Peyton Reed, director de la película, reconociendo que sentía que algo interesante se había quedado a medias.
Eso sí, Goggins tampoco dramatiza. Tiene claro que Ant-Man y la Avispa no era “su” película y que su papel estaba pensado para cumplir una función concreta. De hecho, lo cuenta casi con humor, como quien acepta que el tren pasó… y decidió no subirse. No cambiaría nada de su vida ni de las amistades que se llevó del rodaje.
Aun así, cuesta no pensar en lo que podría haber sido. Porque desde entonces, Walton Goggins no ha hecho más que crecer. The White Lotus, Fallout y otros proyectos recientes han confirmado algo evidente: es uno de esos actores que elevan cualquier escena. Tenerlo de vuelta en el MCU habría sido un movimiento inteligente.
Walton Goggins en Fallout
¿Quién es Sonny Burch en el Universo Marvel?
Dentro del MCU, Sonny Burch es un intermediario del mercado negro especializado en tecnología avanzada. No es un científico loco ni un genio incomprendido, pero sabe reconocer el valor de lo que otros crean. Se mueve entre compradores poderosos, sabe negociar y no duda en usar la violencia cuando las cosas se tuercen. Siempre con una sonrisa incómoda.
Marvel Studios lo presentó como una amenaza muy humana. Nada de salvar o destruir el mundo. Sonny Burch quiere dinero, poder y acceso. Es el tipo de villano que no necesita rayos láser para resultar creíble. Su peligro está en las conexiones, en a quién responde y en lo que puede desencadenar si consigue lo que busca.
Ahí estaba la clave narrativa. El Benefactor nunca fue revelado, pero su existencia sugería una red más grande, una amenaza latente más allá de Ant-Man. Ese tipo de semillas que Marvel suele plantar para cosechar años después… pero que en este caso se quedaron sin regar.
Armor Wars y la oportunidad que se evaporó
Durante un tiempo, se rumoreó que Sonny Burch podría reaparecer en Armor Wars. Tenía todo el sentido del mundo: tráfico de tecnología, intereses oscuros, conexiones criminales. Era el entorno perfecto para traer de vuelta a Walton Goggins y, de paso, resolver el misterio del Benefactor.
El problema es que Armor Wars se convirtió en uno de esos proyectos malditos. Película, serie, reestructuración, cancelaciones encubiertas… al final, nada claro. Y con el proyecto desinflado, la posible vuelta de Burch se quedó en nada. Otro hilo suelto más en el MCU.
El propio Peyton Reed llegó a reconocer que Sonny Burch trabajaba al servicio de alguien, pero que la historia del Reino Cuántico ocupaba demasiado espacio como para explorarlo en Quantumanía. Lo decía con cariño, incluso celebrando que el público siguiera haciendo teorías. Pero la realidad es que la respuesta nunca llegó.
Marvel y su costumbre de dejar oro sin explotar
No es la primera vez que Marvel deja escapar una oportunidad así. El MCU es enorme, ambicioso y, a veces, demasiado confiado en que siempre habrá tiempo para volver atrás. El problema es que los actores envejecen, los planes cambian y el interés del público se mueve rápido.
En el caso de Walton Goggins, duele un poco más porque hablamos de un intérprete en plena forma, capaz de sostener una trama secundaria sin problemas. Sonny Burch no necesitaba convertirse en el gran villano de una saga, pero sí en una pieza recurrente, incómoda, molesta. De esas que aparecen cuando menos te apetece.
¿Podría volver algún día? Nunca digas nunca en Marvel. El MCU ha demostrado que sabe rescatar personajes olvidados cuando le conviene. Pero cuanto más pasa el tiempo, más se siente esa oportunidad perdida que el propio Walton Goggins reconoce sin dramatismos… pero con un punto de nostalgia. Puedes ver todas las entregas de la saga en Disney Plus con este enlace.
Al final, la pregunta queda en el aire. ¿Qué habría pasado si Marvel hubiera apostado de verdad por Sonny Burch y su misterioso jefe? ¿Habría cambiado algo en la saga de Ant-Man o en el lado más criminal del MCU? Cuéntanos qué opinas y no olvides seguirnos en Google News, que aquí siempre nos gusta darle vueltas a estas espinitas pendientes.
