Aviso de spoilers: este artículo contiene detalles clave de 2ª temporada 2 de The Walking Dead: Dead City. Si aún no lo has visto, te recomendamos volver más tarde.
La temporada 2 de The Walking Dead: Dead City en AMC + está haciendo lo impensable: convertir a Hershel Rhee, el hijo de Maggie y Glenn, en uno de los personajes más moralmente ambiguos —y potencialmente villanos— del universo zombi. En una franquicia que lleva años redefiniendo los límites entre héroes y antagonistas, esta nueva entrega ha llevado ese concepto a un nivel aún más impactante. Y lo ha hecho con un personaje que los fans jamás imaginaron ver al otro lado.
Porque sí: mientras Maggie sigue luchando por sobrevivir y Negan navega en su eterno limbo moral, es Hershel quien podría estar dando el giro más oscuro de todos.
The Walking Dead: Dead City. Un niño marcado por el pasado
Hershel Rhee nunca ha sido un personaje protagonista en The Walking Dead: Dead City, pero eso cambió con la segunda temporada. Tras un tiempo al margen, ahora ocupa un rol más activo en la historia y —sorpresa— también más inquietante. Su relación con Maggie continúa siendo tensa, fruto del trauma que ambos arrastran y del hecho de que su madre siempre ha estado atrapada entre la maternidad y la guerra. Ese vacío emocional lo ha empujado a buscar conexiones… incluso con las personas equivocadas.
Ahí entra en juego la Dama. Sí, la misma líder despiadada que le cortó un dedo a Hershel en la temporada 1. ¿Por qué entonces este adolescente muestra una fascinación por ella? ¿Cómo puede sentir apego por alguien tan brutal? Precisamente por eso. Porque la Dama, a diferencia de Maggie, no oculta su brutalidad. Hershel necesita entender a los monstruos que lo rodean, y eso lo vuelve vulnerable… o peligroso.
La decisión que lo cambia todo
El segundo episodio de la temporada 2 de The Walking Dead: Dead City lanza una bomba narrativa: Hershel es quien señala a la Dama y al Croat que New Babylon está atacando. Y con ello pone en peligro no solo a la federación enemiga, sino también a su madre y a Ginny, que formaban parte de esa misión.
Esto no es un simple error. Es una decisión meditada, nacida de su lealtad confusa y de su necesidad de proteger —o quizá impresionar— a la Dama. Él dice que fue a buscar a Maggie para convencerla de no subir al barco, pero esa excusa no justifica la magnitud de su acto. Hershel ha cruzado una línea. Y lo más trágico es que probablemente ni siquiera sea consciente de ello.
¿Villano o víctima del apocalipsis?
Hershel se mueve en un terreno moral pantanoso. ¿Es un traidor? ¿O un adolescente roto por el peso de una historia que no eligió? Recordemos que es hijo de Glenn, asesinado brutalmente por Negan, y que ha crecido bajo la sombra de esa violencia. Con Maggie atrapada en su venganza y Negan convertido en figura incómoda pero cercana, Hershel ha tenido que encontrar sus propios referentes. Y los ha encontrado en la oscuridad.
Lo que más desconcierta es su aparente lealtad a la Dama. Una líder que no duda en manipular y aterrorizar para controlar. ¿Está Hershel buscando una figura paterna, una guía, un propósito? Tal vez todo eso a la vez. Lo que está claro es que, al elegir alertar a un grupo violento como el del Croat, Hershel ha demostrado que está dispuesto a sacrificar inocentes por su causa, o al menos por su confusión.
El giro que nadie esperaba (pero que enriquece la historia)
La elección de llevar a Hershel en The Walking Dead: Dead City por este camino ha sido arriesgada, pero tremendamente efectiva. Estamos ante una narrativa que no teme tocar fibras sensibles. Hershel no solo es el hijo de dos personajes muy queridos por los fans: es el símbolo de una nueva generación, de los niños que crecieron en el caos, sin referentes claros de moralidad, solo supervivencia.
Convertir a Hershel en una figura ambigua, capaz de acciones crueles en nombre de su lealtad emocional, refuerza uno de los temas clave del universo Walking Dead: no hay héroes puros. Solo decisiones duras en tiempos extremos.
¿Puede redimirse?
Esta es la gran pregunta. ¿Hershel está más allá de la redención? ¿O está atrapado en una narrativa que él mismo no comprende del todo? Su conexión con Maggie sigue existiendo. Aún parece preocupado por su bienestar. Pero mientras siga aliándose con personajes como la Dama, cada decisión lo aleja más de ese posible regreso.
Los espectadores están divididos. Algunos lo entienden. Otros lo condenan. Pero lo que nadie puede negar es que Hershel se ha convertido en uno de los personajes más fascinantes y trágicos de toda la franquicia. Un joven marcado por la violencia, empujado a buscar sentido donde solo hay manipulación.
Una lección más del apocalipsis
The Walking Dead: Dead City no solo se atreve a redefinir lo que significa ser villano. También nos recuerda que, en tiempos oscuros, hasta los inocentes pueden caer en la sombra. Hershel Rhee no nació para ser un antagonista. Pero su historia demuestra que, a veces, el enemigo más temible no es el que ataca con fuerza… sino el que, sin quererlo, entrega el alma por sentirse querido.
Y tú, ¿crees que Hershel puede redimirse? ¿O el hijo de Maggie y Glenn ya ha cruzado el punto sin retorno?
